La Junta de Planificación presentó una herramienta para promover que la ciudadanía reporte inundaciones y, de esa manera, actualizar con más agilidad los mapas de áreas inundables. Esto proveería más herramientas para mitigar los daños.

Según explicó el presidente de la Junta de Planificación (JP), el planificador Julio Lassús Ruiz, la herramienta para reportar inundaciones ya está disponible en el portal oficial de la agencia, y a través de ella los ciudadanos pueden reportar qué zonas han sido inundadas y las características de esa inundación, tales como su origen, sea lluvias, marejadas, desbordamiento de ríos o de alcantarillado. Asimismo, permite incorporar fotos y videos de la inundación, para una evaluación más eficaz de la misma y los daños que ha ocasionado.

Agregó que la exhortación que hace la JP a la ciudadanía es parte de un esfuerzo por lograr “una planificación participativa”, con una mayor colaboración de la ciudadanía, y así poder contar con la mejor información posible, para compartirla con la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que se encarga de la confección y divulgación de los mapas de zonas inundables.

“Queremos que usen esta herramienta que estamos promulgando. Esto es una herramienta que en realidad es para su beneficio, para el beneficio ciudadano”, aseguró Lassús.

La herramienta para reportar inundaciones está disponible en el portal www.jp.pr.gov. Una vez en la página principal, puede accederla en el recuadro que lee “reportar evento de inundación”.

Allí se puede localizar y marcar en el mapa de Puerto Rico el lugar del evento y la fecha en qué ocurrió. Aclaró que el suceso se puede reportar aunque ya haya pasado, pues no hay una fecha límite para hacer el reporte.

Además, provee espacios para reportar las características de la misma, la profundidad estimada del nivel de la inundación, y otros detalles, así como espacio para añadir las fotos o video del evento. Las fotos o video no son requisito absoluto para hacer un reporte, aunque el planificador sostuvo que “apreciamos” la inclusión de fotos y “la descripción más abundante”, de manera que se pueda obtener la mayor y mejor información posible sobre ese evento de inundación.

La herramienta pide, además, información personal del remitente, como dirección y correo electrónico, pero Lassús aclaró que esta información personal no se hace pública, “por razones de protección y seguridad”, sino que se guarda para propósitos de validación de ese reporte de inundación.

El experto agregó que la JP espera que la participación ciudadana usando la herramienta pueda acelerar el proceso de actualización de los mapas de inundación que, aunque habían comenzado a principios de año, toman más importancia todavía luego del huracán Fiona.

“En este proceso del huracán Fiona, como la magnitud fue bastante sustancial, pues estamos en proceso, a través de la Administración de Servicios Generales (ASG), de contratar una compañía de inspección para que nos ayude a llevar a cabo esas inspecciones. Típicamente lo hacemos con personal de nosotros, pero en este evento, por lo sustancial y grande que fue, se añade este elemento de contratar una compañía de inspecciones”, y así la JP pueda validar la información de cada evento de lluvia o inundaciones.

Como parte de esa validación, detalló, “se visitan los hogares y se atienden dos asuntos: los daños sustanciales que puedan tener los hogares, y las marcas de agua que puedan tener los hogares”.

Para los trabajos de inspección relacionados a los daños por Fiona, ya están trabajando en la contratación de una empresa, y el proceso está abierto a tres cotizaciones, pero anticipó que la mismas “rondan en los $10 millones”. Se estima que la empresa contratada inspeccionaría unas 35,000 estructuras, cifra que se determinó basándose en el estimado de los trabajos de ese tipo que se llevaron a cabo luego del huracán del huracán María.

Comentó que los fondos necesarios para la contratación se han pedido al Fondo de Emergencias del gobierno, y anticipó que no espera inconvenientes para su aprobación.

Aunque la cifra pueda parecer elevada para algunas personas, Lassús insistió en que “ciertamente, es una responsabilidad que se tiene como estado de recopilar esa información. Y no hay otra forma que no sea esa de que se pueda proveer esta información a FEMA para tener los mapas más actualizados”.

“Estamos hablando de vida, propiedad y de salud. Porque cada vez que hay una inundación también hay temas de salud envueltos ahí”, afirmó el directivo, agregando que, a través de esos mapas de inundaciones, “se reducen costos, se minimizan que estructuras que recurrentemente tienen daños vuelvan a tener esos daños porque se le orienta a la gente de dónde puede construir y donde no puede construir”.

“A su vez, ayuda al desarrollo económico. Tenemos un Puerto Rico más resiliente y estaríamos colaborando a una reconstrucción segura, basada en la realidad que tenemos geográfica. Esto no va cambiar, lo que tiene que ver con los riesgos naturales, llegó para estar con nosotros. En la medida en que se mitigue, se tengan planes y se proyecten estas contingencias de riesgos, vamos a poder ser más efectivos”, insistió.

Lassús dijo que no podía dar un estimado del tiempo que tomaría actualizar los mapas. Comparó que, luego de María, tomó unos dos años hacerlo. Sostuvo, sin embargo, que la cooperación ciudadana que están pidiendo podría acelerar el proceso.

Lassús indicó que otras jurisdicciones, tanto en los Estados Unidos como en otras naciones, ya tienen herramientas similares para que la ciudadanía reporte inundaciones, con resultados muy exitosos.

Por último, el directivo exhortó a las personas a no temer que su reporte pueda resultar en algún impacto negativo a los seguros de su vivienda o el precio en el mercado. Por el contrario, sostuvo, no hacerlo sí podría tener un impacto negativo, pues “si no se recoge esta información, se ponen en riesgo los seguros de inundabilidad”.

“Eso es lo que garantiza que Puerto Rico tenga seguros de inundación. En el momento dado que no se haga ese trabajo, como coordinador estatal de los seguros de inundación (que es la JP), se podría poner en riesgo esa delegación”, explicó.

“Si una persona tiene un seguro que no se ajuste a lo que es la realidad de su entorno, pues el seguro no le va a responder de la manera en que le debe responder cuando ocurra un evento atmosférico o de desastre. Así que, esa información, lo más correcto es proveerla, porque en la medida en que no se provea, a quien afecta es al propio ciudadano, porque cuando necesite del seguro, no le va a responder conforme al daño que tenga”, insistió.

En otras palabras, si la información no está al día, la gente corre el riesgo de que las aseguradoras no le respondan de acuerdo a la magnitud del evento. “Si no dan esta información, va a tener un seguro para unas inundaciones menores a la que realmente tiene. Y cada pulgada de inundaciones se estima en miles de dólares. Así que es lo más prudente que las personas lo provean, por su propio beneficio. En la medida en que proveen esta información, van a tener un seguro contra inundaciones que responda que responda a sus daños en el evento”.

En cualquier caso, ocurra o no la colaboración ciudadana que están solicitando para agilizar el proceso, la JP va a llevar a cabo el proceso y las inspecciones “y comoquiera que sea la data la vamos a obtener”.