La escasez de vivienda dentro del precio promedio, que ronda entre los $190,000 a $225,000, ha cambiado el mercado de bienes raíces en la Isla y, sobre todo, ha impulsado un mercado subterráneo de “estafas inmobiliarias” o de fraude, alertó la presidenta de la Asociación de Realtors de Puerto Rico, Irma Colón.

La situación ocurre ante la competencia que hay entre los consumidores por adquirir un hogar a precio asequible. Incluye el que cada vez son más las personas que hacen el sacrificio para realizar la compra en efectivo, ya sea quebrando su cuenta de retiro, o aceptan hacerse cargos de las reparaciones necesarias para completar la compraventa del hogar.

En general, la situación ha desembocado en una disminución en la venta de propiedades en el pasado año de un 8% y una reducción de 17% en el total monetario de ventas, según el Stellar MLS Puerto Rico Market Report.

Pero, lo más que preocupa a Colón son las movidas ilegales que se han multiplicado en páginas cibernéticas dedicadas a la venta o alquiler de propiedades, las que nombró como “estafas inmobiliarias”. Se trata de un fraude a base de anuncios falsos.

“Están copiando los anuncios auténticos de propiedades en venta y las están publicando como propiedades para alquiler. Y muchos de estos casos se están dando a través del Marketplace, de las redes sociales, en este caso páginas en línea que se dedican a vender artículos, no necesariamente especializadas en bienes raíces, pero que son páginas donde la gente usualmente vende que si un carro, vende un mueble o vende otro tipo de artículo”, explicó.

Bajo este fraude, se solicita un depósito para “separar” la propiedad, aun cuando el interesado ni siquiera la ha visto personalmente.

Colón indicó que han denunciado a las autoridades, incluyendo al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y a la Policía, de un patrón de estas personas que cometen el fraude. El primero es que copian anuncios y fotografías de viviendas que están en el mercado y las ponen en alquiler a precios más bajos de lo normal. A modo de ejemplo, dijo que puede ser una zona en donde el alquiler promedio es de $1,000, pero el anuncio alude a que el pago mensual sería de $600.

El segundo patrón es que “se van a comunicar mayormente a través de mensajes de texto o mensajes por WhatsApp o correo electrónico. O sea, no va a haber una comunicación por voz… Igualmente, no le van a mostrar la propiedad por dentro y le van a decir que pase por fuera, mírala y si te interesa, pues, este sería el contrato, pero un contrato fatulo. En ese sentido, pues, le va a decir, olvídate si ves un rótulo (de venta), este rótulo yo lo cancelé, o sea que obvie ese rótulo”.

La presidenta de la Asociación de Realtors de Puerto Rico, Irma Colón.
La presidenta de la Asociación de Realtors de Puerto Rico, Irma Colón. (Suministrada)

El fraude radica en que se le solicita dinero para separar la propiedad. Colón enfatizó que se tienen “posibilidades mínimas” de recuperar este dinero que se entrega en medio de una transacción fraudulenta.

La corredora de bienes raíces, que tiene 20 años de experiencia, pidió a las personas a que indaguen sobre si la propiedad tiene otros anuncios de venta y llamen para verificar.

La también instructora indicó que, más allá de los fraudes que se cometen, el mercado de bienes raíces se ha transformado a raíz de la escasez.

El primer problema es que “ante esa escasez, los precios siguen elevándose”, lo que hace más difícil conseguir vivienda asequible.

Las pocas propiedades que salen a la venta bajo el precio promedio, que ronda entre los $190,000 a $225,000, son muy codiciadas. Esto hace que haya mucha competencia.

Colón sostuvo que cuando sale un anuncio de vendedores de bienes raíces con una propiedad bajo estos precios “en cuestión de horas hay de 10 a 20 compradores”.

Aceptó que la persona “mejor cualificada y con mejores condiciones” será la seleccionada para la transacción.

“No es discrimen, es cuestión de negocios”, afirmó Colón.

Rechazó que en esta competencia se discrimine a las personas que tienen vales del gobierno por ser primeros compradores u otros vales dados tras el proceso de recuperación en los huracanes y terremotos. Pero, aceptó que la tardanza que registra el gobierno en procesar la venta, que es de 90 a 120 días, es parte de la consideración que tiene el dueño de la propiedad para decidir qué oferta acepta entre las 20 opciones que pudiese tener en este mercado competitivo.

Con dinero en mano

La competencia se vuelve mayor cuando aparecen personas con dinero en efectivo, como dice Colón que está ocurriendo.

Comentó que -en su mayoría- se trata de boricuas que se marcharon de Puerto Rico tras el paso del huracán María (2017) y ahora buscan regresar; o personas que quiebran sus cuentas de ahorro o retiro con tal de conseguir una propiedad.

“Saben que la competencia está fuerte y al tener efectivo para comprar una propiedad pueden tener ventaja frente a otros compradores”, señaló sobre la lógica de lo que ocurre.

Si no tiene dinero en efectivo, Colón señaló que se puede cumplir con ciertos requisitos que pudieran hacer que sea seleccionado para completar la venta.

Dijo que ya no es suficiente con estar precualificado por una institución bancaria para hipotecar la propiedad. Señaló que es recomendable una preaprobación.

También señaló que proponer pagar -aunque sea $1,000 por encima del precio de venta o hacerse cargo de ciertas reparaciones ordenadas por el banco para completar la transacción- también le favorecería.

Colón señaló, además, que las personas con vales del gobierno también deben estar preparadas para poner un depósito en efectivo sobre una propiedad como garantía de su interés en el proceso. Dijo que el paso va más allá de firmar un contrato. Además, les recomendó tener el certificado de elegibilidad que ofrece el Departamento de la Vivienda.

Llamado al gobierno

La experta le urgió al gobierno a promover la construcción de vivienda asequible. Señaló que es necesario legislación para otorgar más incentivos a los constructores para que estos no opten por hacer residencias de alto costo, que es por donde mayormente se inclinan para aumentar sus ganancias.

Expuso que también hace falta legislar para facilitar el desarrollo de estorbos públicos. Comentó que la reciente ley firmada por el exgobernador Pedro Pierluisi, que permite al municipio reclamar una propiedad sin depositar en el tribunal el dinero para cubrir su costo, no ha rendido efectos.

También urgió a que se agilicen los procesos para procesar los vales que se otorgan desde el gobierno. Dijo que esto facilitaría el que las personas consigan propiedades.

Orientación para todos

Si usted es una de estas personas que está agobiada en la búsqueda de propiedades asequibles, sepa que la Asociación de Realtors realizará su convención del 3 al 5 de octubre en el Embassy Suites de Isla Verde. Allí, habrá orientaciones destinadas a los compradores y a vendedores.

“Aquellas personas que, de una manera u otra, quieran conocer un poco más de los bienes raíces, quizás están buscando alquilar, vender están buscando quizás comprar una propiedad y quieran conocer un poquito más sobre el proceso, nosotros le podemos ayudar”, expuso la realtor.