La onda tropical que se encuentra en el Atlántico central rumbo al Caribe, identificada como el sistema AL94, perdió organización y ya no se anticipa que se convierta en ciclón tropical, según informaron el Centro Nacional de Huracanes en Miami y el Servicio Nacional de Meteorología en San Juan.

La actividad de aguaceros y tronadas asociada a la onda continúa desorganizada, de acuerdo con el informe emitido a las 2:00 a.m. de este martes por el Centro Nacional de Huracanes.

“Las condiciones ambientales se están volviendo cada vez más desfavorables a medida que la onda se mueve hacia el oeste-noroeste a unas 15 millas por hora, y ya no se anticipa un mayor desarrollo”, indicó la agencia.

En ese mismo sentido, el Servicio Nacional de Meteorología reiteró que no se espera desarrollo ciclónico del disturbio mientras avanza en dirección al Caribe. No obstante, advirtió que el paso del sistema provocará un aumento en los vientos locales el miércoles, lo que podría generar condiciones peligrosas en el mar.

“Los modelos más recientes sugieren que el grueso de la humedad asociada a la onda tropical se mantendrá bien al sur del área local, principalmente sobre las aguas del Caribe”, señaló la agencia.

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La temporada de huracanes en el Atlántico se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, con agosto y septiembre como los meses de mayor actividad ciclónica.

En mayo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, en inglés) anticipó una temporada activa para este año.

Según su pronóstico, se espera la formación de entre 13 y 19 tormentas con nombre (con vientos sostenidos de al menos 39 millas por hora). De estas, entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes (vientos de 74 millas por hora o más), incluidos de 3 a 5 huracanes mayores de categoría 3, 4 o 5 (con vientos sostenidos de 111 millas por hora o más).

Hasta el momento se han formado las tormentas Andrea, Barry y Chantal en el Atlántico.