Ponce. Apoyo e inspiración, sin importar cuán grande sea el reto.

Catherine Echevarría entregó su vida a su hija, tratando de procurarle un mejor vivir, pero en ese trayecto quedaron muchas cosas pendientes... hasta ayer, cuando ambas pudieron compartir la felicidad de alcanzar, simultáneamente, sus metas académicas.

Echevarría y su hija, Catherine Ruiz, forman parte de la vigesimoquinta graduación de Trinity College of Puerto Rico, institución de los Centros Sor Isolina Ferré que ayer celebró la graduación de 85 de sus estudiantes de los programas de carreras cortas de salud, tecnología, educación y comercio. Rebosantes de orgullo, madre e hija desfilaron con sus togas, seguras de que, tal como dice el lema, “todos podemos alcanzar metas tan altas como las estrellas si nos proponemos y vencemos los miedos”.

“Me siento bien orgullosa de mí y de que lo pude lograr junto a mi hija”, comentó la mujer, quien resaltó que valió la pena el esfuerzo.

Ruiz, quien continuará estudios en el grado asociado en enfermería práctica, manifestó que siempre quiso ser enfermera porque le gusta ayudar a los demás.

“Nos ayudábamos entre las dos, aunque nunca estudiamos juntas”, sostuvo entre risas la joven de 22 años.

¿Otra razón para celebrar? Madre e hija se gradúan con promedio de cuatro puntos.

Por su parte, para Marlene Toledo obtener su diploma de enfermería es uno de los mayores logros de su vida. Esta recordó que tuvo que abandonar los estudios por condiciones de salud, pero que más adelante su esposo la estimuló para que regresara a completarlos, de los que se gradúa con cuatro puntos.

“Nunca es tarde, hay que tener el deseo de hacerlo y el resultado es gratificante”, mencionó Toledo.

Para José Agosto, un joven de 17 años que estudió enfermería, su graduación de Trinity College es el primer paso hacia sus sueños.

“Si yo pude luchar para llegar hasta aquí, los demás también pueden”, expresó .

El principal oficial ejecutivo de los Centros Sor Isolina Ferré, José Luis Díaz Cotto, felicitó a los estudiantes y elogió sus sacrificios, su dedicación y pasión. “Ustedes son la razón de ser de los centros, le dan vida a los sueños de sister Isolina”, dijo Díaz Cotto.

Señaló que, de estos graduados, el 75 por ciento tendrá un trabajo este año. Añadió que de los 85 graduandos, solo 11 son hombres.

La alcaldesa de Ponce, María Meléndez Altieri, quien fue la oradora principal, expresó que “en este momento en que dejamos atrás el camino de estudiante y comenzamos a caminar por el camino profesional, les digo que no es fácil, pero estamos seguros que saldrán adelante”.