Lo primero que vio Cristóbal Colón

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Cristóbal Colón y 89 hombres tardaron dos meses y 10 días en navegar desde el Puerto de Palos, en el sur de España, hasta las islas del Caribe. Hay que recordar que en ese periodo de tiempo se incluye el mes que estuvieron arreglando el timón averiado de la Pinta en islas Canarias.
A las 2:00 de la madrugada del día 12 de octubre del año 1492, el joven insistente Rodrigo de Triana desde el mástil de la Pinta divisó una pequeña isla llana y gritó: ¡Tierra a la vista! Los indios nativos la llamaban Guanahaní.
¿Tienen ustedes una idea de la gritería que se formó en esas tres naves? Colón la bautizó con el nombre de San Salvador. ¿Tienes una idea de por qué Colón la llamó así?
Esta isla es conocida en la actualidad como Watling y es parte del archipiélago de las Bahamas. Colón registró en su diario estar deslumbrado por las bellezas naturales, la fauna, la flora y los cuerpos “bien formados de los habitantes de estas islas”. Éjele.
Durante días paseó hacia el sur por el laberinto de las islas Bahamas hasta que el 28 de octubre llegó a la más grande de la región, los taínos la llamaban Cuba y él la bautizó como Juana. Quedó maravillado con la isla y escribió: “¡Es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás!”. Su flota permaneció en aguas cubanas por más de un mes. De repente, el 22 de noviembre, el capitán de la Pinta, Martín Alonso Pinzón, tomó la decisión -sin autorización- de separarse y alejarse de los otros dos barcos en dirección hacia el este, en busca de una isla rica en oro llamada por los indios Baneque. O sea, la Pinta se pintó. Algunos historiadores afirman que esa isla era Puerto Rico, pero hasta ahora es sólo una teoría.
Molesto, el almirante Colón continuó su recorrido y el 6 de diciembre llegó a las costas de una hermosa isla paradisiaca que bautizó como La Española, en la región norte de lo que hoy es Haití.
La primera gran tragedia ocurrió cuando en la Nochebuena de 1492, la nave más grande, la Santa María, que era capitaneada por el almirante Colón, encalló y se hundió frente a las costas de esta isla.
Con la madera del barco, dos días después, Colón ordenó la construcción de un fuerte rústico que sería habitado por varios de los tripulantes del barco accidentado, al que bautizaron como La Natividad o Navidad. Esta fortificación se convirtió en el primer poblado europeo fundado en lo que hoy es América.
Mientras preparaban la Niña para el viaje de regreso a España, el 6 de enero de 1493 sorpresivamente la Pinta apareció al norte de Quisqueya. Colón recibió a Alonso Pinzón muy molesto y lo recriminó por su desaparición por más de un mes.
El 16 de enero La Pinta y La Niña salieron de regreso a España cargadas de aves, plantas, productos agrícolas, oro y seis taínos: dos murieron en el viaje; dos se quedaron trabajando en el palacio de los reyes, y dos aprendieron español y regresaron con Colón en otros viajes en calidad de traductores. A tres de ellos los bautizaron con los nombres de Fernando de Aragón, Juan de Castilla y Diego Colón.
Desde Quisqueya hasta el sur de España, Colón tardó dos meses, pero esto se debió a que en la travesía los sorprendió una fuerte tormenta que casi lo hace zozobrar en las islas Azores. Logró salir airoso hasta divisar el 9 de marzo las costas de Portugal; ya estaba en Europa.
La vida le dio la oportunidad de visitar al rey Juan II de Portugal, quien le había negado su ayuda, y narrarle cara a cara su gran hazaña. Salió airoso de esta entrevista gracias a sus habilidades diplomáticas.
Después de siete largos meses, el 15 de marzo de 1493, Cristóbal Colón, capitaneando la Niña, llegó triunfante a España, donde fue recibido como un héroe. ¿Y la Pinta? Capitaneada por Martín Alonso Pinzón, hizo historia, aunque nunca se le reconoció. La ágil Pinta fue la nave desde donde se gritó tierra cuando por primera vez vieron el Nuevo Mundo, pero, a su vez, fue la primera en regresar a España, días antes que Colón.