Cuando Lenis Collazo Aponte era niña, cocinar pasteles junto a sus abuelas y familiares se convertía en un evento comunitario.

Tan amenos eran los juntes de cocina, que atraía a vecinos. Con sus propias manos, cada familiar y ser querido cocinaba su pastel, convirtiendo estos momentos en una tradición inolvidable.

Fueron esas memorias las que inspiraron a la maestra a dedicar los talleres gastronómicos, en la Escuela Especializada en Idiomas Rafael Pont Flores en Aibonito durante la Semana de la Puertorriqueñidad, a la confección de platos típicos.

Yo quería que los nenes pasaran por esa experiencia. (Y) así mismo lo hice, como mismo me lo enseñaron mis abuelas, así mismo yo lo hice con los nenes”, rememoró la docente de ciencias de la familia y el consumidor.

Los talleres de cocina, que provocaron miles de reacciones positivas en las redes sociales, se organizó luego de que las restricciones por evitar la propagación del COVID-19 obstaculizaran la celebración de la tradicional Fiesta Jíbara que el plantel escolar lleva a cabo anualmente.

“En lugar de hacer esta fiesta bien grande, donde todos los nenes tenían una presentación e iban los papás, los abuelos y toda la familia, lo que hicimos fue dar talleres diarios de todo, no solamente de cocina, (pero) se dieron talleres de bomba, de pintura taína, cómo ponerse turbantes”, explicó.

“A mí me tocó todo lo que era gastronómico. El lunes hicimos empanadillas y panuchos, el martes sopas de plátano y arañitas, el miércoles hicimos alcapurrias y el jueves la pastelada”, especificó la orocoveña.

Los estudiantes, de grados de intermedia y superior, quedaron “encantados”, expresó Collazo Aponte. Durante la semana de aprendizaje, además, se sorprendieron por la cantidad de condimentos que requieren los platos boricuas.

“Lo más difícil (de enseñar) fue la técnica de mondar verduras, guineos. No saben. No han pasado por eso. Ya nadie los pone a hacer ese tipo de cosas”, comentó la educadora al asegurar que “a ellos les encantó” aprender y “estaban muy contentos”.

Por cuanto, el programa de Ciencias de la Familia y el Consumidor se divide en civismo, exploración ocupacional y STEM, los talleres también incluyeron la preservación de valores culturales y el uso de aprender a cocinar para abrir la puerta hacia establecer una microempresa.

Además de ser maestra, Collazo Aponte está al frente de la Fundación Líderes de Esperanza Orocoveña, que busca ofrecer talleres gratuitos basados en inteligencias múltiples a la comunidad del barrio Botijas 2.

Luego de que el municipio adquirió la escuela abandonada Segunda Unidad Botijas 2 en marzo, se la traspasó a la Fundación para crear el centro comunitario.

“Siempre trabajaba fuera de Orocovis, (y) yo sentía que en mi barrio, donde yo crecí, no estaba aportando como debería aportar”, relató al recordar sus años de estudio en el lugar y los años que su madre laboró en el plantel escolar.

Desde el nuevo centro, se ofrecerán talleres de: arte, tutorías, cocina, música y drama, entre otros.