Las marejadas ciclónicas impactaron el condomino Ventana y Brisas del Mar, en Hatillo, al punto que el fuerte oleaje derribó la puerta de entrada de un apartamento y el agua invadió la residencia que había sido evacuada por sus inquilinos.

La mayoría de los residentes de este condominio, que ubica frente al océano Atlántico, optaron por salir el miércoles y evitar sufrir el embate del huracán Irma en el complejo residencial. No obstante, arededor de cuaro familias permanecieron en el lugar.

Los vientos huracanados y el oleaje invadieron el complejo, dejando agua y escombros en las áreas comunes y en algunos apartamentos de la planta baja.

Entre los pocos residentes que se quedaron en sus apartamentos ayer, estaba José Hernández, quien tenía previsto salir, solo si el área del mangle empezaba a inundar. Como eso no ocurrió se quedó en su vivienda y desde allí escuchaba y veía las olas del mar cuando golpeaban los edificios más cercanos a la costa.

“Llegó el mar hasta acá y tumbó la verja, también la puerta de uno de los apartamentos”, relató Hernández, quien aseguró que aun así se sentía seguro en su apartamento. “Se sentía fuerte el zumbido del viento pero no hubo mucha lluvia”, mencionó.

Hatillo tenía 32 refugiados, algunos de ellos vecinos de Ventana y Brisas del Mar. De hecho, pasadas las 10:00 de la noche personal de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias de Hatillo (OMME), acudió al llamado de dos residentes de este condominio, que luego de advertir el fuerte oleaje, sintieron temor y solicitaron que las llevaran a un refugio, indicó el director de esta oficina, Ismael Martínez.

Hoy en la mañana la guardia de seguridad del complejo residencial, Luz Pérez, no tenía certeza de los daños que tenía el complejo porque los residentes evacuados todavía no habían llegado a sus hogares.

A pocas calles de este condominio, Monín Nieves Colón también escuchó anoche el potente sonido de las olas que a poca distancia de su casa azotaban esa zona costera. Sin embargo, la hatillana dijo que no sintió temor porque ya había pasado allí otros huracánes que sí causaron estragos en la urbanización Corales.

“(El huracán) Hugo me voló los portones por el viento que hizo”, dijo Nieves Colón al comparer el impactó que sintió en ese huracán que pasó por la isla en el 1989 con el azote de Irma ayer. “Tenemos que agradecer que este huracán no hizo prácticamente nada”, comentó.