Los supuestos avistamientos de una gárgola en la Isla en semanas recientes avivan comentarios diversos de muchos puertorriqueños esta semana.

Las gárgolas son parte del imaginario humano desde la Edad Media y por lo general se han representado como seres alados monstruosos.

Entre las gárgolas 'reales' más famosas de Puerto Rico, figura el cuarteto que "vigila" la torre principal de la capilla gótica Nuestra Señora de Lourdes, en Miramar.

Esas gárgolas de piedra, que forman parte de la interesante arquitectura creada por Antonín Nechodoma, son los desagües principales del templo cercano a la sede del Departamento de Justicia.

Estas gárgolas boricuas engalanan la iglesia desde principios de siglo, cuando ese recinto operó primero como templo metodista, luego episcopal y más tarde como centro de la Iglesia Unida de Puerto Rico.

Al presente es un templo católico cuyo valor consigna la Oficina Estatal de Preservación Histórica, que destaca que Nechodoma, nacido en Praga, en el 1877, vivió en Puerto Rico varios años desde 1905 y tuvo mucho éxito en la Isla, donde diseñó residencias y edificios públicos en Santurce, así como la famosa Casa Roig, en Humacao.

La iglesia de las gárgolas en Miramar, como la llaman algunas personas, tiene un acabado rústico, pero la mayor parte de su estructura es en hormigón y se terminó en 1908.

En la fachada de la iglesia sobresale la torre cuadrada del campanario que es también la entrada principal. La torre con sus gárgolas está dividida en tres bandas horizontales

El templo llama la atención por su techo de dos aguas, su gran rosetón y su cruz celta.

La Real Academia Española define gárgola como la "parte final, por lo común vistosamente adornada, del caño o canal por donde se vierte el agua de los tejados o de las fuentes". La raíz del término, según algunos historiadores, surge del sonido gutural del agua a chorros cuando se desplazaba por conductos rústicos de los tejados entre espacios de aire.