Mane Cruzado pide al Supremo desaforo de dos fiscales federales

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 18 años.
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El convicto ex alcalde de Vega Alta, Juan Manuel “Mane” Cruzado, presentó un recurso en el Tribunal Supremo de Puerto Rico en el que solicita el desaforo de los fiscales federales Guillermo Gil y Rebecca Kellogg a quienes les imputa violaciones a los cánones de ética de la abogacía.
En el documento, el ex alcalde popular argumentó que los fiscales le fabricaron un caso porque la dependencia municipal a la que alegadamente le robó “no existe”.
“Los querellados instigaron la presentación de unas falsas acusaciones contra el suscribiente ante un gran jurado federal, que motivó que fuera acusado procesado y hallado convicto en el Tribunal Federal por unos delitos que ni él ni nadie cometió. Delitos que nunca ocurrieron”, alega Cruzado en su moción.
El ex ejecutivo municipal afirmó en conferencia de prensa que el Centro Cultural de Vega Alta al que alegadamente le robó no es una dependencia municipal.
“Gil fabricó la existencia de una dependencia municipal, que no existía”, sostuvo.
Cruzado rechazó que su acción esté motivada por una venganza.
“La justicia nunca es venganza y yo lo que estoy pidiendo es justicia... lo que estoy pidiendo es que sean expulsados de su profesión de abogacía de por vida”, sentenció.
En su moción, Cruzado argumentó que el fiscal Gil “utilizó ilegal y criminalmente los poderes conferidos a la oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico para realizar una investigación contra el querellante”.
Los cargos de corrupción por los que Cruzado resultó convicto se relacionan con el viaje que hizo junto a su ex esposa, la otrora senadora Maribel Rodríguez, y sus hijos al Desfile Puertorriqueño de Nueva York en el 2001 que se le dedicó al municipio de Vega Alta.
Cruzado insiste en que creó un Comité de Ciudadanos Vegaltenos para movilizar a sus compueblanos al tradicional desfile, pero que esa organización no tenía nada que ver con el supuesto Centro Cultural de Vega Alta.
“Le mintió Gil al gran jurado al alegar ante éstos que existía una organización sin fines de lucro perteneciente al Municipio de Vega Alta conocida como Centro Cultural de Vega Alta. Esa absurda y ridícula mentira fue recogida en el pliego acusatorio que emitió el gran jurado el 24 de octubre de 2001”, reza la moción de 11 páginas sometida por Cruzado al Supremo.
En cuanto a la fiscal Kellogg, Cruzado argumentó que también le fabricó unas acusaciones, que dieron pie al pliego acusatorio enmendado del 25 de enero de 2002, en el que se le imputó extorsión a un contratista del ayuntamiento.
“Los querellados (Gil y Kellogg) conspiraron, fabricaron y planificaron la presentación de cargos criminales de corrupción gubernamental contra el querellante haciendo uso y abusando de los poderes de la oficina del fiscal federal”, destacó.
De acuerdo con Cruzado, “la fabricación” del caso en su contra resultó en la pérdida de su fortuna y el desmembramiento de su familia, lo que incluyó la destrucción de su matrimonio de 26 años con la ex senadora Rodríguez.
Por los delitos que resultó convicto, Cruzado cumplió una sentencia de cinco años y tres meses de cárcel. Además, le restan otros tres años de libertad supervisada.