Los municipios pierden a la población con edad para trabajar
Conoce cuál ha sido el impacto que ha tenido para el país.

PUBLICIDAD
La población boricua que se encuentra entre los 18 a 64 años, y que está “potencialmente activa” para ocupar puestos de trabajo e incentivar la economía de Puerto Rico ante un mundo competitivo, se está perdiendo.
Un análisis realizado por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, llamado “Gráficas sobre el cambio porcentual por grupos de edad de la población en Municipios y Puerto Rico 2020-2024”, reveló que los municipios han visto una reducción promedio de un 3% bajo este renglón.
El patrón que se consignó fue una baja de entre .5% a 1.5% entre cada año, en los periodos del 2020 al 2021, 2021 al 2022 y del 2022 al 2023, en la población que residía en los 78 municipios entre las edades de 18 a 64 años. Ese ritmo de disminución se mantuvo “sin cambio sustancial” entre el 2023 al 2024, alude el informe.
Pero, esta pérdida de la población en edad productiva no tuvo un impacto en el mercado laboral. Es que las estadísticas del Departamento del Trabajo apuntan a que entre los años 2020 al 2024 se registró un aumento en la tasa de participación de cerca de 5%. Esto representa que la población apta para laboral no se quedó en sus hogares, sino que se activó y consiguió un empleo.
Este fenómeno se observó pese a que los datos provistos por Julia E. Brito Hernández, economista principal del Negociado de Estadísticas del Trabajo (NET), del Departamento del Trabajo, reiteran la baja de la población dentro de las edades aptas para laborar. Este sector en la agencia se denomina “Población Civil No Institucional”, la cual está compuesta de “personas de 16 años o más que no están en instituciones como prisiones, hospitales psiquiátricos o las fuerzas armadas”.
Los datos apuntan a que entre los años 2020 al 2024 se registró una disminución en esta fuerza trabajadora de 55,000 personas, lo que constituyó un 2.2%.
“Esta reducción puede estar asociada a factores como migración neta negativa, envejecimiento poblacional y bajas tasas de natalidad”, dijo Brito Hernández.
No todos los pueblos registraron números negativos en el estudio que publicó el Instituto de Estadísticas. Varios municipios, como Dorado, Santa Isabel, Rincón, Moca, Juncos, Isabela, Gurabo, Cabo Rojo y Barceloneta, fueron los únicos que registraron un leve aumento en la cantidad de población bajo esta edad productiva.
Fue Dorado el que lideró la lista con un aumento de 2%, seguido de Cabo Rojo (1.4%) y Rincón (1.3%) , pueblos en los que se ha observado un crecimiento turístico.
Las razones de esta pérdida o aumento de la población entre los pueblos no ha sido estudiada por el Instituto de Estadísticas. Sin embargo, el demógrafo Lanselotte Oliveras Vega, asistente de proyectos estadísticos de demografía y geografía, explicó que el cambio generacional de menores de edad a este grupo de edad productiva o de este renglón con el grupo de adultos mayores de 65 años puede influenciar en la fluctuación poblacional. También destacó la migración entre pueblos o entre Puerto Rico y Estados Unidos es causante de esta reducción.

El impacto
El peligro que corre Puerto Rico al perder esta población “potencialmente activa” para estar en el mundo laboral es que “puede implicar a largo plazo una reducción en la productividad del país y, por consiguiente, en el potencial de crecimiento económico a futuro de la Isla”, precisó, por su parte, el director de análisis y política económica de Estudios Técnicos, Leslie Adames.
Subrayó que, “a nivel municipal, a medida en que las oportunidades de empleos en los municipios sean menores, eso tiene la implicación que esa población podrían optar por moverse a regiones o a municipios o el mercado laboral sea más dinámico. Sabemos que en donde se está concentrando básicamente la actividad económica en Puerto Rico es en la región metropolitana, que es el ‘hub’ de toda la actividad comercial y provisión de servicios de la Isla. Así que puede darse también ese fenómeno que tienes a esas personas con edades hábiles para trabajar moviéndose a esos municipios buscando oportunidades de empleo donde el mercado laboral es un poco más dinámico”.
No obstante, los principales pueblos de la zona metropolitana también registran una pérdida de población activa para laboral. Según los datos del Instituto de Estadísticas, San Juan registró una reducción poblacional entre 2020 al 2024 de 4.1%. Guaynabo, entretanto, perdió 2.4% de su población productiva durante el señalado periodo; Bayamón tuvo una baja de 2.8%, y Carolina de 2.5%.
Para los municipios, la pérdida de esta población trabajadora se ve registrado en la falta de dinero para proveer servicios.
El economista planteó que “en la medida que las condiciones del mercado laboral no sean buenas en términos generales y la gente de estos municipios salga, ya sea a otros municipios o a otras partes de los Estados Unidos, pues estos municipios dejan de recibir ingresos por concepto de patente municipal, actividad comercial en sus municipios, y eso también genera un problema en los municipios en su capacidad y estabilidad fiscal”.
El problema que Adames señaló es que no hay signos de que esta población productiva en la Isla vaya a aumentar, toda vez que la población menor de 18 años también va en caída.
El análisis del Instituto de Estadísticas apunta a que entre 2020 a 2024 hubo una reducción de los menores de edad en Puerto Rico de entre año en año de un 3% a un 6%, para un total acumulado entre 2020 al 2024 de una baja de 15.4%. Mientras, la población envejece a un ritmo acelerado. El registro que identificó el estudio citado apunta a que entre cada año hubo un aumento de 1.7% entre cada año. El promedio global entre los cuatro años fue de un incremento de 8.8% en esta población de adultos mayores.

Lo que esto significa es que la poca población que va a crecer e ingresar a este renglón de la fuerza laboral tendrá la mayor carga contributiva del país, aseguró Adames.
“Implicaría una carga de servicios sociales mayor y, por consiguiente, la necesidad del gobierno de tener que identificar recursos para financiar esos servicios sociales, servicios de salud, y eso recaería de una población joven cada día más chica, cada día más pequeña en Puerto Rico. Esas son las diversas implicaciones que tiene esto”, diagnosticó.
Se revierten los números
En términos laborales, en la actualidad la baja en la población con edad para tener un empleo no tiene gran impacto, ya que desde el 2020 más personas han decido activarse.
“Factores como la recuperación postpandemia; el envejecimiento activo, que eso quiere decir que, aunque la persona puede tener 62, 64 años, sigue trabajando, y políticas de empleo podrían estar influyendo en esta tendencia positiva”, expuso Brito Hernández.
Los cálculos del Departamento del Trabajo, que salen de la Encuesta del Grupo Trabajador, precisan que “en 2020 la tasa de participación era de 39.4%, mientras que para 2024 promedió 44.2%”, indicó la analista económica.
“El empleo total ha mostrado un crecimiento sostenido desde 2020, aumentando de 1,012,000 a 1,152,000 en 2024”, añadió la funcionaria.
“Esto refleja una recuperación y expansión del empleo, aun en un contexto de reducción de la población en edad laboral. La tendencia sugiere un mercado laboral más activo y resiliente en los últimos años. ¿Por qué hablamos de resiliencia? Porque pasamos por lo siguiente, por tormentas, huracanes, etcétera. Tenemos los temblores, tenemos también la pandemia y nuestro mercado ha seguido en constante recibiendo (empleados) y pasito a pasito, como lo dicen”, explicó Brito Hernández.
Este incremento de personas laborando ha llevado a una baja en la tasa de desempleo, que en la actualidad está en un 5.5%. En el 2020 estaba a 8.8%.
“Esta reducción sugiere una mejora sostenida en las condiciones del mercado laboral en Puerto Rico, acompañada de una recuperación del empleo y mayor participación económica”, dijo la analista.
La razón por la que hay más personas activadas en el mundo laboral no ha sido estudiado por el Departamento del Trabajo. Por ello, la funcionaria no pudo precisar la razón específica de ese cambio.
No obstante, Brito Hernández opinó que, “entre los factores que yo entiendo que son así básicos podríamos decir que tiene que ver con que las personas se están jubilando a edades mayores; no todo el mundo quiere recibir ayuda, hay personas que quieren trabajar, (y que) las políticas que está tomando el gobierno son más activas buscando que las personas estén empleadas. Así que eso sería algo bien general porque es lo que hemos visto”.

¿Qué se puede hacer?
Ante la perspectiva de que la población continuará envejeciendo y no será sustituida por jóvenes que puedan ingresar al mercado laboral, el economista Adames recomendó mantener a los adultos mayores activos. Aceptó que hiciera falta adiestramientos para que adquieran destrezas con las que se puedan adaptar al mundo laboral actual.
También llamó a las universidades a adaptar sus currículos a las necesidades del mundo laboral y fomentar las carreras vocacionales.
La secretaria del Trabajo, María del Pilar Vélez Casanova, señaló que para continuar activando a este sector con edad para trabajar a que ingresen en al mercado se debe “implementar estrategias que acerquen las oportunidades, adapten los servicios a las realidades y utilicen herramientas modernas para conectar talento”.
“Desde el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), estaremos ejecutando múltiples esfuerzos dirigidos a facilitar el acceso al empleo, ampliar las capacidades de los trabajadores y brindar apoyo estratégico a los patronos en sus procesos de reclutamiento. Uno de estos es el ‘Booth Camp Laboral’, serie de talleres que realizamos en distintos municipios, diseñados para orientar tanto a trabajadores como a empleadores. En estos espacios educativos se abordarán temas como derechos laborales, cumplimiento de leyes, reclutamiento efectivo, seguridad ocupacional y proceso de reclutamiento, entre otros. Además, el programa fomenta un intercambio directo entre el gobierno, el sector patronal y la fuerza trabajadora, promoviendo así una cultura de cumplimiento y desarrollo laboral”, indicó.
“Otro de nuestros proyectos en la feria de empleo y servicios ‘Atrévete a Trabajar’, cuyo propósito es impulsar la inserción laboral de sectores con menos representación en el mercado, como adultos mayores, personas con diversidad funcional, mujeres, veteranos, exconfinados y beneficiarios de ayudas gubernamentales, entre otros. Esta feria reúne a patronos con oportunidades reales de empleo y diversas agencias públicas que ofrecen orientación, apoyo y acceso a programas que fortalecen la empleabilidad”, añadió.
También mencionó que el “Portal de Empleo y Reclutamiento para Facilitar la Integración Laboral (PERFIL)” es una herramienta para conectar al patrono y a la persona que busca empleo.