Maribel Lugo García aprendió a tocar saxofón cuando estaba en quinto grado, pues se colaba en el salón de banda de la escuela intermedia Rafael D. Dapena en Guayanilla, a donde acudía diariamente en espera de que su madre saliera de trabajar.

Y es que su progenitora, Luz María García, laboraba en el comedor escolar del plantel y no encontraba a alguien que cuidara de su retoño al culminar su periodo académico.

Sin pretenderlo, Maribel estaba erigiendo los cimientos de una carrera en educación musical que le ha ganado el respeto del pueblo, mediante la dirección de la Banda Escolar de Guayanilla durante más de dos décadas.

“Yo salía de mi escuela al mediodía y, como no tenía quién me cuidara, me tenía que ir para la escuela donde trabajaba mi mamá. Ahí aproveché, me iba para el salón de banda y comencé clases con (el maestro) Edgardo Arlequín. Mi mamá se creía que yo estaba allí viendo, lo que no se imaginaba es que estaba ya con un saxofón en las manos”, relató la fémina de 49 años.

“No sé por qué, siempre me gustó ese instrumento. Los demás compañeros de banda me prestaron una boquilla, un collarín y, hasta el día de hoy. Toqué en mi graduación de sexto grado y cuando paso a la intermedia, ya estaba en la banda”, agregó la también hija de Ismenio Lugo Irizarry.

Según Lugo García, criada en la barriada Guaydía, su estancia en la agrupación musical le permitió viajar a Nueva York en 1987, cuando apenas cursaba el octavo grado.

Maribel recuerda las distintas etapas que la han llevado a ocupar el sitial que hoy ostenta.
Maribel recuerda las distintas etapas que la han llevado a ocupar el sitial que hoy ostenta. (Xavier Garcia)

“Yo nunca había viajado. De hecho, mis primeros viajes a San Juan fueron con la banda; como viajábamos la isla tocando…”, acotó Maribel que en un momento le apodaron “The band girl”.

Así las cosas, el talento que estaba despuntando en la guayanillense le abrió puertas para tocar en orquestas de merengue, entre estas, Mayra Mayra, la Tañón Band y hasta colaboró con “El rey de corazones”, Manny Manuel.

Su primer empleo fue en la Banda Escolar de Guánica para 1998, justo al completar un bachillerato en Educación Musical Instrumental de la Universidad Interamericana en San Germán. De hecho, actualmente cursa el doctorado en Currículo y Enseñanza en la misma institución.

“Entro a trabajar como maestra en la Banda Escolar de Guayanilla en 2001 y, en 2003, empiezo como directora de la banda. Me sentí un poco nerviosa porque no es lo mismo estar sentado tocando que dirigiendo y organizando todo. Estaba nerviosa, pero de adrenalina buena”, sostuvo.

Sin embargo, a pesar del intenso trabajo, los fenómenos atmosféricos, terremotos y la pandemia del COVID-19 cambiaron la dinámica que llevaba Maribel desde principios de este milenio.

Por eso, cuando se registraron los temblores del suroeste en enero del 2020, la directora de banda corrió hasta la sede de la institución en la escuela superior Arístides Cales a verificar en qué condiciones quedaron los salones que, con tanto esmero, había acondicionado.

“Fui rápido a la escuela y pude entrar; uno de los pisos estaba separado del otro. Me dio mucho pesar y mucha tristeza porque en esa escuela yo tenía tres salones y los preparé poco a poco. El salón de baile tenía espejo, barra para estiramiento; al salón grande de ensayo, le hicimos la tarima escalonada”, lamentó.

Horas después, lograron salvar algunos instrumentos con la ayuda del experimentado rescatista y actual director del Negociado de Manejo de Emergencias, Nino Correa.

El pueblo de la gran banda

Guayanilla es conocido como “el pueblo de la gran banda”, debido al extenso legado que caracteriza a su Banda Escolar, fundada por el maestro Edgardo Arlequín en 1975.

Desde 1987, el activo cultural ha representado al país en distintos eventos a los que viajaron como invitados, entre estos, el Desfile Puertorriqueño en Nueva York, Desfile de las Rosas, Parada de Macy’s, Disneyworld en Orlando y California.

“Cuando me gradué de cuarto año, el representante Samuel Ramírez fue a entregar unas becas a los estudiantes de banda en 1992, íbamos para Nueva York. Fue quien dijo: ‘vengo a entregarle la beca a los estudiantes del ‘pueblo de la gran banda’’. Se me grabó porque eso fue bien significativo”, admitió.

“De ahí surge el Carnaval Musical del Pueblo de la Gran Banda, en el 2009, ante la necesidad de hacer un evento grande para recaudar fondos porque íbamos para California (al Desfile de las Rosas). Gracias a Dios que yo tocaba con las orquestas como Limi-T 21, Joseph Fonseca, Grupo Manía, entre otros, que vinieron a Guayanilla pro fondos de la banda”, expuso.

Tras varios años en pausa, Lugo García impulsará la novena edición del Carnaval Musical dirigido a las bandas de marcha en Puerto Rico que, espera realizar del 16 al 19 de mayo de 2024.

Mientras tanto, se esmera en moldear a la nueva generación musical que, acude a las instalaciones de la antigua escuela superior Francisco Rodríguez López.

“Estoy dando clases de cuarto a octavo grado y estoy empezando la aventura musical, producción de sonido, las partes rítmicas, todo lo que conlleva preparar un grupo musical. Dentro de cinco años, no sé si estaré aquí, cuando cumpla 30 años de servicio”, confesó.

De esa manera, continúa hilvanando el futuro de estos niños y jóvenes en la música, mediante iniciativas como el “Marching Band Summer Academy”, una labor voluntaria que realiza hace 17 años.

“Me gusta mucho estar en tarima tocando y, cuando decido ser parte de la banda y con el sacrificio que esto conlleva, tuve que eliminar esa parte, pero esta es mi vida. Me encanta la música, me encanta enseñar, porque ves el producto en un momento dado. Tú ves que algo florece”, concluyó.