Todo parece indicar que las modalidades de trabajo remoto y trabajo híbrido, que cobraron un repentino auge a nivel internacional con los cierres por la urgencia sanitaria que desató la pandemia del COVID-19 a finales de 2019 y principios de 2020, han ido poco a poco ganando más aceptación y resultando en algo conveniente para para un sinnúmero de personas.

Al menos eso es lo que reflejan diversos indicadores en una encuesta internacional realizada por la compañía de solución global de cumplimiento y gestión de pagos Deel, en conjunto con la consultora Momentive.

De acuerdo con esa encuesta, que según su descripción incluyó a más de 700 trabajadores remotos, de entre 25 y 34 años, en 86 países, entre febrero y marzo de 2022, un por ciento significativo considera haber conseguido logros positivos gracias a esa modalidad.

Más ahorros, mejor sueldo, balance familiar…

Por ejemplo, 64% dijo que había conseguido aumentar sus ahorros, en parte porque tenían menos gastos en alimentación y transportación (40% afirmó tener menos gastos en viajes).

Además, un 59% dijo que el trabajo remoto le había permitido acceder a un aumento de sueldo; 53% confirmó que pudieron acceder a una modalidad de trabajo más flexible, y 51% aseguró que había aumentado su productividad.

Otros indicadores apuntan a una satisfacción en lo que respecta al balance entre trabajo y familia, pues 83% de las madres y 73% de los padres con hijos menores de edad sostuvo que el trabajo desde el hogar, con la flexibilidad que ofrece, les permite cumplir sus responsabilidades laborales y al mismo tiempo realizar y disfrutar de su responsabilidad como madre o padre.

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Según el estuudio, el 72% de los encuestados dijo tener un horario más flexible y el 35% indicó haber conseguido el trabajo de sus sueños. (Shutterstock)

También, 75% dijo tener un mejor balance entre su vida laboral y personal, 72% dijo tener un horario más flexible, 35% indicó haber conseguido el trabajo de sus sueños y 11% logró alguna promoción.

En otros indicadores, 39% dijo haberse acercado más a su familia y amigos; 21% indicó pagar menos por su vivienda; 30% aumentó sus viajes; 17% se acercó más a su pareja; 14% se mudó a su ciudad favorita; y 9% pudo curarse o conseguir tratamiento para alguna enfermedad.

Sin cifras en Puerto Rico

En Puerto Rico, no está del todo claro cuál es el impacto del trabajo remoto, más allá de que ha ido ganando terreno desde que la pandemia acelerara dramáticamente su implantación.

De hecho, según indicó el secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DRTH), Gabriel Maldonado, la agencia no tiene datos al respecto, pues “no es data que actualmente estemos compilando o recopilando”.

Agregó que desconoce si hay alguna dependencia del gobierno o entidad pública o privada que haya hecho o esté haciendo algún estudio detallado o recopilando datos con respecto al impacto del trabajo remoto en la Isla.

Comentó, sin embargo, que sí hay unos datos que se relacionan al trabajo remoto en Puerto Rico que surgen de las respuestas de patronos al más reciente sondeo que llevó a cabo la Oficina de Estadísticas Laborales federal (BLS, por sus siglas en inglés). Aclaró que ni el DTRH ni el gobierno de Puerto Rico colaboraron en esa encuesta.

Dicha encuesta del BLS, indicó el secretario, fue publicada en febrero pasado y cubre el periodo del 27 de julio al 30 de septiembre de 2021, y refleja ciertos datos sobre el trabajo remoto, tales como el hecho que 31.6% de los patronos indicó haber incrementado de alguna forma a la práctica de trabajo remoto como consecuencia de la pandemia, ya fuera con algunos pocos, con muchos o con la totalidad de sus empleados.

Asimismo, 44.4% de patronos de los que entraron en alguna forma de trabajo remoto esperaban que, aun luego de que acabe la pandemia, continuarían operando con alguna similar.

La misma encuesta reveló que 4.6% de esos patronos que habían recurrido al trabajo a distancia tenían la totalidad de sus empleados en esa modalidad. En este punto, el secretario subrayó que se debe tomar en cuenta “que para que el trabajo remoto sea viable, tiene que ser viable para las operaciones del patrono, y las funciones de ese empleado en particular deben ser susceptibles de trabajar remotamente. Por eso vemos que un número bien pequeño de patronos tiene 100% de sus empleados trabajando remoto”.

Asimismo, el 27.6% de los patronos afirmó que mantenía algunos empleados, o al menos uno, trabajando remoto. En contraste, 67.8% de los patronos indicó que rara vez o nunca tenía empleados laborando a distancia.

Reiterando que se trata de datos recopilados por el BLS, el secretario comentó que esas cifras podrían variar en la medida que ha ido cambiando la realidad como consecuencia de las medidas de restricción, y la posterior cancelación de las mismas, a medida que ha ido evolucionando la pandemia.

Todo va a depender del patrono, sus operaciones, y si la clasificación de ese empleado en particular y cuáles son sus deberes y funciones son realmente susceptibles de trabajo remoto o no. Porque hay funciones que tiene que estar en algún lugar realizando labor física, y hay otras funciones que puedes hacer lo mismo ya sea sentado en una oficina que sentado en una computadora en tu casa. Hay de todo. Pero, precisamente, ese es el ejercicio que tiene que cada patrono debe hacer conforme a sus necesidades operacionales y los empleados que tiene, y tomar la determinación si un empleado en particular puede trabajar de manera remota o no”, sostuvo Maldonado.

Lamentablemente, “esto no es para todo el mundo”

Para el profesor Emilio Pantojas, sociólogo y director del Instituto de Estudios del Caribe de la Universidad de Puerto Rico (UPR), esas cifras en torno al trabajo remoto no son sorpresa, aunque aclara que esa modalidad a quienes ha beneficiado más es a aquellas personas cuyas labores son de carácter intelectual, no manual.

Pantojas opinó que lo que está ocurriendo con el trabajo remoto es que además de horario flexible, “ahora también es espacio flexible”, aunque no impacta a todas las profesiones por igual.

“Hay una diferencia, hay unos trabajos que tienen que ser presencial, si trabajas en un supermercado, en un hospital. Hay una parte del trabajo que requiere presencialidad, esfuerzo físico”, explicó. “Pero el trabajo no manual, el trabajo intelectual, profesional ahora se ha convertido, para bien o para mal, en trabajo remoto”.

Describió esta nueva realidad como una “sociedad translocal” que permite, como es su caso como profesor, estar en Trujillo Alto y trabajar desde allí en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Todavía más, “técnicamente, puedes trabajar en Puerto Rico y vivir en Estados Unidos”.

De igual forma, gracias a los avances en tecnología, se da esa nueva realidad laboral, en la que, como lo vivió hace algunos días como parte de su trabajo, puedes tener una conferencia “en Puerto Rico, a las 2:00 de la tarde, y había gente de Inglaterra, que allá eran las 7:00 p.m., y de México, que tenían las 11:00 de la mañana”.

“Eso no es tendencia nueva. Era algo que ya venía ocurriendo con el desarrollo de la tecnología. Todo eso venía ya con aplicaciones como Skype. Lo que pasó es que, cuando llega la pandemia, todo eso que estaba como en burbujas, se volvió una realidad generalizada”, comentó Pantojas.

El profesor explicó que esos niveles de satisfacción que refleja la encuesta tienen que ver con todo lo que ha ganado ese profesional con el trabajo remoto. Usando su propio ejemplo, comentó que ahora “voy una vez a la semana a la Universidad, si es necesario. Me ahorro en gasolina, en la compra de ropa nueva, en laundry, el nivel de ahorro es brutal. También en tiempo de tapón, esos 45 minutos que perdía ahora es tiempo para mí, para usarlo en cosas de la casa, en cosas que quiero hacer”.

Insistió, sin embargo, que “con eso la brecha digital se ha agrandado. Ves que en países donde la gente muestra gran satisfacción con esta forma de trabajo, son países con capacidad digital óptima. Y, por otro lado, hay una división de clases” que beneficia a aquellos profesionales, con recursos suficientes, que básicamente pueden mudar la oficina a su casa, o incluso a una computadora portátil.

Agregó que “lo de pagar menos renta”, responde a que, con el trabajo remoto, “la gente se fue de las ciudades a los suburbios, que son menos costosos. Y ahora no tienen que estar cogiendo un tren a la ciudad ni nada de eso”.

No obstante, reiteró, “aquí lo importante es que esto no es para todo el mundo. Para algunos el impacto será marginal. Se ha creado una brecha digital entre clases y entre países mucho más grande. Yo puedo, como profesor, enseñar a la distancia y despachar trabajo. Pero eso lo tiene que tramitar alguien, una persona en una oficina, una secretaria. Lo que es bueno para mí, no necesariamente lo es para otros. Hay una brecha entre profesiones, entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Y el trabajo intelectual es el gran ganador”.

“También hay una parte positiva en términos de la unidad familiar. Y no se trata solo de que estemos todo el día juntos. También, por ejemplo, se han creado plataformas para que abuelos les lean cuentos a los nietos por vía digital”, aseveró. “Pero otra vez, eso no es para el abuelo más pobre. Si abuela trabaja friendo bacalaítos en un quiosco, probablemente no tenga tiempo para leer cuentos al nieto”.

“Así que lo que está pasando es que la clase profesional es la que está experimentando un cambio en el modo de vida con estas nuevas tendencias, con la oficina en tu casa”, insistió. “La oficina ahora es dispensable. Ya no es el centro principal. El eje de la actividad laboral profesional es la computadora. Casi todo el trabajo está digital, en una computadora, en un ‘flash drive’, en la nube”.

El secretario del DTRH coincidió en que, independientemente del porciento que sea, el trabajo remoto llegó para quedarse. Fue aún más lejos y exhortó a todo aquel patrono “que le funcione, que haga su ejercicio y pueda entender que tiene clasificaciones ocupacionales en su lugar de trabajo que podrían estar trabajando remoto o híbrido, ciertamente nosotros exhortamos a que lo hagan”.

Agregó que el mercado laboral de Puerto Rico y el mundo ha sufrido muchos cambios con el COVID-19 y ahora, además de los reclamos tradicionales de sueldos y beneficios como plan médico, días de vacaciones y enfermedad y otros asuntos similares, “existen otras cosas, como el trabajo o híbrido, que son alternativas que el empleado de hoy día mira y contempla al momento de evaluar una nueva oferta de empleo o decidir si permanece trabajando en su empleo actual”.

Recordó que el mercado laboral actual en Puerto Rico experimenta un momento “bien positivo en números de empleo, con una tasa de desempleo histórica de 6.5%”, y una tasa de participación laboral de 44.4%. Sin embargo, sostuvo, hay una gran demanda de empleomanía por parte de muchos patronos, por lo cual reiteró la exhortación a patronos que, allí donde sea posible, “seriamente consideren” el trabajo remoto, porque “es una de las tendencias que estamos viendo en términos de lo que es la oferta del patrono hacia el empleado y de lo que los empleados cada vez más están mirando al momento de evaluar si se quedan o si van a otro empleo que sí se lo oferta”.