Lymaris Albors Sánchez está “ready” para trabajar por los boricuas de aquí y de allá
Asume los retos de Acacia Network de brindar servicios de vivienda, educación y salud accesibles.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Cuando Lymaris Albors Sánchez viajó a Nueva York para estudiar comunicación pública en Fordham University, jamás pensó cuál sería su verdadera misión en una ciudad a la que llegó para quedarse por dos o tres años.
Sin embargo, su vida en la Gran Manzana tenía un propósito más grande que sus propias metas académicas; algo que visualizaron sus tíos quienes descubrieron que su sobrina de entonces 20 años poseía destrezas de liderazgo y decidieron invertir en su capacitación profesional.
Pero aún seguía forjando su futuro, sin sospechar que años después se convertiría en la principal oficial ejecutiva (CEO) de Acacia, la red comunitaria de mayor prestigio en el estado neoyorquino y la segunda en magnitud a través de los Estados Unidos, tras sustituir a Raúl Russi, quien ocupó la posición por dos décadas.
En entrevista con Primera Hora, Albors Sánchez confesó que está “ready” para preservar el trabajo realizado por sus antecesores durante unas seis décadas y encaminar a la organización hacia su primer siglo de existencia.

Pero antes, relató que es la menor de seis hermanos criados por su progenitora, Priscila Sánchez, en Manatí, además de ser una tía orgullosa y madre de dos perritos que asegura “son los CEO de mi casa”.
Lymaris, estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Puerto Rico, pero al trasladarse a Nueva York para continuar con sus estudios, se enamoró perdidamente de una ciudad que la cautivó por la diversidad cultural.
“El plan era quedarme de dos a tres años para tener una experiencia de vivir allá y desde el momento que llegué me enamoré de la ciudad, pero, cuando llegué al Bronx, me fascinó ver a tanta gente de diferentes sitios y comidas diferentes. Cuando terminé la universidad, dos personas muy importantes en mi vida, Alma Candelas que es mi tía, y Humberto Cruz, que se convirtió en mi tío adoptivo, vieron algo muy especial en mí y decidieron invertir en mí a nivel profesional y me cultivaron como por 20 años”, recordó.
“Muchos de mis éxitos profesionales se los debo a ellos que conocen a Raúl Russi, que tiene una carrera ejemplar; un jibarito del barrio Apeadero en Patillas. Tuve la oportunidad de conocerlo después de terminar mi carrera. Después me fui a atender un centro de atención primaria y luego de 12 o 13 años estaba lista para asumir un nuevo reto en mi carrera profesional y una persona muy allegada que quiero mucho y que era amigo de Raúl le dijo, ella está ‘ready”, acotó.
Tras entrevistarse con Russi, quien durante su mandato hizo crecer la organización de un presupuesto operacional anual de menos de $5 millones, a aproximadamente $500 millones en ingresos y cerca de $900 millones en activos en la actualidad, éste le pidió a su futura sustituta que hiciera viviendas asequibles en Puerto Rico.
“Esa parte no la había hecho profesionalmente, ni aprenderla ni ejecutar en ese ámbito. Me parecía muy interesante que me dieran la oportunidad de llegar a Puerto Rico con una misión de hacer vivienda asequible y me enamoré de la misión y lo logré. Ocho años más tarde, Acacia tiene uno de los proyectos más hermosos que tiene la Isla, se llama Palacio Dorado en Toa Alta”, resaltó la primera puertorriqueña en dirigir las riendas de Acacia, una red comunitaria que cuenta con más de un centenar de organizaciones afiliadas en seis estados de Estados Unidos y en Puerto Rico.
“En esa misión, el ‘board’ de Acacia y Raúl Russi conocieron a la Lymaris que ahora todo el mundo está conociendo, una muchacha bien enfocada, con mucha tenacidad, con un compromiso para las comunidades con mucha necesidad que es lo que me apasiona, es mi foco, es lo que me levanta todos los días. Creo que de verdad hay mucho que hacer por nuestras comunidades; quiero ser un agente de cambio”, confesó.
Su mayor reto, manifestó, “es estar segura de que Acacia siempre tenga las puertas abiertas. Me voy a encargar de llegar a los 100 años”.
“Entre esa misión que Raúl y el ‘board’ enviaron a Puerto Rico, ellos empezaron a ver que tengo todas las destrezas que debo tener para poder liderar esta organización para los 100 años. Lo que me toca a mí ahora”, reiteró.
“La historia de Acacia es muy bonita, porque Acacia se crea cuando dos organizaciones fundadas y lideradas por puertorriqueños por más de 30 años se unieron para crear lo que hoy conocemos como Acacia Network. Las necesidades que estos pioneros puertorriqueños y los servicios que ellos pelearon son los mismos servicios por los que hoy tenemos que pelear, que son acceso a la educación, acceso a atención primaria, acceso a vivienda asequible y que esas necesidades se ven al nivel más alto de caridad”, expuso.
Destacó que entre las necesidades más apremiantes está el acceso a los servicios de salud mental, además de la necesidad de acceso a programas de tratamiento de adicción a drogas.
No obstante, aseguró que desde temprano aprendió a no separar la diáspora puertorriqueña de la población que reside en la Isla.
“De donde vengo, y los pioneros y Raúl y el ‘board’, nosotros nunca nos hemos visto como que somos de acá y los puertorriqueños de allá. Es algo bien bonito porque nosotros nos vemos como una nación y eso no lo ves en todas ‘nonprofit’ de Nueva York. Acacia nunca ha hecho la distinción porque si hay un puertorriqueño en Puerto Rico que necesite acceso a vivienda, acá también hay otro”, argumentó.
Mientras tanto, la boricua está clara del desafío que asume “contenta, super proud”.
“Primero, tengo que estar segura de que lo que se ha creado por 60 años y que se ha podido salvar, continúe. Segundo, tengo que expandir en el porfolio de viviendas asequibles; tengo ahora mismo 1,800 unidades, el ‘board’ de nosotros bajo mi mando, vamos a llevarlo a 6,000 unidades de vivienda. Y la tercera es la integración de todos los servicios que proveemos, lo que ustedes allá le llaman 330, aquí tengo ocho. Soy la proveedora más grande de albergues para personas que no tienen casa”, detalló.
“El tercer mandato que tengo es que todos los servicios que Acacia brinda estén completamente integrados; no importa de dónde llegue el cliente yo le pueda proveer todos los servicios que necesita. Para eso debo tener integración de los récords médicos electrónicos, es algo que tengo que traer mucha tecnología para poder unificar todos los servicios que damos y que todo se haga con calidad”, agregó.
Finalmente, agradeció la oportunidad que se le presenta y para la cual se preparó por muchos años.
“Estoy agradecida a Papa Dios y bien agradecida de Raúl por creer en mí, por cultivarme, por enseñarme que ser puertorriqueño de aquí o de allá, no importa, que lo importante es serlo dondequiera que estés y hacerlo por la gente linda que se merece lo mejor. Estoy ‘ready’ “, concluyó.