Una libreta de anotaciones se convirtió en una importante herramienta de desahogo para Nitza Ríos, desde el día que tuvo que enfrentar la dolorosa noticia de que su hija Arellys Mercado Ríos había sido asesinada en medio de un confuso incidente por un celular en Villa Marina Boulevard, en Fajardo, un crimen que ha trajo consigo un extenso proceso judicial que llegó hoy a su etapa final cuando Jensen Medina Cardona fue declarado culpable de los hechos ocurridos hace 26 meses.

Nitza se aferró fielmente a su “diario” en cada una de las 31 vistas en la que se narraron los últimos momentos de vida de su hija, durante el juicio contra el hoy convicto, Jensen Medina Cardona.

“Yo soy educadora y siempre me gusta hacer anotaciones y esto ha sido como un diario que llevo de lo que ocurre durante las vistas y me voy como si estuviera conversando con ella: ‘hoy están presentes tus amigos, tales, tales y tales; hoy el tema que hablamos fue tal cosa… hoy se dijo de ti estoy y esto’. Así yo hablo con esa libreta, como si estuviera hacienda un diario de ella”, rememoró cuando Primera Hora le preguntó qué significaba para ella esa libreta que siempre cargó con mucho recelo.

“Y es como un desahogo, llevo mi pequeña Biblia; me leo el Salmo 37, que dice que no tengamos envidia de los que hacen maldad porque como la yerba verde serán cortados y dice el 6 que exhibirá mi justicia como la luz del mediodía y eso es como decirte que esto está garantizado”, agregó quien hizo unas últimas anotaciones en la libreta justo en el momento en el que la jueza Gema González declaraba culpable de de tres cargos criminales al asesino de su hija.

La madre -que posteriormente quiere convertir su diario en un libro- compartió la primera carta que escribió a Arellys, justo cuando habían transcurrido 19 meses del asesinato. La misiva tiene fecha del 11 de febrero de 2021 y dice así:

“Ya han transcurrido 19 meses desde que partiste de este mundo inesperadamente. Sé que estás en un mejor lugar donde no hay dolor ni sufrimiento; en los brazos de nuestro Salvador. Mientras tanto, acá los que te amamos, te echamos de menos; extraño tu risa ruidosa, tus fuertes abrazos… tus atenciones.

Abuela y yo te mencionamos todos los días. Hoy estamos aquí en el tribunal de Fajardo en pleno desarrollo del juicio para confirmar quién fue tu asesino; aunque tenemos conocimiento de quién fue, las leyes establecen que hay que llevar a cabo un juicio donde se establezca -sin duda razonable- quién te privó de la vida. Tus amigos, familia y yo estamos aquí por ti y estaremos hasta que se haga justicia”.

Nitza guarda celosamente varias fotos de Arellys en su “diario”. Y, mientras mostraba algunas de ellas, reflejaba en sus ojos el inmenso amor hacia su hija.

“De eso vivo, de esos recuerdos lindos que me dejó y que hoy comparto con ustedes con todo cariño y todo respeto”, dijo sobre Arellys, una joven apasionada de los viajes que fue asesinada a los 33 años y cuando se disponía a desarrollarse como una empresaria en el mercado de funerarias.