Herida por la incertidumbre...

Kamile cumplirá el próximo sábado 15 años. Pero sólo la fecha está presente; su existencia es un misterio desde hace más de dos años.

En vez del viaje en crucero que ella y su madre planeaban para celebrar, un “círculo de oración” clamará por su regreso.

“La estamos esperando desde el día que se fue”, expresó su madre, Carmen Ortiz, segundos antes de irrumpir en llanto.

El dolor por la pérdida continúa presente. La incertidumbre la mantiene como en un barco sin rumbo. “No sé si sufre o si está bien, dónde está”, comentó la mujer a PRIMERA HORA.

“A veces uno le cuestiona a Dios por qué no hay nada, pero uno sigue... Vamos a orar hasta que aparezca”, manifestó.

Carmen no ha vuelto a ver a Kamile Stephanie Burgos desde las 9:00 de la noche del 8 de julio de 2006 cuando la adolescente, de poco más de 12 años para ese entonces, abandonó la casa, sólo con su teléfono celular.

La investigación de la Policía apunta a un sospechoso: Amílcar Matías Torres, un hombre de 52 años, sentenciado a veinte años tras las rejas y 35 más de libertad supervisada, pero por casos no relacionados con Kamile sino por cargos de explotación sexual de cuatro niñas menores de 15 años.

Pero eso no es suficiente para Carmen. “No me da tranquilidad ninguna porque yo no sé dónde está ella. El que esté preso no cambia nada, porque ella... ¿dónde está?”, indicó la madre, quien sigue asistiendo a citas con un psiquiatra.

De acuerdo con la agente a cargo del caso, Nancy Sánchez, de la División de Homicidios de Caguas, Matías Torres no ha confesado el paradero de la adolescente, que se presume conoce.

Indicó que son varios los hechos que evidencian la comunicación entre Matías Torres y Kamile, sin embargo, no son prueba suficiente para “esclarecer” el caso.

Llamado a cooperar

“Necesitamos un participante, una persona que tenga conocimiento de lo que Amílcar hacía; alguien tiene que tener conocimiento de lo que Amílcar hacía”, expresó la agente, quien participó de la entrevista de Carmen con este diario en su residencia.

Por eso, Sánchez hizo un llamado a la ciudadanía a ofrecer información que ayude a esclarecer el caso llamando, confidencialmente, al 744-7251, extensión 4030.

La agente narró, según surgió de la pesquisa, que el contacto entre ambos surgió a través de los números que aparecen en las pantallas de los televisores mientras se emiten vídeos musicales. También hubo acercamientos por Internet, dijo.

Ese día, el 8 de julio, la factura de llamadas al celular prepagado de la chica -un regalo por sus buenas notas- reveló que a las 8:00 de la noche Kamile habló durante 32 minutos con Matías Torres; a las 8:38 de la noche hablaron otros 8 minutos; y a las 8:53 de la noche hablaron 1:35 minutos. “Ya a las 9:00 ella no estaba aquí”, contó la agente mientras cargaba la carpeta del expediente.

“Le compré ese teléfono de regalito; jamás yo pensé que eso iba a ser un instrumento para que pasara algo malo”, comentó Carmen.

De otra parte, una fotografía en poder de la agente muestra a Matías Torres entre las personas sentadas en el área de comida del centro comercial donde se realizaba una competencia de talento, a donde la chica asistió como participante, horas antes de la noche del día 8. También se observa la presencia de Kamile, pero alejada de él. Carmen dice que desconocía de la relación. Sánchez, de hecho, dice que para la Policía la madre no es sospechosa.

La pesquisa también está a cargo del Negociado Federal de Investigaciones (FBI). Ayer, el portavoz de la agencia federal, Harry Rodríguez, dijo a este diario que “no podemos dar el status de una investigación que está en curso. Seguimos trabajando con la Policía, el Negociado Investigaciones Especiales (NIE) y las otras agencias de ley y orden en esta investigación”, informó.

Mientras tanto, Carmen mantiene el cuarto de Kamile arreglado y con las cosas que la recuerdan. Este año le compró un peluche.

“Vivo con la esperanza de que llegue”, expresó.