Menor llega sin vida al CDT

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Hematomas en todo el lado derecho del frágil cuerpecito de una infante de dos meses, que llegó muerta ayer al dispensario del residencial Luis Llorens Torres, de Santurce, podrían ser compatibles con la presión que ejerció el cuerpo de su madre sobre la bebé, quien durmió a su lado.
La madre de la menor, Luisa Gutiérrez Álvarez, de 20 años, vecina del edificio 117 de ese residencial, le narró a la Policía que el domingo por la noche dejó a la menor al cuidado de su cuñada mientras salió a jugar billar con unas amistades en un local de la avenida 65 de Infantería, donde consumió bebidas alcohólicas.
A eso de la 1:30 de la madrugada llegó a la casa de la cuñada, se llevó a la infante Joselyn A. González Gutiérrez y la acostó a su lado en la cama.
“Amaneció rígida, con hematomas en la cabeza, cuello, hombros y espalda. Tenía sangrado por la boca y la nariz. El doctor Héctor Cordero indicó que los hematomas no son compatibles con maltrato”, expresó el teniente Roberto Ferreira, supervisor del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan.
“Hasta el momento no descartamos nada, ni el maltrato de menores”, explicó el agente Miguel Rivera Alcázar al preguntarle si la madre incurrió en alguna negligencia al acostarse junto a ella bajo los efectos de bebidas embriagantes.
De hecho, la mujer policía Blanca Marín, adscrita al precinto de la calle Loíza, fue la primera en entrevistar a la madre de la niña y le llamó la atención el hecho de que expelía un fuerte olor a licor.
Sin embargo, por instrucciones de la fiscal Nilsa Álvarez, no se le efectuaron pruebas de sangre a la progenitora de la bebé.
La autopsia que le practicarían a la infante revelará las causas de su muerte.
Tras lo ocurrido, la joven les pidió a los investigadores ver a su hijita por última vez en la morgue de la sala de emergencias, pero el padre de la menor, identificado como Juan J. González Ponce, de 25 años, no pudo tolerar la escena y tan pronto vio su bulto y la frisa salió lloroso del lugar.
González Ponce, quien es contratista y quien tiene la custodia de una hija de tres años que también procreó con la madre de la infante, estaba trabajando en la instalación de unas cámaras de seguridad en una escuela en Yauco cuando le fue notificada la muerte.
El apartamento donde murió la bebé estaba en orden y limpio.
El Departamento de la Familia también fue notificado por la División de Homicidios de San Juan, para que iniciara una pesquisa.