La empresa operadora de los componentes de transmisión y distribución del sistema eléctrico de la Isla, LUMA Energy, presentó al Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) dos propuestas de planes de inversión integrales, que alega atenderían las necesidades de inversión del maltrecho sistema, pero para eso propone un aumento en la factura mensual promedio residencial de $19.16.

LUMA indica que ese aumento a la tarifa de los clientes, que según indicó en su comunicado de prensa “equivale a menos de 63 centavos diarios”, es para financiar las mejoras propuestas a sistema de transmisión y alega que “ni LUMA ni nuestras empresas matrices se benefician económicamente de estas inversiones”.

Ese aumento en la tarifa, de aprobarse, entraría en vigor “a partir de septiembre u octubre de 2025”.

LUMA advierte que, “sin estas inversiones críticas, proyecta un aumento de un 15.7% en las interrupciones durante los próximos tres años debido al estado frágil del sistema tras décadas de mala administración y falta de fondos”.

Además proyecta que si deniegan las dos propuestas, aun con los fondos de FEMA (Agencia Federal de Manejo de Emergencia), la confiabilidad del sistema eléctrico se deteriorará y el cliente promedio podría experimentar cerca de siete interrupciones al año con una duración promedio de hasta 20 horas sin servicio eléctrico, casi tres veces más que la duración de la segunda empresa con peor desempeño en los Estados Unidos.

El plan de inversión propuesto por LUMA contiene dos opciones de inversión, una llamada “Presupuesto óptimo”, y la otra “Presupuesto limitado”.

La opción óptima dice tener como objetivo “mejorar significativamente la confiabilidad y resiliencia de la red… sin sacrificar algunas mejoras por otras, mantener proactivamente la red, reducir las interrupciones de servicio, aumentar la preparación y respuesta a emergencias y mejorar el servicio general al cliente”.

La opción de presupuesto limitado se describe como uno “enfocado en las mejoras seleccionadas en el sistema de transmisión y distribución implementadas durante un tiempo más largo para reducir el impacto en las tarifas de los clientes”.

El presupuesto óptimo, sugiere LUMA, representaría unos $3,450 millones en nuevas inversiones para el sistema de transmisión y distribución de 2025 a 2028. Eso ayudaría a LUMA a conseguir unas mejoras en su desempeño que incluirían, en otras: reducir la duración de las interrupciones de servicio en un 14%; reducir la frecuencia de las interrupciones en un 12%; evitar 240 millones de minutos de interrupciones en el servicio de los clientes para finales de 2028.

El agrega que con ese presupuesto podría llevar a cabo una serie de acciones que incluyen: despejar vegetación de 4,000 millas de líneas eléctricas; instalar sobre 26,000 aparatos automatizados de distribución adicionales y otras tecnologías nuevas, como reconectadores inteligentes e indicadores de avería; instalar 11,100 postes que puedan resistir mejor los vientos huracanados; reconstruir líneas y circuitos y realizar conversiones de voltaje de circuitos; contratar 549 trabajadores de campo adicionales; adquirir 450 vehículos de flota nuevos, entre otras medidas.

En cambio, el presupuesto limitado solo representaría unos $2,300 millones en nuevas inversiones para el sistema de transmisión y distribución entre 2035 y 2028, con lo cual podrían reducir la duración de interrupciones en un 9%, la frecuencia de las interrupciones de servicio en un 8%, y evitar 186 millones de minutos de interrupciones en el servicio de los clientes para finales de 2028.

El presupuesto limitado, alega LUMA, aunque “evitaría un mayor deterioro del sistema eléctrico” no le permitiría cumplir con el ritmo acelerado necesario para reparar, restaurar y reconstruir el sistema eléctrico, y de todas serían necesarias inversiones adicionales. Además, requeriría que el NEPR revise las metas de desempeño en la confiabilidad del sistema para reflejar la reducción en la inversión y su impacto en el servicio eléctrico a los clientes.