El momento de actuar para erradicar la pobreza infantil en Puerto Rico es ahora, y la Legislatura tiene ante sí un proyecto de ley con guías y acciones para atender este mal, que además es apoyado por todas las delegaciones de los distintos partidos.

Puerto Rico tiene, por mucho, el peor índice de pobreza infantil si se le compara con los estados de Estados Unidos, de acuerdo con las estadísticas que ofrecieron la doctora Anayra Túa López, directora del Instituto de Desarrollo de la Juventud (IDJ), y Brayan Rosa, gerente de política pública del IDJ.

“Los números han sido persistentes en los últimos 20 años. Somos la jurisdicción de Estados Unidos con la mayor tasa de niños que viven bajo y en los parámetros de pobreza infantil. La más alta dentro de los estados de los Estados Unidos es 22%, ese es el estado de Mississippi. Pero Puerto Rico tiene una tasa en los últimos 20 años que no ha cambiado de 57%”, comentó Túa.

Por si fuera poco, del número de personas que se considera bajo el nivel de pobreza, según establecen las guías federales al respecto, alrededor del 50% está en niveles que se consideran de extrema pobreza.

“Para dar un ejemplo, una familia de una jefa de familia con dos hijos, una composición bastante común para familias con hijos en Puerto Rico, si gana menos de $24,000 al año aproximadamente, están por debajo del nivel de pobreza. Si ganan menos de $12,000 al año están en pobreza extrema. Así que en Puerto Rico el promedio o la mediana de ingresos es sumamente baja para las familias con niños, especialmente en esas familias monoparentales que son la gran mayoría”, explicó Rosa. “Si esa jefa de familia trabaja todo el año, ‘full time’, no falta ni un día a su trabajo y cobra el mínimo federal, estaría cobrando unos $15,080 al año, bien por debajo de ese nivel de pobreza, a pesar de que trabaja”.

Incluso si esa madre del ejemplo que es uno de los más comunes en la Isla ganara un poco más de los $24,000 al año, aclara Rosa, no significa que supera “el embate y las consecuencias de la pobreza, porque la pobreza tiene unas ramificaciones en lo que es acceso a universidad, a una carrera digna, a trabajo remunerable, para los niños acceso a salud, acceso a salud mental, aprovechamiento académico”.

“La pobreza es mucho más abarcadora que los números. Pero sí los números nos dejan saber un indicador de cuán severo es el problema y en el caso de Puerto Rico casi 6 de cada 10 niños que tú te encuentras en el país vive en un hogar que está con ingresos bajo el nivel de pobreza”, sostuvo Rosa.

Además, resaltaron, los estudios muestran que, por lo general, aquellos niños que viven en la pobreza se vuelven padres de niños pobres, con una clara tendencia de esa pobreza a ser cíclica, sin cambios sustanciales por las pasadas décadas.

“Eso lo que nos deja saber es dos cosas importantes. Primero que no hay un esfuerzo organizado para atender este problema de raíz. Los esfuerzos que hay son aislados, de una sola política pública, un solo programa, y esos esfuerzos no funcionan para poder reducir la pobreza infantil. Y lo segundo que nos dice es que hay un estado de complicidad, hemos estado cómodos, nos hemos acostumbrado a esto. Y la realidad es que la alternativa de esto es un Puerto Rico que sea más próspero para todo el mundo”, opinó Rosa.

Sin embargo, explica la doctora Túa, hay propuestas claras para atender este problema que impacta a todos, “no solo a ese 57%”, pues según estimados conservadores del IDJ, “hay una pérdida de $4,400 millones anuales debido a la pobreza que viven nuestras familias y los niños que viven bajo los niveles de pobreza infantil”.

Esos estimados de pérdidas multimillonarias se calculan en términos de ingresos que han dejado de ser devengados por las familias, el impacto a los servicios de salud y la salud en general de las personas cuando no pueden tener acceso a programas de salud, la criminalidad. En otras palabras, se trata de los costos asociados a los altos niveles de pobreza, tomando en cuenta no solo los gastos de programas de beneficios sociales, sino “la pérdida del potencial humano cuando se vive más de la mitad de la vida en pobreza” y el costo que conlleva para la economía del país.

A manera de comparación, esos $4,400 millones anuales equivalen al 4.3% del producto interno bruto del país.

“En cualquier modelo que mires, más nos cuesta a la economía del país dejar las cosas como están y seguir perdiendo todos esos millones todos los años, que invertir en programas y en una estrategia del estado que logre reducir la pobreza infantil”, agregó Rosa.

Precisamente eso es lo que busca el Proyecto del Senado 293, cuya meta es lograr establecer una política pública para erradicar la pobreza infantil y el plan de trabajo para lograr esa meta.

“Ya estamos en un punto donde entendemos que hay una cantidad de políticas públicas que podemos recomendar para que eso (la pobreza infantil) pueda ser reducido en los próximos 10 años en el 50%. Así que dentro del trabajo de mis compañeros y de nosotros en el Instituto del Desarrollo de la Juventud hemos estado presentando varias opciones incluidas en unas combinaciones de políticas públicas que sabemos pueden reducir la pobreza infantil en los próximos 10 años”, afirmó la doctora.

Las estrategias que promueve el IDJ, detalló Túa, priorizan la atención en cuatro áreas: las políticas tributarias (mantener el crédito por ingreso devengado, extender el crédito federal por hijos a familias con uno o dos niños, crédito tributario de oportunidades de trabajo); las políticas económicas y laborales (expandir empleos subsidiados por el gobierno para jóvenes madres y padres, crear un programa universal de transferencias directas a las familias con niños); las políticas que eliminan las barreras al empleo (acceso a cuidos, programas de desarrollo temprano como ‘head start’ y ‘early head start’, programas de ‘after school’, programas de atención a rezago académico, programas de dos generaciones para atender no solo al niño sino también al progenitor o cuidador); y las políticas de desarrollo de capital humano (programas de adiestramiento laboral sectorial dirigido a áreas con crecimiento en el mercado, revitalización de programas para completar el cuarto año y carreras cortas).

“Es bien importante que nosotros como Instituto reconocemos que esto no se va a lograr solamente con el apoyo del Instituto o cualquier organización, o el estado, o cualquier agencia, es un esfuerzo concertado entre todos los sectores de nuestra sociedad para lograr que esto se dé”, insistió Túa, resaltando que esta meta debe establecerse de manera que trascienda administraciones y partidos políticos, y que se le asignen los recursos necesarios.

“No podemos escoger una política y otra no. Tiene que ser una combinación de muchas políticas públicas porque el problema es grande. En Puerto Rico se pude pecar mucho de escoger la que más me guste, la que sea menos difícil. Pero la realidad es que los estimados que tenemos en nuestros estudios arrojan que no hay un ‘silver bullet’ (bala de plata), no hay una sola política pública que te logre llevar a la meta de reducción significativa de pobreza. Tiene que ser la combinación de todas. Y también porque cuando se trabajan estas políticas públicas en conjunto, unas empujan a las otras. Por ejemplo, si tengo una jefa de familia que tiene a sus hijos cuidados, ella puede entonces entrar a un programa de adiestramiento laboral sectorial, que le permitiría entonces entrar en un empleo y poder recibir el crédito por trabajo al final del año. Así que es una combinación de todas estas cosas la que nos lleva a la meta”, explicó Rosa.

La directora afirmó que todo lo que está recomendando el IDJ en términos de políticas públicas “tiene una base investigativa, una base en datos, una base en evidencias que es corroborable”.

“Todo lo que se está recomendando es porque ya se ha probado que en otros lugares ha sido la manera en que se puede logra reducir la pobreza infantil”, insistió, detallando que han mirado muy de cerca experiencias en lugares como Nueva Zelanda y el Reino Unido.

“La pobreza infantil es una constricción social y económica para el país. Así que la única manera de poder liberar y atender el problema es haciendo una inversión en estos asuntos. Y el efecto multiplicador en esto va a ser buenísimo para el país. Un país con menos pobreza es un país que tiene mayor productividad, mayor trabajo, menos enfermedades de salud mental, menos obesidad, menos diabetes, menos violencia, mejor calidad de vida, mayor competitividad en el mercado, y podemos seguir mencionado todos más efectos multiplicadores”, enumeró Rosa.

Por eso es tan importante, insitieron, que se apruebe el PS 293, aprovechando además que “hay un alineamiento de todos los sectores en atender esto”.

La directora del IDJ llamó además a dejar a un lado el discurso de prejuicio contra la gente pobre y, por el contrario, “entender el sistema económico del país, para saber que el sistema es inapto, inadecuado, y no permite que las personas que están en mayor desventaja, se puedan integrar. Si lo que quiero es que todo el mundo pague más y se inserte en la economía formal, pues lo que tenemos que darle es las oportunidades a esos sectores más desventajados para que se puedan incluir”.

Por otro lado, con ese proyecto para erradicar la pobreza infantil ya radicado ante la Legislatura, y con el consenso de todas las delegaciones, el llamado también es a actuar con celeridad, asignando los recursos necesarios para atender el proyecto, y abriéndolo a vistas públicas para que comunidades y organizaciones sin fines de lucro puedan hacer sus aportaciones.

“Este es el mejor turno al bate que tiene Puerto Rico para sacarla del parque. Si en el 2020, antes de la pandemia, nosotros pensábamos que se podía reducir la pobreza infantil a la mitad, ahora con los paquetes de trillones y trillones de dólares que están pasando en el Congreso de los Estados Unidos, yo no tengo la más mínima duda de que esta es la mejor oportunidad”, insistió Rosa. “El tiempo es ahora. Ya el proyecto de ley está sometido, está radicado. Se puede aprobar antes del 30 de junio si hay voluntad”.

¿Y cómo puede colaborar el ciudadano común? Pues, “que se mantengan informados, que busque información sobre la pobreza infantil. En el Instituto tenemos una página web, que se llama juventudpr.org, con todos los datos relacionados a la pobreza infantil. Segundo, que se unan, provean información de contacto, y se mantengan al tanto de todo lo que ocurre. En la página cuantonoscuesta.com la gente puede entrar su contacto y recibir ‘newsletters’, invitaciones a actividades como días de abogacía, llamatón o cualquier otro tipo de movilización. Y tercero, las redes sociales, que nos sigan en redes sociales, Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn y así puedan estar conectados con todos los esfuerzos que hacemos para erradicar la pobreza infantil”.