Mejor panorama para manatíes

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 18 años.
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Ya no están en peligro de extinción.
El Servicio de Pesca y Vida Silvestre (USFW) informó ayer que luego de revisar el status de las poblaciones del manatí de las Indias Occidentales, un grupo de biólogos de la agencia federal determinó que este mamífero ya no debe considerarse una especie en peligro de extinción sino ser reclasificado como especie amenazada.
Según la regulación federal, una especie en peligro de extinción es aquella que tiene inminencia para extinguirse en cualquier momento, mientras que una especie amenazada podría extinguirse en el futuro.
Sin embargo, las recomendaciones de estos científicos no deben hacer menguar los esfuerzos por proteger a estos animales.
“Esta información no quita el que debamos de proteger nuestro patrimonio natural del que son parte nuestros manatíes”, expresó ayer el asistente del director de la Oficina de Campo del Caribe del USFW, el biólogo experto en mamíferos, Carlos Díaz.
Los manatíes continuarán protegidos por la ley federal y local de especies en peligro de extinción.
De acuerdo con el experto, Puerto Rico tiene una pequeña población de lo que constituye la especie de manatí de las Indias Occidentales. La subespecie de la Florida constituye la mayor parte de los individuos que fluctúa entre 3,000 y 4,000 individuos, mientras que la subespecie antillana, que es la que habita en las aguas de Puerto Rico, República Dominicana, del Golfo de Méxjico y Belice es menor.
Durante los últimos años en Puerto Rico la población de manatíes se ha mantenido estable entre 200 y 300 individuos, según censos aéreos.
El supervisor de campo de la oficina del USFW en Boquerón, Edwin Muñiz, informó que “la revisión de la literatura que tenemos del manatí antillano y la data recopilada nos lleva a concluir que aun cuando la población es pequeña parece estar estable y quizás esté hasta aumentando poco a poco”.
Las amenazas que enfrentan las poblaciones de manatíes para su subsistencia son las mortandades por golpes de embarcaciones motorizadas y la escasez de lugares donde abunden plantas marinas que constituyen su alimento.
Las áreas de concentración de manatíes en Puerto Rico incluyen la bahía de Jobos, Aguirre, Ceiba, Ponce y Cabo Rojo.