Médicos luchan por seguir operando
La falta de luz mantiene en crisis a los doctores, farmacéuticas, laboratorios y no llegan los chavos de las reclamaciones al seguro.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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La ausencia de electricidad en oficinas médicas, farmacias y laboratorios clínicos mantiene en tres y dos a esta industria, al punto de que algunos han optado por cerrar sus negocios, otros por irse al exterior y los demás se han resignado a esperar a ver si ¡al fin! les llega el servicio.
“La mayoría de las oficinas están operando en horarios limitados, sobre todo en la zona este y en el centro de la Isla, en la zona montañosa”, confirmó a Primera Hora el presidente del Colegio de Médicos-Cirujanos de Puerto Rico, Víctor M. Ramos.
Luego del paso del huracán María, alrededor de 1,000 oficinas médicas sufrieron daños, y todavía muchas están sin el servicio de energía. Al igual que la ciudadanía, están operando con plantas.
“Todavía hay problemas para abrir las oficinas… Estamos haciendo lo posible para conseguir ayuda… tratando de que abran lo más pronto posible”, dijo el galeno al mencionar que muchos consultorios también se afectaron por “vandalismo post huracán”.
Dijo que estas situaciones, sumadas a los problemas que llevan arrastrando los médicos con los pagos que les hacen los seguros de salud, y a que aún no han recibido el dinero de las reclamaciones a los seguros, provocan que muchos sigan viajando al exterior.
“Alrededor de 700 médicos se van a terminar yendo cuando se contabilice el 2017”, adelantó al informar que por lo menos 60 dentistas han dejado el país luego de María.
“El reto para los médicos es mantener sus oficinas abiertas, obviamente a un costo que no le pueden pasar a nadie”, indicó Ramos. Argumentó que en otros negocios se pueden pasar a los clientes el aumento en la tarifa de operación.
Otro sector que está sufriendo las mismas vicisitudes son los tecnólogos médicos.
Muchos de estos se han quedado sin trabajo y otros han abandonado el país.

La presidenta del Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico, Agnes Rodríguez, dijo que aunque todavía no ha recibido las estadísticas de la Secretaria Auxiliar para la Reglamentación y Acreditación de Facilidades de Salud (SARAFS) en entrevistas a sus socios encontró que “hay unos 200 en todo Puerto Rico afectados, operando de forma parcial, con planta eléctrica, a un costo sumamente oneroso para los laboratorios”.
Dijo que “algunos se han visto en la necesidad de tomar muestras de pacientes y enviarlas a laboratorios de referencia, que son más grandes y mejor capacitados para enfrentar situaciones de crisis”.
En el caso de algunos laboratorios, aunque ya tienen electricidad, siguen en horario reducido porque muchos de sus pacientes están sin luz “y su prioridad no es llegar hasta el laboratorio y no han podido ir a sus médicos”.
Mencionó que “los dueños de laboratorios están operando con el personal mínimo y (algunos) han tenido que prescindir del servicio del tecnólogo médico. Muchos se han quedado sin trabajo, otros están buscando aquí o se han tenido que ir de Puerto Rico”, indicó.
Antes del huracán María estaban operando 947 laboratorios.
De estos, 54 informaron a SARAFS que están cerrados temporalmente debido al ciclón.
Según el director de comunicaciones del Departamento de Salud, Eric Perlloni, SARAFS estima que están operando 893.
Esta cantidad incluyen laboratorios clínicos, bancos de sangre y laboratorios de patología anatómica independientes y los que están dentro de hospitales, Centros de Diagnóstico y Tratamiento, Policlínicas, Centros de Salud y Centros de Servicios Ambulatorios.
Para las farmacias de la comunidad la situación no es diferente. En su caso, ya la mayoría está operando en horario regular, por lo que los gastos de diésel o gasolina son “exhorbitantes”.
Linda Ayala, directora ejecutiva de la Asociación de Farmacias de Comunidad de Puerto Rico, informó que de sus socios, que son unas 400 farmacias, de 75 a 80 están funcionando con generadores.
En la Isla hay alrededor de 750 farmacias de comunidad.
“Ciertamente, ha aumentado el costo de hacer negocios como farmacia. Mantener la farmacia operando en horario regular… el gasto de diésel o gasolina es onerosísimo para estas farmacias. Pero, seguimos dando el servicio, normalizado prácticamente en su totalidad”, indicó.
Otro gasto que han tenido que sumar es el de la seguridad. “Ellas están pagando su seguridad. La Policía está limitada… y es un costo adicional para todas las farmacias”, sostuvo Ayala.
Indicó que un 5% de los negocios quedaron tan devastados que no han podido abrir y otros nunca más reabrirán.
Sobre las otras farmacias que no pertenecen a la Asociación, aseguró que el denominador común, además de la falta de luz y de los actos vandálicos que sufrieron, “es el de la reclamación al seguro; es algo engorroso… Todas han reclamado, pero ninguna ha cobrado”, alertó.
Igual que la clase médica, en el caso de los farmacéuticos la zona más afectada ha sido la central.
En cuanto a los empleos, aseveró que “el reto mayor es que los empleados se han ido para Estados Unidos y tiene que volver a reclutar gente. Son empleos permanentes, pero tienen situaciones familiares… y a los que llegan hay que adiestrarlos y es una inversión adicional”.
Ante este panorama, los entrevistados coinciden en que es necesario energizar todas esas zonas.
Para algunos hay alternativas en lo que llega la luz.
En el caso de los médicos, Ramos informó que hace dos semanas el Colegio llegó a un acuerdo con el Banco de Desarrollo Económico “para dar préstamos de emergencia usando como colateral el seguro. Como sabemos que el seguro tiene esta avalancha de reclamaciones… pues tienes un préstamo de hasta $50,000, que no paga por seis meses ni principal ni intereses; que si el seguro te paga antes de los seis, pues básicamente fue un adelanto", agregó.
Mencionó que todos los médicos pueden llamar al Banco y solicitar la información de préstamos de emergencia por desastres.