Vega Baja. En años recientes, la lluvia se ha convertido en el peor enemigo de las comunidades Ojo de Agua y Los Naranjos en este municipio.

Y es que la combinación de las fuertes lluvias junto al taponamiento del caño Cabo Caribe son la receta perfecta para dejar a estas dos comunidades sumergidas en agua.

El pasado mes de mayo trajo consigo varios días de intensa precipitación y aún hoy, al cabo de dos meses, los efectos adversos de esos aguaceros quedan evidenciados, por ejemplo, en la calle 2 de Los Naranjos, que permanece bajo agua.

“Esto lleva así desde hace dos meses y si viene más lluvia, imagínate”, dijo Johnny Negrón Rosario, quien caminó descalzo entre las aguas, como si fuera lo habitual.

El hombre, cuando arrecian las lluvias, tiene que colocar una barrera de bloques en las puertas de su casa para impedir la entrada del agua, como cuando amenazaba con pasar cerca de la Isla, la tormenta Chantal. Ante esas emergencias, otros vecinos colocan vallas hechas con planchas de zinc y sacos de tierra, en un intento de minimizar las posibles pérdidas materiales.

No es la primera vez que una situación como esta ocurre en estos dos sectores. De hecho, Esiquio Carrasquillo Ramos, vecino de Ojo de Agua, aún se encuentra recuperándose de las fuertes lluvias que se registraron en noviembre pasado, que también dejaron las calles de ambas comunidades completamente inundadas.

El hombre mostró las marcas de casi cuatro pies de alto que dejó el agua en las paredes de su casa. A consecuencias de las pasadas lluvias torrenciales, Carrasquillo Ramos tuvo que invertir más de $3 mil en reparaciones a su vehículo, que quedó bajo agua.

Ante la preocupación de decenas de familias -que cobra aún más validez en la actual temporada de huracanes- el alcalde Marcos Cruz Molina aseguró que se están tomando las medidas necesarias para mitigar la situación que por tanto tiempo ha afectado a estas comunidades.

A esos efectos, el mandatario municipal anunció una alianza entre los vecinos de estas comunidades y las brigadas del Municipio para llevar a cabo un plan de limpieza permanente en la zona del caño Caribe.

“Nosotros le vamos a dar las herramientas y el equipo necesario para que la misma comunidad, que es la que mejor conoce el área, pueda colaborar con nuestras brigadas en la limpieza del caño”, dijo. Aclaró que las personas escogidas serán contratadas por el Municipio y recibirán una compensación por la labor realizada.

Cruz Molina agregó que se encuentra a la espera de que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) realice un estudio hidrológico antes de proceder con un proyecto de mitigación más abarcador.