¿Vicio en peligro de extinción?

La imagen de un vaquero encendiendo un cigarrillo en una llanura solitaria o una modelo soltando el humo entre sus labios pintados ha dejado de evocar, para muchas personas, las múltiples sensaciones que giraban en torno al tabaco.

Cada día hay menos personas que fuman a nivel mundial, mientras las mismas tabacaleras reconocen que el consumo de cigarrillo enfrenta el peor momento de su historia.

Solamente en Puerto Rico, el volumen de ventas de cigarrillos se ha reducido de un 12 a 15 por ciento durante los últimos tres años, según datos aportados por la industria tabacalera.

Se proyecta, además, que la proporción de fumadores descienda de un dos a tres por ciento anualmente.

El que se no permita fumar en lugares públicos, sumado a la leyes que prohíben la publicidad de las tabacaleras en billboards, televisión, así como otros medios tradicionales, mantienen a la poderosa industria arrinconada, aunque ahora los mayores productores de tabaco, como Philip Morris y RJ Reynolds, se encuentran desarrollando otros productos que puedan comenzar a inclinar la balanza a su favor.

Los productos alegan tener “menos peligros inherentes” que el cigarrillo pero también llevan etiquetas que advierten sobre su potencial para causar cáncer oral.

Por ejemplo, RJ Reynolds lanzó Camel Snus, mientras su competidor principal, Philip Morris, desarrolló Marlboro Snus. Las cajitas de metal contienen bolsitas de la planta que se disuelven en la boca. Contrario al chicle de tabaco, no se escupe el líquido disuelto. Su costo promedio en Estados Unidos es similar al de una cajetilla.

“El consumo de tabaco es una actividad que está en proceso de desaparecer”, consigna la vicepresidenta de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de RJ Reynolds en Puerto Rico, Denise Santos. “Pero estamos desarrollando unos productos con unos niveles de riesgo más reducidos. Se utiliza como una alternativa al cigarrillo”, añadió la ejecutiva, quien no pudo precisar cuándo se comenzará a vender el producto en la Isla.

Las empresas también están desarrollando tiritas, similares a las vendidas por compañías de enjuague bucal, que tienen efectos parecidos a los otros productos de tabaco.

Amenaza latente

Pero, aunque la Isla es la tercera jurisdicción estadounidense donde menos se fuma de una manera regular, la proporción poblacional de fumadores puertorriqueños aún es objeto de gran preocupación para las autoridades sanitarias debido a todo el dinero que invierten las tabacaleras para atraer nueva clientela.

Ante leyes que restringen el mercadeo del cigarrillo, así como otras medidas “voluntarias” adoptadas por las tabacaleras para reducir o eliminar los anuncios en los periódicos y las revistas, la poderosa industria invierte anualmente más de $13.1 mil millones para mercadear su producto en los puntos de venta.

Las películas de Hollywood también continúan alentando el vicio, a pesar de numerosos esfuerzos dirigidos por cabilderos antitabaco para desalentar su uso entre los protagonistas de la pantalla celuloide.

Cabe destacar, sin embargo, que el acuerdo transaccional que entablaron las tabacaleras con el Gobierno Federal en 1998 prohibió que éstas inviertan dinero en las películas para mercadear el cigarrillo.

“Se quiere mantener activa la percepción de que fumar es aceptable. Estamos viendo, por ejemplo, cómo los personajes de las películas están retomando el cigarrillo. Lo vemos en (la película) “Hellboy”, por ejemplo, entre otras películas de superhéroes de las compañías DC Comics y Marvel”, sostuvo el director de la división de Control de Tabaco, Antonio Cases, al subrayar el elemento dañino que supone la publicidad tabacalera para la población adolescente.

La evidencia científica apunta a que el cigarrillo es 10 veces más adictivo que la heroína y la cocaína.

Pero el alto nivel adictivo del tabaco estriba, en gran medida, en su proceso de elaboración, diseñado para aumentar el contenido de la nicotina y agilizar su absorción en el organismo, según aseguró la principal investigadora del Centro de Cáncer del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, Elba Díaz. También aumenta las complicaciones de salud para los diabéticos, interfiriendo con la circulación, y se asocia con el 90 por ciento de los tipos de cáncer.

“No existe ninguna droga que estimule tan rápidamente como la nicotina. El humo del cigarrillo actúa como un broncodilatador. Está científicamente diseñado para aumentar el nivel de absorción”, sostuvo Díaz mientras detallaba algunos de los efectos más dañinos del tabaco.