La vida entre apagones y más apagones ha desembocado en un acelerado crecimiento de la industria de energía solar en la Isla, que ha provocado que LUMA Energy reciba “entre 1,000 a 1,200 solicitudes mensuales” de personas o entidades prestas a moverse de la dependencia del inestable sistema electrónico que proveen al Programa de Medición Neta, en el cual reciben créditos por la energía que generan desde sus propiedades.

Sin embargo, ese frágil sistema electrónico por donde se transmite y distribuye la electricidad no está capacitado para soportar este repunte de ‘proconsumidores’ de energía que se ha observado principalmente en este año, reconoció a Primera Hora el gerente de Transformación de la Red de LUMA Energy, el ingeniero Alfonso Baretty.

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El sistema no estaba diseñado para este tipo de facilidades y a medida que se van integrando y transformando el sistema, pues se tienen que hacer unas mejoras para garantizar la operación confiable y la integración de más fuentes renovables al sistema”, precisó el funcionario.

Según detalló, el principal problema que pudieran enfrentar es que hayan “muchas instalaciones pegadas al mismo alimentador y eso potencialmente, no en todos los casos, pero, en algunos casos, pudiera causar problema de seguridad y confiabilidad en la operación del alimentador”.

La amenaza de que el sistema no soporte el repunte de personas que se mueven a la energía solar es latente.

El repunte inició en el 2020

Al 31 de julio de 2021 había aproximadamente unos 30,000 abonados conectados” al sistema de medición neta, según cifra remitidas por LUMA Energy.

Estos abonados, que en el 98% de los casos son dueños de una casa de familia, ya se habían convertido en ‘proconsumidores’. Esto representa que producen energía para su consumo y comparten el sobrante con el sistema eléctrico que maneja la empresa para así generar créditos a su favor. En la mayoría de los casos, la familia no paga nada en su factura mensual.

A esta cifra de personas conectadas podría añadírsele que LUMA tiene unos 3 meses de retraso en atender las nuevas solicitudes de interconexión que les han llegado, según aceptó Baretty. Al ritmo de unas 1,200 solicitudes mensuales que se reciben, la cantidad de abonados con energía solar en la Isla pudiera alcanzar los 34,000.

Para que se tenga una idea del “aumento vertiginoso en solicitudes recibidas”, el ingeniero comentó que “al 1 de septiembre ya teníamos la misma cantidad de solicitudes que para el año 2020 completo”.

Específicamente, en el 2019 se recibieron 3,334 solicitudes de personas que habían colocado en sus techos un sistema de placas solares con baterías y reclamaron ingresar al Programa de Medición Neta. En el 2020, casi se triplicó la cifra. Hubo un registro de 9,038 casos.

Para el año 2021, “esperamos un 33% adicional de solicitudes en comparación con el 2020″, estipuló Baretty.

LUMA no proveyó estadísticas hasta septiembre para sostener la proyección dado por su gerente. Estipuló, sin embargo, que al 31 de julio de este año ya habían recibido 8,147 solicitudes.

Las estadísticas también apuntan que fue marzo el mes con el número mayor de solicitudes recibidas este año para ser incluidos en el Programa de Medición Neta, alcanzando las 1,300.

Baretty expuso que LUMA respalda este crecimiento de la industria, pues apoya la política pública del gobierno de moverse a la energía renovable.

Desde el punto de vista corporativo, institucional, LUMA apoya eso al 100% y nosotros estamos dando los pasos concretos para que este programa de medición neta pueda ser la mejor experiencia para el cliente. Y, desde ese punto de vista, nosotros apoyamos plenamente que los clientes, en la medida que sea posible, que aprovechen los programa que hay ahora mismo, es decir el Programa de Medición Neta, para que hagan esa transición a energía renovable”, manifestó.

El funcionario prometió que para diciembre de este año ya no habría los atrasos comunes en la evaluación que se le hace al abonado para ingresar al programa y que por conducto de ley tienen que ser aprobadas por obligación. Dijo que para ese periodo se espera que el tiempo de demora para procesar la solicitud sea de 30 días.

Asimismo, Baretty reconoció que la inestabilidad energética de la Isla ha movido a los abonados a la energía solar.

Uno pudiera asumir que en la medida haya apagones y los clientes se vean afectados por la falta de luz considerarán con mayor urgencia y darán mayor peso a conseguir placas, generadores de apoyo o una combinación de placa y almacenamiento de energía. Esa decisión es muy particular de cada uno de los clientes”, dijo.

¿Cuánto cuesta?

Lo más común, según estipuló, es que las casas familiares instalen placas solares para generar unos 25 kilovatios de energía. Esto representaría “una casa típica con su techito”.

El precio en el mercado para este tipo de instalación fluctúa entre los $25,000 a $30,000. Baretty lo comparó con la compra de un auto.

Además de incurrir en este gasto, la persona tiene que pagar $100 para solicitar a LUMA ingresar al Programa de Medición Neta.

Durante esta evaluación, el cliente también podría incurrir en otro gasto de $300, si LUMA comisiona realizar un estudio suplementario para establecer si el débil sistema de transmisión y distribución de energía que tiene la Isla es capaz de soportar esa conexión.

Barrety explicó que del caudal de solicitudes que reciben, entre 1,000 a 1,200 mensuales, solo entre el 10% al 15% requieren este estudio.

De hecho, este mes LUMA lanzó un mapa digital de capacidad de interconexión de generación distribuida. El mismo permitirá que clientes y desarrolladores de proyectos de placas solares puedan verificar si el sistema tiene capacidad para acoger su proyecto o tendría que incurrir tiempo y dinero en estos pasos adicionales.

De establecerse en el estudio que el alimentador no puede con la energía que sería enviada por el proconsumidor al sistema eléctrico, el desarrollador del proyecto o lo que representa la compañía contratada por el abonado para conectar los paneles solares tendría que hacer la inversión para hacer las mejoras requeridas. Este requerimiento está establecido por Ley 17 del 2019, explicó el funcionario.

A largo plazo, el gerente de Transformación de la Red confía que la millonaria inversión de fondos federales que se realizará para reconstruir el sistema eléctrico tras el embate del huracán María ayude a mejorar las condiciones de la infraestructura para recibir sin problemas la energía generada desde los hogares.

Esa reconstrucción va a redundar en un sistema más confiable, más seguro y estable. Va a permitir una mayor integración de energía renovable distribuida en todo el sistema. Ese aspecto es clave”, puntualizó Barrety.