Los legisladores del Partido Nuevo Progresista (PNP) tuvieron el año 2008 para oponerse y proponer cambios a la propuesta de reforma legislativa, pero ahora ya es muy tarde para quejarse, opinó el representante José Luis Rivera Guerra.

El pasado año electoral “era el momento para debatir la reducción de escaños, sí o no”, cuando el PNP discutía su plataforma para este cuatrienio, pero “en aquel momento no lo tomaron en serio”, dijo a Primera Hora el representante novoprogresista del distrito Aguadilla-Moca.

Rivera Guerra alegó desconocer las razones por las cuales varios de sus colegas ahora levantan objeciones a la reforma legislativa que impulsa el gobernador Luis Fortuño, aunque reconoció a preguntas que lo que ha visto son más razones personales que políticas, por los que en la práctica perderían sus escaños.

Eso no puede ser así, opinó, porque “el pueblo va por encima de cualquier consideración personal… Hicimos un compromiso con el partido”, manifestó el legislador.

Sus razones para apoyar la reforma legislativa son básicamente que restituye el distrito senatorial de Aguadilla a lo que fue la primera mitad del siglo pasado, lo cual significa la instalación de oficinas del gobierno central y más recursos para sus municipios, y porque aumenta la representación legislativa de su distrito, de siete a ocho escaños.

Rivera Guerra defendió al gobernador Fortuño por impulsar sus compromisos de campaña, incluida  la reforma contributiva, aunque avaló también el reclamo de varios correligionarios por que se aprueben cambios a las tarifas para reducir los cobros por consumo de agua y electricidad.

“Yo no sé si lo que están planteando es como excusa para atrasar la reforma legislativa, pero es un tema que el Gobernador insiste en cumplir con su compromiso”, declaró.