¿Confusión de identidad? ¿Rumores o sólo una broma?

El chimpancé Yuyo forma parte de la historia de miles de puertorriqueños que gozaron con sus monadas en el Parque de las Ciencias, en Bayamón. Pero ahora resulta que se cree que el animal que murió de un ataque cardíaco pudiera no ser el icónico simio.

Ésa es la interrogante que queda sobre el tapete entre algunos miembros de la familia Muñiz –los propietarios originales del simio que se dio a conocer en la Isla a través del desaparecido zoológico Monoloro, en Carolina– quienes piensan que el difunto tiene características muy distantes al animal que don Tomás “Tommy” Muñiz compró hace décadas y que se convirtió en la principal atracción del parque.

“Yo entendía que Yuyo había muerto hacía mucho tiempo. Además, por las fotos que yo vi (del mono del Parque de las Ciencias) –y aclarando que no soy experta en animales y sólo sé lo poco que aprendí en Monoloro– me parece que no era de la misma especie”, dijo Lucy Muñiz, hija del fenecido comediante y productor.

Mientras, su hermano Rafo tiene otra percepción y está inclinado a pensar que el simio que murió sí es el Yuyo del que tanto gozó en su adolescencia.

“Han pasado 28 años desde que se escapó Yuyo y la verdad es que él (don Tommy) no habló con nosotros para decirnos si era Yuyo o no. Pero si me preguntas a mí, sí creo que era él porque no creo que hubieran muchos chimpancés en Barrazas”, expresó Rafo a carcajada limpia, mientras catalogó el asunto de la duda como un chiste.

“Es una situación supergraciosa y ha sido simpático que, dentro de todas la animaladas que vivimos con issues como lo de las primarias, un mono nos haya sacado de la monotonía”, dijo Rafo.

Yuyo era muy conocido por su coquetería de donjuán y sus amores furtivos. Pero, ¿cómo salimos de la duda de si era o no el simpático simio? Pues, para Lucy y su hermano Tomás la única forma de saber es a través de una prueba de ADN.

Para Lucy, sin embargo, el proceso sería un “poco difícil” pues todas las cosas relacionadas al zoológico Monoloro, incluyendo posibles expedientes clínicos del chimpancé, se quemaron en un incendio ocurrido hace muchos años en el canal 7.

“Todas las cosas que teníamos de Monoloro, todas, se quemaron en aquel fuego, incluyendo las fotos que teníamos de Yuyo”, manifestó .

¿Qué la hace pensar que el simio que falleció no es Yuyo?

Pues mira, el de la foto que yo vi era más grande que Yuyo. Además, recuerdo que Yuyo estaba entrenado para caminar mucho más derecho que los otros monos. Además, corría bicicleta, le daba la mano a la gente cuando se les acercaban y sabía caminar sobre una soga.

Recordó que el animal aprendió todos los comandos gracias al entrenamiento que le dio el cubano Joaquín Barranco, un domador de leones muy reconocido en Estados Unidos.

“Recuerdo que el entrenador perdió una mano porque en una presentación uno de los leones lo atacó. Entonces, luego, papi lo contrató y fue él quien amaestró a Yuyo... recuerdo que el show que hacía Yuyo era tan divertido para la gente que lo repetía hasta ocho veces al día. Pero luego, como a los cinco años, el entrenador murió y la vida de Yuyo cambió. Ya no era el mismo. Sufrió mucho esa perdida y no respondía como antes. Poco tiempo después fue que Yuyo escapó”, recordó Lucy, quien tiene la teoría, al igual que los demás miembros de su familia, que Yuyo se quedó en el monte sufriendo su pena hasta morir.

Lucy quiso dejar claro que el interés de la familia no es crear un issue y, si el hecho de que al mono de Bayamón lo nombraran Yuyo “hizo feliz y trajo alegría al país, pues bienvenido sea”.

“En Bayamón lo recibimos como Yuyo, lo cuidamos todos estos años como Yuyo y, para nosotros, siempre será Yuyo”, reaccionó por su parte, Migdalia Rivera, portavoz del Municipio, al agregar que el simio respondía al nombre y sus cuidadores dan fe de que hacía piruetas y malabares en la jaula, similares a los que ejecutaba el chimpancé de Monoloro.

Tal vez el misterio nunca se resuelva. Lo que sí se sabe es que la memoria de Yuyo y su legado en el Parque de las Ciencias vivirá a través de un animatronic de tamaño real que se recubrirá con el pelaje del primate.