En Puerto Rico, y a través de muchas partes del mundo, el café es una bebida favorita, y podría decirse incluso que esencial para muchas personas. Sin embargo, cosecharlo no es una tarea sencilla, entre otras cosas porque hay que batallar con incómodas plagas que dañan ese fruto.

Y, justamente, un estudio que llevan a cabo en una finca cafetalera de Utuado los investigadores Ivette Perfecto y John Vandermeer, de la Universidad de Michigan, podría ayudar a entender cómo las hormigas ayudarían a combatir plagas del café, evitando la necesidad de pesticidas químicos, que se sabe tienen efectos indeseados y nocivos a largo plazo.

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La doctora Perfecto, quien es puertorriqueña, conversó con Primera Hora y explicó que han trabajado por 30 años en cafetales en sistemas agroforestales con árboles perennes, en lugares como Chiapas, México, “tratando de entender la ecología del sistema, tratando de entender las interacciones ecológicas que ocurren en esos sistemas agrícolas que tienen muchísima biodiversidad, y cómo la interacción entre estos diferentes organismos contribuye a la sostenibilidad y la productividad de ese sistema agrícola”. Sin embargo, estos estudios en cafetales puertorriqueños han representado la oportunidad de trabajar en su tierra natal, de manera que, por los pasados seis años han estado laborando en la finca Gran Batey, en el barrio Caguana de Utuado.

El comportamiento de estos insectos  ayudaría a hacer frente a enfermedades del café, evitando la necesidad de pesticidas químicos, que tienen efectos indeseados y nocivos a largo plazo
El comportamiento de estos insectos ayudaría a hacer frente a enfermedades del café, evitando la necesidad de pesticidas químicos, que tienen efectos indeseados y nocivos a largo plazo (University of Michigan News)

El poder de las hormigas

Recientemente, esa finca fue adquirida por el Instituto para la Investigación y Acción en Agroecología, para convertirla en una orgánica agroecológica, donde se busca sustituir todos esos procesos que eliminan con químicos las plagas y malezas y hacerlo “con los mismos organismos biológicos que hay ahí”.

“Por eso hemos estado trabajando en esa finca, porque no aplican plaguicidas, y entonces estamos viendo los procesos naturales que se dan ahí”, añadió.

¿Y por qué hormigas?, preguntamos.

La experta indicó que llevan muchos años trabajando este insecto, el que describió como “bien importante como agente de control biológico”.

Ejemplificó que “son depredadores y ayudan al control de la broca del café, del minador del café, y a través de diferentes interacciones que tienen con otros organismos también pueden contribuir a la disminución de la roya del café, que es una enfermedad de hongos que le da al grano”.

Detalló que sus investigaciones van dirigidas a tratar de entender la ecología del sistema y atender un problema específico, utilizando un enfoque preventivo y desarrollar sistemas que no tengan problemas.

Este estudio en particular que recién se publicó en la revista Procedings of the Natural Academy of Sciences, indicó la profesora, “combina aspectos teóricos, de teoría ecológica, con la historia natural de las hormigas que existen en esa finca”.

“Una cosa bien interesante que hemos descubierto estudiando las hormigas de las fincas, es que muchas de las especies, y en particular las más abundantes que hay en los cafetales de Puerto Rico, no son nativas. Son especies que han llegado a Puerto Rico a veces desde hace cientos de años. Por ejemplo, el abayarde, que todo el mundo lo conoce porque pica mucho, esa hormiga llegó aquí probablemente para el tiempo de la colonización española. Ya se ha naturalizado en Puerto Rico. Y no son como especies invasivas que desplazan a todas las demás especies, porque eventualmente se naturalizan y forman parte de la comunidad de hormigas que ya había ahí”, relató la educadora quien completó su maestría en Biología en la Universidad Sagrado Corazón y prosiguió su maestría en la Universidad de Michigan y luego su doctorado en Ecología y Recursos Naturales en el mismo estado.

Perfecto indicó que han encontrado que hay tres especies de hormigas que son muy abundantes en los cafetales de la Isla y casi siempre dominan -al menos- en la mitad de los que han muestreado.

Las tres especies tienen hábitos similares y “están en competencia entre ellas”: la hormiga brava, el abayarde y otra que se conoce como la hormiga de flor.

Sin embargo, no hay una jerarquía absoluta entre ellas. En cambio, han descubierto que están relacionadas de una forma que comparó al juego de Piedra, Papel y Tijera, donde la hormiga A le gana a la hormiga B, B le gana a C, pero C le gana a A. Y entonces “lo que pasa es que entras en un ciclo donde primero está dominante una especie, después otra la desplaza, y está dominante la otra, y así se siguen turnando. Y no se eliminan, sino que pueden coexistir esas tres especies en perpetuidad”.

“Entonces, lo que tenemos es que la hormiga brava desplaza al abayarde, pero la hormiga de flor desplaza a la hormiga brava, y el abayarde desplaza a la hormiga de flor. Y entonces lo que tú ves es que con el tiempo cómo se van moviendo esos parches, y una va desplazando a la otra, así sucesivamente y luego vuelven a lo que había al principio”, explicó.

Pero no se queda ahí, pues esas hormigas también están asociadas con otros organismos.

“Por ejemplo, la hormiga brava tiene un parásito, que es una mosquita, bien chiquitita, que parasita a la hormiga brava. Hay dos especies de esa mosca, que se les llaman moscas fóridos, que fueron introducidas en Puerto Rico para controlar la hormiga brava y ya se han naturalizado en Puerto Rico, y tienen un efecto de disminuir la capacidad la hormiga brava de competir con las otras especies”, detalló.

“Y eso también forma ciclos, porque, digamos tienes un área donde llegó la hormiga brava, y empieza a crecer, crecer, y ahora llega el parásito de la hormiga brava, y empieza a disminuir la población y el parásito empieza a aumentar, pero como disminuye la hormiga, pues eventualmente el parásito también va a disminuir”.

Entonces, lo que hay en ese sistema que están estudiando son “dos ciclos que están acoplados”, el ciclo de las tres hormigas, y el de la mosquita depredando a la hormiga brava, y ambos están conectados a la hormiga brava.

Cuando llevaron eso a modelos matemáticos, siguiendo la teoría ecológica, “eso genera caos, un comportamiento caótico en las poblaciones, parece que todo está al azar, que suben y bajan sin ton ni son. Pero cuando sucede eso, les da la oportunidad a otras hormigas de poder coexistir en el sistema. Y nosotros demostramos en este artículo que hay otra hormiga, la hormiga leona, que también es un depredador superbueno, y ese caos le permite entrara en esa comunidad y poder vivir junto con esas otras especies”.

Asimismo, también estudian la interacción de las hormigas con animales vertebrados, como los lagartijos y los coquíes, que son insectívoros y contribuyen a controlar a las plagas.

“¿Y por qué eso es importante? Porque por lo menos dos de esas especies, el abayarde y la hormiga brava, son bien buenos depredadores de las plagas del café, pero también son especies que molestan, que a la gente no le gustan porque pican. Y cómo agricultor vas a tener un dilema, y es bien importante entender todo eso”, agregó.

Perfecto explicó que también han muestreado las plagas en los cafetales de la zona, la broca, el minador, la cochinilla, y al principio no entendían qué pasaba que había tanta variabilidad con esas plagas. Sin embargo, al ir entendiendo un poco mejor cómo van cambiando las poblaciones de hormigas, se puede entender mejor esa variabilidad.

Al mismo tiempo, sabiendo que algunas hormigas son más eficientes que otras controlando plagas, si conoces mejor su ecología, puedes tratar de promoverlas mejor, de propiciar las mejores condiciones para el desarrollo de esa especie.

Además, conocer la ecología de un sistema es vital también para promover la diversidad de especies que constituyen enemigos naturales de las plagas, pues no es recomendable buscar tener solo una especie depredadora.

A fin de cuentas, la investigadora repasó que “lo que estamos tratando de hacer es entender un poco mejor la ecología del sistema para conocer por qué se dan esos cambios, y claro, tratar de manipular el sistema de una forma que promueva más los organismos benéficos que hay en el sistema agrícola”.

Por ejemplo, sabiendo que la hormiga brava y el abayarde tienen el efecto positivo de controlar bastante bien las plagas de la broca y el minador, pero también pican y a la gente no le gustan, pues “hay que entender un poquito como uno manipular para que las hormigas estén ahí controlando las plagas durante el periodo de tiempo que no es de cosecha, y cuando viene el periodo de cosecha estén pues que estén más mermadas, que las poblaciones estén más bajas”.

De esa manera, se puede evitar el uso de plaguicidas, que si bien pueden necesitarse en caso de un brote muy grande de plaga, sus efectos de control son temporeros y además “tienen muchos efectos negativos en la salud y en otros organismos” que no son para los cuales están diseñados esos plaguicidas.

“Lo importante es uno aprender a tolerar un poquito de daño, y mantener la diversidad de los enemigos naturales en el sistema. Eso es lo que yo creo que debemos tratar de tener. En el largo plazo es mucho mejor”, insistió Perfecto.

“Pero lo principal que me gustaría comunicar al público es que es importante que hagamos una transición a una agricultura más agroecológica, porque la agricultura industrial convencional es dañina para la salud y para el medio ambiente. Y podemos producir mucho con sistemas agroecológicos. Eso ya está probado. Pero uno tiene que saber cómo manejarlos, y para eso tienes que estar ahí en el campo, mantener los ojos abiertos a la naturaleza”, agregó.

Por ahora, sin embargo, la profesora indicó que se necesita más investigación, “y la idea es continuar con esos trabajos, hasta que podamos”.

“Yo no tengo planes de parar”, agregó entre risas.

Sufre el grano

Estas son las principales plagas que enfrenta el café:

  • Broca: Es un escarabajo que perfora el grano de café y se reproduce en su interior.
  • El minador de la hoja: Es una mosca que, en su etapa de larva, se alimenta del tejido de las hojas, excavando túneles en su interior y provocando su caída prematura y desecación.
  • Cochinilla: Es un insecto que se ubica en los tallos o las raíces y se alimenta de la savia de la planta, causando la deformación de hojas y frutos y la caída de flores.

¿Cuáles son esas hormigas?

  • Hormiga brava - Solenopsis invicta: En 1981 se encontró en Puerto Rico. Es originaria de Sudamérica y hoy está en toda la Isla. Sus nidos generalmente son montículos grandes de tierra suelta que, con frecuencia, se elevan varias pulgadas. Su picada es muy dolorosa y pueden producir pústulas que molestan por varios días.
  • Abayarde - Wasmannia auropunctata: Es una hormiga dorada (auropunctata, pintada de oro) con movimientos lentos y una picada dolorosa y muy duradera en comparación con su diminuto tamaño. El albayalde abunda en plantas infestadas de insectos que chupan savia y excretan rocío meloso. Ha sido durante siglos una plaga en los cafetales, pero no porque dañen la planta, sino por la incomodidad que ocasiona a quienes recogen el grano. Es nativa de Centro y Sudamérica, pero habita en el sur de Estados Unidos, en parte de Asia, Australia y África.
  • Hormiga de las flores - Monomorium floricola: Es una hormiga invasora ampliamente distribuida que se encuentra en todo el mundo, incluyendo Puerto Rico. Es una especie poligínica (con múltiples reinas) que forma grandes colonias, con reproducción por gemación (formación de nuevas colonias a partir de la separación de partes de la colonia original. Su particularidad es que cuenta con un cuerpo bicolor: cabeza y gáster marrón oscuro, y el resto marrón amarillento. Se encuentra en diversos hábitats, como tierras desiertas, pastizales, bordes de bosques y bosques desarrollados.

También hay una mosca...

  • Mosca depredadora o mosca fórida: Este parásito también se conoce como mosca decapitadora de hormigas. Las moscas fóridas ponen huevos en las cabezas de hormigas de fuego vivas. Al eclosionar, los huevos incapacitan a la hormiga huésped y las larvas consumen su cuerpo como alimento.

Fuente: Insectos de Puerto Rico – Colección Puertorriqueña