Fabiola Renata Vázquez Almodóvar tiene dos mamás que la aman y añoñan por igual. En esta ecuación, “mamá Zilka la cargó en la barriga y mami Tuti en el corazón”.

La única diferencia entre las madres es que Zilka Vázquez Torres es más condescendiente a la hora de disciplinar. En cambio, mamá Tuti, cuyo nombre es Gloria Almodóvar Ramos, es la que imparte el respeto.

Pero, a su corta edad -dos años y medio-, la niña sabe que su familia está compuesta por dos madres, que las une el amor y que no hay diferencias en el cariño maternal que ambas le expresan.

Zilka y Gloria comenzaron su relación de pareja en el 2005 tras haberse conocido en escuela superior. El 23 de agosto de 2017 contrajeron matrimonio y formaron su hogar en San Germán. Desde entonces, el anhelo de ser madres estuvo presentes.

En un inicio, para la pareja fue un instinto natural determinar que Gloria iba a ser la mamá gestante. Un amigo de la familia apoyó al matrimonio para cumplir el deseo y donó el semen.

El embarazo se logró en el 2018, pero “el bebé no creció”.

“Fue un proceso fuerte”, relató Gloria, quien tuvo que ser sometida a un “raspe”.

Más, sin embargo, la relación de pareja se fortaleció. Entonces, Zilka tomó la iniciativa de someterse al proceso de inseminación artificial tres meses después de la pérdida del bebé, al que bautizaron como “Little sweet pea”.

“Yo pensé: ‘Soy más fuerte emocionalmente’. Le dije, pues, yo lo voy a tratar, porque para ella fue más difícil la pérdida del bebé”, sostuvo.

De inmediato, Zilka quedó embarazada de un donante de semen desconocido y Gloria se dedicó a consentirla.

“Realmente, me hizo ver que ella me amaba más allá de una pareja, que ese amor iba a trascender”, describió.

El 7 de noviembre de 2019 nació Fabiola Renata y ambas se convirtieron en madres.

“Desde un principio era como que, si la cargas tú o la cargo yo, vamos ambas a ser madres. Incluso, si nos pasa algo, siempre vamos a seguir siendo madres de Fabiola”, indicó Zilka con algo de dificultad para poder expresar su sentir.

Gloria, por su parte, afirmó que “siempre ha sido un trabajo de ambas y siempre ha estado claro no porque ella haya sido la madre gestante o no; siempre la responsabilidad de Fabiola ha sido de ambas… Ha sido una integración. Tal vez esa integración la teníamos primero como pareja y ahora como madres. O sea, es como dos roles”.

En esa crianza, las madres toman tiempo para explicarle a la niña que se desarrolla bajo una relación homoparental. Le destacan que el amor y el respeto es lo más importante.

“Siempre le hablamos de la familia diversa, de los amores, verdad, del amor diverso. Yo creo que la manera en la que siempre pensamos en criarla era con respeto y amor. Al día de hoy, podemos decir que se ha logrado”, expuso Gloria.

Agregó que, “no porque una es la madre gestante y, como yo le digo, otra es la madre del corazón, una o la otra tenga algún tipo de responsabilidad especial, sino ha sido como un trabajo en equipo de las dos. Es responsabilidad de ambas, no lo vemos como que tú tienes este rol o tienes esa responsabilidad, es de manera equitativa. Obviamente, tenemos nuestros acuerdos como pareja o familia, pues si tú trabajas, yo la recojo o viceversa. Es como la crianza en cualquier familia”.

La niña Fabiola es “muy amorosa”, picoreta y muy activa. Entre balbuceos, propios de la edad, ya se puede comunicar tanto en español como en inglés.

Recién comenzó en un cuido, porque la situación de los terremotos y la pandemia permitió que Gloria trabajara desde la casa y la abuelita Tata les acompañara en el hogar. Este tiempo permitió que la niña no haya tenido que exponerse al prejuicio que algunos puedan tener por el hecho de que tenga dos mamás.

Sin embargo, las madres dijeron estar seguras de que cuando la niña enfrente algún “reto”, Fabiola Reneta saldrá en defensa de su familia, de sus madres. Es que no dejan que pase una semana sin que le reseñen qué tipo de amor ha logrado unir sus vidas para siempre.

Entre los preparativos que esta pareja ha realizado para demostrarle a Fabiola Renata cómo es que se lucha por amor ha estado llevarla a las protestas. Participaron de manifestaciones que se realizaron para defender la zona marítimo terrestre en Rincón y de una en pro de las mujeres en Mayagüez.

En la casa, la pareja se divide las tareas. Si una cocina, la otra juega con la pequeña.

“Nos ve a ambas por igual. Nos procura a ambas por igual. Siempre pregunta por las dos. Al momento, es así”, comentó Zilka.

No hay diferencias, porque ambas llenan a Renata de igual porción de amor, de amor de madre.

En los pasados meses la pareja ha intentado darle hermanitos a Fabiola Renata, pero no lo han logrado. Está en el tintero la posibilidad de la adopción. Es que ambas ven el proceso de ser madres como “grandioso” y “especial”. Además, comentaron que vienen de familias grandes y no quieren dejar a Fabiola Renata como hija única.

Aunque gratificante, este paso de ser madres no ha sido fácil para Zilka y Gloria.

El primer choque lo enfrentaron cuando no se le permitió a Gloria pasar a la sala de operaciones a ver el nacimiento de su bebé mediante cesárea. También las madres identificaron como injusto que solo se pueda inscribir niños de relaciones homoparentales en el Registro Demográfico en San Juan.

Otro reto que enfrentaron fue que a Gloria se le negó la licencia de maternidad. En el trabajo le indicaron que solo si adoptaba a la niña podría disfrutar de esos días. Solo se le concedió licencia de paternidad, que se limita a una semana. El resto de los días en los que cuidó de su esposa Zilka y de la bebé los tuvo que tomar de vacaciones.

Pero, más allá de los inconvenientes que puedan enfrentar, mamá Zilka y mamá Tuti se enfocan en la crianza, en que Fabiola Renata sienta ese “amor incondicional” y en demostrarle que ese amor es “sano”.