Una mordedura de una mangosta podría significar el contagio con el virus de la rabia, por lo que el Programa de Recreación de El Yunque ha hecho un llamado de precaución ante la proliferación de este animal en el parque forestal.

La alerta pronunciada por el director del programa, José R. Ortega Solís, coincide con el llamado que hiciera el Departamento de Salud a la vacunación contra la enfermedad. 

Ortega Solís informó que las personas deben tener cuidado cuando se encuentren con un perro o gato y en especial, frente a una  mangosta “territorial”.

Entre los meses de enero hasta febrero es cuando más fuerte se ponen. Siempre están ahí y puede ocurrir que te las encuentres en cualquier momento y se van corriendo. Se atraviesan en las veredas y si un visitante se encuentra una de ellas de momento y la ve que no se retira, debe entender que está en actitud de atacar”, advirtió Ortega Solís.

“Hacen un ruido como ‘sssssshhhhhh’, se encrespan y van pa’ encima de la persona. Cualquier animal salvaje escapa de inmediato, por lo que si estás en un área descampada o cercana a arbustos y ese roedor, perro o gato no huye a tu presencia y te enfrenta, es muy probable que tenga la zoonosis”, agregó.

El funcionario forestal recomendó que una persona herida por cualquiera de estos animales debe ir al hospital inmediatamente para recibir atención médica.

Este mamífero natural de la India fue introducido a la Isla a finales del siglo 19 para controlar directamente la plaga de ratas e insectos en las fincas de caña que para ese entonces había. A partir de ahí, se proliferó en todo Puerto Rico e islas adyacentes por no tener depredadores que controlen su población.

En tanto, la secretaria de Salud, Ana Ríus Armendáriz, instó a los ciudadanos a vacunarse para reducir las fatalidades relacionadas con la transmisión de la rabia. 

“Es por esto que comenzó la primera fase de un estudio cuya meta es la implementación del uso estratégico de vacunas ingeridas oralmente para reducir y eliminar la amenaza de rabia en las mangostas,” apuntó la titular de Salud, acción que llevan a cabo regularmente los guardabosques de El Yunque.

El virus de la rabia se contrae por medio de la saliva infectada de los animales mamíferos. Al contacto con el sistema sanguíneo, penetra en el cuerpo a través de una mordedura o un corte en la piel. El virus viaja desde la herida hasta el cerebro y desde entonces produce una hinchazón o inflamación. Este diagnóstico es característico de la enfermedad, que según informes de Salud, significan el 99.9% de las muertes registradas por tal situación.