Mayagüez. Marta Ortiz no pudo aguantar sus emociones al recordar lo que le pasó a su casa, en la urbanización Brisas de Río Hondo durante las inundaciones que provocó la tormenta Isaías.

Con voz entrecortada, describió la cruda realidad que vive luego que la quebrada Río Hondo inundara su residencia y la de decenas de familias que viven en la urbanización Brisas, que corrieron la misma suerte.

“Yo no soy de pedir. A mí me gusta ayudar a la gente. Pero ahora mismo, yo necesito ayuda para poder restablecerme y empezar desde cero para seguir adelante””, comentó Ortiz con ojos llorosos.

Su casa aún exhibía las pérdidas materiales que sufrió tras la emergencia: una nevera totalmente inservible, un matress lleno de agua, muebles de sala, comedor y cocina. Yodo lleno de agua y fango.

“Lo perdí todo. Nada sirve. Necesito de todo. Ropa, comida, lavadora, secadora, nevera, todo. perdí toda la comida”, agregó lloroso.

Dos casas antes de su residencia, en la misma calle Oasis, Fremiot Rodríguez recordaba la odisea que vivió en medio de la emergencia.

“Tenía a mi suegra encamada. El agua ya estaba llegando al matress y tuve que llamar a una brigada de muchachos que me ayudaran a sacarla porque ya tenía cuatro pies de agua en la casa”, recordó.

Poco a poco, las familias intentaban el viernes salvar las pocas pertenencias que no fueron afectadas por el agua, pero muy poco pudieron rescatar. Mayagüez fue una de las zonas más afectadas durante la emergencia, debido a las crecidas de ríos y quebradas en la zona que afectaron a cientos de familias en la región Oeste.

“Yo no entiendo por qué pasó esto. Aquí no se sale el río. El golpe fue bien fuerte y demasiado rápido. Mi esposa me dijo que se estaba saliendo el río. En lo que busqué las llaves y me puse los zapatos, en cuestión de dos minutos, cuando salí, le dije: olvídalo. No podemos salir. Iba tan rápido que empezó a arrancar la brea. La velocidad era increíble. El que se tirara, se lo llevaba”, recordó Eddie Bonilla, residente de Senderos del Valle.

“No pudimos salir. Fue muy rápido. Las puertas de sellaron con la fuerza del río y no había escapatoria. María pasó por aquí y esto no se inundó. Por eso no nos fuimos, porque esta área no es inundable”, agregó su esposa, Ana Cuevas.

Otras comunidades que sufrieron daños en el área de Mayagüez fueron Buenaventura, Valle Hermoso, Terrace y Sábalo, entre otros.

Hasta esas comunidades llegó la gobernadora Wanda Vázquez Garced, quien, junto al alcalde, José Guillermo Rodríguez, y un grupo de jefes de agencias, vieron de primera mano los estragos causados por las inundaciones y se comprometió a trabajar con la administración municipal y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), a buscar alternativas para ayudar a los damnificados.

La gobernadora inició su recorrido en el Puente Balboa, uno de los puntos en que el Río Yagüez suele salirse de su cauce y afectar esa región. Luego visitó algunos de los afectados en el barrio Quebrada Arenas, antes de pasar por las urbanizaciones Senderos del Valle y Brisas de Río Hondo.

“Es muy triste, verdaderamente. Sobre todo, cómo se sorprendieron todas estas personas porque esto nunca había ocurrido”, comentó Vázquez Garced.

“Hay que darle gracias a Dios que están vivos porque las situaciones en las que se vieron envueltas, arropadas por el río y donde no tenían salida, afortunadamente están vivos. Por eso estamos aquí con diferentes jefes de agencias para tenderles la mano”, sentenció.

De igual manera, el alcalde mayagüezano le expresó la necesidad de limpiar el cause del río de Yagüez, Guanajibo y otras corrientes de agua de la ciudad que representan un peligro para residentes y comerciantes de la ciudad.