Masiva renovación de votos matrimoniales en Toa Baja
Figueroa, de 91 años, y su esposa, de 82, encabezaron un grupo de 70 parejas que renovaron sus votos matrimoniales en un acto especial coordinado por el Municipio de Toa Baja.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
"Por este caminito, sucesivamente, seguiremos juntos hasta cumplir 100 años de casados", expresó emocionado Don Julio Figueroa al celebrar hoy, domingo, 72 años de matrimonio en compañía de su esposa Dalia Guerrido.
Figueroa, de 91 años, y su esposa, de 87, encabezaron un grupo de 70 parejas que renovaron sus votos matrimoniales en un acto especial coordinado por el Municipio de Toa Baja, justo al inicio de la semana en la que se celebra el Día de San Valentín.
Todas las parejas superaron el medio siglo de casados, pero el matrimonio Figueroa Guerrido, así como el de Cesáreo Nieves y Carmen Ayala, que llevan casados 69 años, recibieron un reconocimiento especial por ser los enamorados con mayor experiencia de vida conyugal en el grupo.
"Lo primero que hay que hacer es ayudar a la esposa", declaró Figueroa al revelar parte de su receta para un matrimonio duradero. Luego, destacó que urge evitar enojos y "cada día, cada hora y cada minuto apreciarse más".
El nonagenario, con gran ánimo y sentido de humor, demostró también que su ingenio de poeta sirvió para cautivar a su compañera por casi tres cuartos de siglo, y declamó una de varias coplas dedicadas a su amada:
"Trigueñita encantadora, de las miradas ardientes;
su talle es resplandeciente, su corazón me devora.
Por eso yo vengo ahora a cantar ángel querido,
como su amor me da vida, la quiero y nunca la olvido".
Sonriente ante el elogio en rima, Doña Dalia, un tanto sonrojada ante periodistas, manifestó entusiasta: "Él es buena gente y se porta bien en todo, en todo, en todo".
Minutos antes, los experimentados enamorados, brindaron y bailaron el tradicional vals nupcial ante la mirada tierna de hijos, nietos, bisnietos, entre otros familiares e invitados congregados en el coliseo municipal toabajeño.
El alcalde Aníbal Vega Borges, al encabezar el brindis, les deseó salud, bienestar y "que sigan siendo ejemplo de lo que debe ser la familia y lo que debe ser un matrimonio". Después, en un ambiente informal, bromeó con algunos novios que dijeron estar "como coco rancio".
Clave la alcoba matrimonial
Carmen Hilda Marrero y Francisco Salgado, quienes renovaron también ayer sus votos matrimoniales con otros compueblanos, explicaron que su truco para una relación de 53 años ha sido siempre procurar "lealtad y tolerancia".
Marrero y Salgado, quienes tienen tres hijos varones, nueve nietos y cinco bisnietos, fueron la primera pareja que se levantó a bailar a los acordes de la banda municipal. Después de mover el esqueleto, Doña Hilda explicó a este medio que frecuentemente "la pasamos sandungueando".
Sin embargo, luego, en tono serio, al preguntársele consejos para parejas principiantes, Marrero dictó "que se escuchen y que dialoguen en su cuarto matrimonial, en su intimindad, porque la cama es el mejor sitio para resolver los problemas".
Don Francisco asintió ante esa regla de oro expresada por su esposa, quien opinó que la mayoría de las rupturas matrimoniales al presente tienen que ver con problemas económicos, pero la solución es "vivir conforme a lo que tenemos".
Concluyeron que hay que vivir inspirados en el positivismo y no agobiarse con preocupaciones, porque "la edad no va en el reflejo del cuerpo, sino en el alma y nosotros estamos como de 15".
La renovación de los votos matrimoniales estuvo a cargo del reverendo Luis López. Después de la etapa formal de la ceremonia, Vega Borges y su esposa Ivelisse Rivera entregaron un pergamino a todas las parejas.
"En estas vivencias de virtud y profundo amor que nos brindan estas parejas, así como el sobresaliente ejemplo de respeto y entrega, descansa la solidaridad que necesita un Puerto Rico acosado por la desintegración social y familiar", puntualizó Vega Borges, quien posó con cada uno de los matrimonios y después empleados municipales le entregaron la fotografía a cada pareja, como recordatorio del festejo.
La fiesta se prolongó hasta media tarde, cuando los diabéticos rompieron la dieta y degustaron un buen pedazo de bizcocho de boda y hasta una de las parejas se animó a cantar con la banda en vivo el tema romántico "Como han pasado los años", escrito por Roberto Livi y Rafael Ferro y popularizada, entre otros, por la española Rocío Durcal.