Médicos residentes del Hospital Municipal de San Juan denunciaron la falta de materiales en esa institución médica, lo cual constantemente pone en riesgo su salud, a la vez que reclamaron que se les iguale el salario al de sus homólogos en el Centro Médico de Río Piedras.

Este miércoles, los doctores en entrenamiento del “Muni”, como se le llama con cariño a la principal instalación médica del sistema de salud de la Capital, inician un paro de 24 horas para llamar la atención pública sobre las condiciones “precarias” que viven tanto los profesionales que trabajan allí, como los pacientes.

Asustados por las posibles repercusiones, una decena de jóvenes galenos, relató a este medio, bajo condición de anonimato, encapuchados, y con el rostro cubierto (para efectos de vídeo), el terror que viven en su centro de trabajo, tras haber sido supuestamente amenazados por el director ejecutivo de Salud de San Juan, el doctor Héctor Sorrentini.

Las amenzas, según expusieron, tienen que ver con despedirlos o terminar con el programa de residencia, si se atrevían a hablar sobre las condiciones en el hospital.

“Llegamos a ir a la casa alcaldía (de San Juan) y este señor (Sorrentini) nos amenazó con que iba a cerrar el hospital y entonces nosotros íbamos a ser destituídos”, indicó uno de los médicos.

“A él se le expuso las carencias del hospital y las que tenemos nosotros como residentes, y hasta el momento, no hemos recibido respuesta”, dijo por su parte una doctora.

Y es que de acuerdo con los facultativos, en el Muni apenas hay materiales tan básicos como jabón antiséptico (“hand sanitizer”), pruebas para la influenza y hasta papel de baño.

“Los mismos pacientes se quejan de que no hay pañales, no hay sábanas, ni gazas”, mencionó una residente.

“No hay tan siquiera jabón en las habitaciones, para cuando vamos a pasar visita, lavarnos las manos y así evitar la propagación de infecciones. No hay medicamentos. Muchas veces tenemos que trabajar con muchos genéricos. Si el paciente no tolera uno, pues no podemos ofrecerle otro”, destacó uno de sus compañeros.

“Usualmente, no tenemos hojas de órdenes y cuando no hay, tenemos que esperar para sacarle copia. Nos toma más tiempo poner esas órdenes para que les den los medicamentos o le saquen (pruebas de) laboratorio a nuestros pacientes. A veces no hay recetario. Inclusive, no hay papel higiénico ni para los residentes en sus pequeños cuartos, ni para los pacientes”, resaltó otro, quien añadió que la máquina de EKG o electrocardiograma que tiene el Municipal es de la década de 1970.

La escasez de materiales esenciales, según expusieron, no solo obstaculiza su labor diaria con los pacientes, sino además los expone a grandes riesgos de salud, debido al tipo de población que atiende dicha institución hospitalaria.

“Nuestro hospital atiende a una población de pacientes con una cantidad de condiciones muy variada. Una infinidad de ellos son médico indigentes con grandes necesidades sociales y con quienes nos place y nos es gratificante trabajar”, explicó otra doctora.

“Trabajamos con pacientes de tuberculosis, con una gran población HIV, tratamos con un montón de población con hepatitis A, B y C, con un motón de condiciones infecciosas e infectocontagiosas, como por ejemplo, la sarna humana”, abundó otro médico.

Los residentes del hospital, por otro lado, reclaman a la administración municipal capitalina que se les revise el salario, de manera que se les iguale al de sus colegas en el Centro Médico de Río Piedras.

Se trata de un aumento de alrededor de $560.

En la actualidad, los residentes en el Centro Médico de Río Piedras ganan mensualmente $3,081, los de primer año, y $3,128, los de segundo, según documentos provistos a este medio. Mientras, los del Municipal cobran $2,515, los de primer año y $2,560, los de segundo. La administración del hospital no les revisa el salario a los residentes desde hace más de 10 años, según indicaron.

Los encapuchados señalaron que la dirección del hospital no les reconoce su derecho a organizarse, dado su interés por defender su entrenamiento en condiciones más sanas y con un salario justo.

Al ser preguntados sobre si habían buscado el respaldo de parte de la candidata popular para la alcaldía en San Juan, Carmen Yulín Cruz, los médicos respondieron que no, debido a que no querían politizar su lucha.

“Nosotros no queremos ser vistos como balón político, de ninguna manera”, reiteró uno de los dotores.

Finalmente, explicaron que si ocultaban sus rostros era por temor a “perder todo por lo cual hemos luchado en esta vida, que es tener esta oportunidad de especializarnos en el campo que a todos individualmente nos gusta”.

“Nosotros amamos nuestro trabajo, amamos nuestros pacientes y nuestro hospital. Estamos profundamente agradecidos por la oportunidad de trabajar en un centro de servicios médicos con una tradición de muchas décadas, el cual consideramos un patrimonio nacional”, señaló una doctora al mencionar los elementos que hacen del Muni, una institución competente para cualquier médico en entrenamiento.

“Este es el hospital donde tenemos como maestro al primer ginecólogo que operó intraútero en Puerto Rico; donde vienen a rotar residentes de pediatría de toda la Isla por contar con la única especialista en adolescintología; el lugar de adiestramiento de médicos en el que muchos de los residentes realizan proyectos de investigación que son escogidos para presentarse a nivel internacional. Es el lugar donde nace la primera residencia de medicina interna y de pediatría en Puerto Rico”, concluyó una residente.

 Ante tales quejas, la vicealcaldesa de San Juan, Lourdes Rovira, indicó que las mismas forman parte de una plan gestado por la aspirante del PPD a la poltrona municipal, como habían anticipado hace unos días en un comunicado de prensa.

"Estos señalamientos corroboran lo que habíamos adelantado de que nuestra oponente municipal había cuadrado un estrategia para paralizar el Hospital Municipal, poniendo en riesgo a los ciudadanos”, planteó Rovira, quien en expresiones escritas aseguró que se reunirá en el transcurso del miércoles con los médicos en entrenamiento para orientarlos y contestar sus quejas.

“Nuestro hospital funciona como de ordinario, pero lamentablemente no está fuera del ataque político partidista de estos días. Quienes se quejan los acoge nuestro hospital, con una lista de espera increíble y le brinda un estipendio libre de impuestos que fluctúa entre $2,500 y casi $3,000 dólares entre un sinnúmero de beneficios e inversión municipal para poder realizar su programa educativo. A esto le sumamos las compensaciones de vacaciones de 30 días calendario, enfermedad 18 días calendario, maternidad, paternidad, servicios legales gratuito, seguro médico de $250 mensuales, póliza de responsabilidad profesional de hasta $2 millones, servicio de consejería y apoyo y dieta durante guardia, entre otros”, manifestó la vicealcaldesa.

"Los médicos residentes se benefician del aumento que otorgó Santini al bono de verano, que este año que le aumentó $200 para llevarlo a $800. Al mismo tiempo, le aumentó $300 el bono de Navidad para llevarlo a $1,800", agregó Rovira

La vicealcaldesa además sostuvo que “ellos tienen razón cuando dicen que no son empleados del Hospital Municipal de San Juan, y por ende, no se les reconoce su derecho a organizarse, así es la ley”,

Del mismo modo, aseguró que se les revisará el estipendio y “en la medida que podamos le haremos ajustes, como le haremos a todos nuestros empleados municipales”. 

Rovira concluyó con un llamamiento a los residentes a dejar a un lado los asuntos políticos y a unirse para brindar un mejor servicio la instalación médica.