Les llaman “súper piojos” y no porque sean gigantes, sino porque genéticamente han evolucionado y se han hecho resistentes a los tratamientos comunes contra este tipo de insecto parasitario. 

Y, ojo, el piojo mutante  se pasea por las cabezas de los puertorriqueños. Pero, tranquilos, que ya hay una compañía local que se dedica a la ardua tarea de espulgarlos. 

Resulta que tras varias interrogantes -en las que se cuestionaba por qué había un aumento de casos de piojos en los Estados Unidos, donde se estima que cada año ocurren entre 6 y 12 millones de infestaciones en niños de 3 a 11 años-  un grupo de científicos se dio a la tarea -desde mediados de la década del 90- a investigar las causas del problema.

Según datos de la cadena de noticias CNN, un estudio llevado a cabo en el 2014 reveló que los animalitos tenían mutaciones en sus genes que les permite resistir tratamientos insecticidas con permetrina y piretrina, los ingredientes activos en la mayoría de los remedios que se consiguen “over the counter”.

Los investigadores aseguran que se ha comprobado la presencia de los “súper piojos” en al menos 42 estados de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York, California, Minnesota, Maine y Florida.

También aclararon que la mutación no pone en peligro la vida humana, pues los piojos no transmiten enfermedades. 

Así que considerando la cantidad de boricuas que visitan  algunos de estos destinos, era de esperarse que los piojitos -que usualmente permanecen detrás de las orejas y en la nuca de sus víctimas-  ya estén en la Isla. 

Al menos  así lo aseguran varios expertos en el tema de pediculosis (como se le conoce a la infestación provocada por piojos) consultados por Primera Hora, en los que se encuentra el entomólogo Edwin Abreu Rodríguez.

Según el profesor universitario en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez, la mutación de  insectos es algo normal. De hecho, es un proceso evolutivo que sucede de forma continua con todos los organismos vivos, incluyendo a las plantas y los humanos. 

“En el caso  de los insectos, la mutación es parte de la lucha que tienen toda la vida con las plantas pues  muchos se alimentan de ellas y por eso surgen nuevas plagas. Y eso fue lo que pasó con estos piojos de la cabeza, evolucionaron y ahora es difícil matarlos con los champús que siempre se han conocido” , expresó el experto en el manejo de plagas al hacer hincapié en que también existen los piojos corporales y los piojos púbicos (ladillas).

Abreu Rodríguez recordó, a modo de analogía, que una crisis similar surgió en la Segunda Guerra Mundial cuando enfermedades como el tifus (producida por piojos) ocasionó un caos pues  se llegaron a contabilizar cinco enfermos por cada herido en combate.

“Esa era una enfermedad endémica en esa región europea, pero nuestras tropas empezaron a caer hasta que encontraron una solución con el DDT,  un producto que sirvió para combatir a los insectos. Fue efectivo desde los años 40 hasta los años 70 cuando tuvieron que prohibir su uso, precisamente, por la resistencia que estaban creando las plagas porque evolucionaron genéticamente. Además, el abuso del producto comenzó  hacer daño a la salud”, dijo.

Según el entomólogo, el reto actual de los científicos es buscar nuevos tratamientos que maten al insecto y que eliminen también a  sus  huevos, mejor conocidas como liendres, y a las ninfas, que son los piojos jóvenes acabados de nacer. 

Mientras, se pueden seguir utilizando los remedios de siempre pero con la  conciencia de que puede ocurrir una reinfestación.

También se aconseja lavar la ropa de cama y cepillos con agua caliente.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), además de los medicamentos sin receta también se puede optar por fármacos bajo prescripción médica como lo son el malatión y el lindano.

Sin embargo, son varias las reacciones secundarias que pueden ocurrir, entre ellas toxicidad en el sistema nervioso.

Aunque los piojos de cabeza no son una amenaza de salud pública, lo cierto es que resultan molestosos a quienes atacan. 

Además, estéticamente no son agradables y, aun cuando no transmiten enfermedades, la constante rasquiña puede ocasionar infecciones en el área al producir laceraciones a la piel.

Servicios de espulgadores

Para combatir el problema de piojos en los Estados Unidos surgieron compañías que ofrecen servicios hasta por $250 la hora para eliminar los  insectos a través de lo que se conoce como espulgadores, profesionales que con su santa calma sacan del cuero cabelludo los animalitos y sus huevos.

Puerto Rico  no se queda atrás y también ofrece este servicio a través del Centro Neuromuscular del Caribe, donde tienen disponible el tratamiento “LiceBusters” de la institución “Lice Clinics of America”.

Según Fred Hernández, encargado del lugar, la estrategia consiste en deshidratar a los piojos y a las liendres a través de una máquina de calor. 

Posteriormente, comienza el proceso de espulgar a los animalitos muertos de la cabeza del paciente.

“El proceso total dura aproximadamente dos horas y es aprobado por la FDA”, dijo Hernández, al agregar que el costo del servicio fluctúa entre los $90 y $110  dependiendo del largo del cabello.

“Un caso normal  se ve en una sola sesión de terapia. Si el paciente está muy cundío de piojos les decimos que regresen en una semana”, destacó.

Hernández asegura que ha visto un aumento en casos durante el último año, lo que adjudica a la mutación.

“Aquí llega la gente desesperada porque los tratamientos tradicionales no les funcionan y han hecho loqueras de hasta ponerse mayonesa, gasolina o keroseno para matar los piojos... algo que hasta pone en riesgo la salud”, expresó al añadir que los interesados pueden buscar información adicional en www.eliminelospiojos.com

Otro que ha visto una alza en clientes es Víctor Torres, el gerente de ventas de Eco Plagas, quien recomienda como nuevo tratamiento un kit antipiojos  a base de caña de azúcar que, además de matar al insecto, se puede usar de repelente.