Los boricuas no se quieren casar ni tener hijos
Nuevos datos del Censo reflejan que no se ha hecho nada para cambiar el ritmo en que se pierde la población productiva.

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Los nuevos rasgos de la población boricua apuntan a que cada vez son menos las parejas que contraen matrimonio, hay una baja en los niños menores de cinco años, hay un marcado aumento de adultos mayores de 85 años y son menos los abuelos que se hacen cargo de la crianza de sus nietos.
También se registró un aumento de adultos mayores de 65 años que viven solos, un alza en personas con estudios universitarios, un aumento en las personas que trabajan desde el hogar, un leve incremento del salario promedio de los hogares y una notable presencia del internet de banda ancha en las viviendas.
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Estos datos los dio a conocer ayer el Negociado del Censo de los Estados Unidos en un escrito llamado: “Desde las condiciones de vida hasta el acceso a Internet, la Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico ofrece un perfil integral de la gente y las comunidades de Puerto Rico”.
Los datos se obtuvieron de una comparativa entre resultados obtenidos en la Encuesta sobre la Comunidad de 2014 al 2018 con los del 2019 al 2023.
Los resultados destacados por el Censo incluyen que “el porcentaje de hogares con parejas casadas disminuyó del 38.4% al 35.4%; el porcentaje de abuelos responsables de sus nietos disminuyó del 41.4% al 33.5%; la proporción de personas en Puerto Rico de 25 años o más con un título universitario o superior aumentó del 25.3% al 29.1%; el porcentaje de hogares con internet de banda ancha aumentó del 56.2% al 76.7%; el porcentaje de trabajadores de 16 años o más que trabajaban desde casa aumentó del 2.2% al 5.4%; el ingreso familiar promedio aumentó de $24,548 (ajustado al dólar de 2023) a $25,096; la población total menor de 5 años disminuyó del 4.7% al 3.3%, (así como) la proporción de la población de 85 años o más aumentó del 2.2% al 3.0%”.
Al hablar de estas características de la población, el demógrafo Alexis Santos señaló a Primera Hora que “estos patrones son una continuación de lo que estamos observando desde mediados de los 2000, cuando comenzó la ola migratoria de personas con edades productivas y reproductivas hacia fuera de Puerto Rico. Lo que estamos viendo es la continuación de esta gran reorganización que ha habido en las dinámicas demográficas”.
Destacó que Puerto Rico se ubica en los primeros tres países con la más baja natalidad en el mundo y con una marcada presencia de población envejeciente.
“Lo que estamos viendo en Puerto Rico es que tenemos unos patrones donde la gente está ya retirada, gente con pensiones, gente que pudo crear una fuente de acervo, tener su casa y una pensión, son los que se están quedando en Puerto Rico”, describió.
Santos, profesor del Penn State University, indicó que la baja en la población productiva lleva a que la población adulta mayor se quede desprovista del apoyo de la población más joven.
De hecho, la encuesta apunta a un aumento de personas adultos mayores de 65 años que viven solos. El incremento fue de 4.2% a 5.5% en hombres y de 8.6% a 10.1% en mujeres.
El demógrafo destacó que estos mismos rasgos antes mencionados “son los que vienen a demostrar que no ha habido un cambio sustancial, sino una continuación a hacia los patrones que son inherente a toda la crisis económica y la inestabilidad que ha habido desde principios del 2000”.
Insistió en que se estos aumentos registrados de adultos mayores o la baja en natalidad se deben a “grandes choques económicos”, que han llevado a la población productiva a marcharse del país.
“Significa que no hemos podido dar la vuelta al timón para remediar esos grandes choques”, afirmó el catedrático.
La preocupación que mostró Santos es que no ha habido un plan de país en los pasados 20 años para detener estos patrones poblacionales.
“De no haber un plan o discusión concertada de ver cómo se promueve el desarrollo económico, que no es construcción, no es abrir una tienda, es un plan de país enfocado en actividad económica que se complemente, ciertamente la tendencia va a continuar”, advirtió.
En cuanto a la baja en los matrimonios, Santos apuntó a que se debe a que “Puerto Rico se está viendo en el espejo del mundo” donde cada vez son más las personas que conviven y retrasan los matrimonios para evitar el divorcio.
La encuesta, de hecho, apuntó a un aumento de las parejas que cohabitan en el periodo analizado de 8.3% a 10.5%. Hay un alza de estas uniones con niños y una disminución de parejas casadas que tienen hijos.