Washington.- El gobernador Ricardo Rosselló advirtió hoy que además de asistencia federal para mitigar la devastación causada por el huracán María, Puerto Rico va a necesitar ayuda financiera para poner en marcha la recuperación y reconstrucción de la Isla, que está en medio de una grave crisis fiscal y de deuda pública.

“Necesitamos prevenir que ocurra una crisis humanitaria en Estados Unidos, pues Puerto Rico es parte de Estados Unidos”, dijo Rosselló en declaraciones a CNN.

El gobernador sostuvo que la asistencia financiera – independiente a las medidas de auxilio de emergencia para atender a los damnificados-, debe ser a través del Departamento del Tesoro o la Reserva federal.

Hoy, la Cámara baja federal puede considerar unas medidas de alivio contributivo para las víctimas de los huracanes Harvey, Irma y María, según el número dos de la mayoría republicana, Kevin McCarthy (California).

Rosselló sostuvo que agradece las medidas de solidaridad del Ejecutivo y el legislativo federal, pero “necesitamos que tomen acción sobre un paquete de ayuda para Puerto Rico”.

El gobernador recordó que Puerto Rico respaldó los esfuerzos de las autoridades federales que establecieron en San Juan el centro de asistencia al Caribe después del azote del huracán Irma.

“Este es un desastre mayor. Tenemos ya una crisis fiscal en nuestras manos. Mi petición al Congreso es que la cantidad del paquete de asistencia tiene que ser consecuente con los daños. Tenemos que estar seguros, además, que haya flexibilidad en ese financiamiento, porque Puerto Rico no puede operar sin esa flexibilidad y en tercer lugar, tiene que haber financiamiento – sea a través del Tesoro o la Reserva federal-, para que Puerto Rico pueda operar”, dijo.

Rosselló sostuvo que ha estado comprometido “con una agenda fiscal agresiva” para recortar los gastos del gobierno de Puerto Rico, tras la imposición de una Junta de Supervisión Fiscal que controla las decisiones financieras de la isla, pero la catástrofe causada por el huracán María “cambia las reglas”.

“Esto tiene que ser tomado en consideración, sino va a haber una crisis humanitaria y un éxodo masivo hacia Estados Unidos. Hago un llamado al Congreso para que tome acción y haga su solidaridad algo tangible, con un proyecto que verdaderamente responda a nuestras necesidades”, indicó el gobernador.

Un día después del huracán María, la junta federal autorizó destinar $1,000 millones a las tareas de recuperación del gobierno de Puerto Rico. Entonces, el presidente de la junta, José Carrión III, indicó a Wapa América que “tenemos que revaluarlo todo y reenfocarnos en lo que es evidente. Hay que reconstruir el país”.

Antes del huracán, muchas voces – desde el gobierno de Puerto Rico, los boricuas del Congreso, economistas, grupos de estudio y coalicines sindicales-, habían advertido que la ley PROMESA que impuso la junta y abrió la puerta a la reestructuración de la deuda pública no es suficiente, sin medidas de desarrollo económico.

Varios grupos, como el Centro para una Nueva Economía y la coalición Vamos por Puerto Rico, han pedido un programa de asistencia similar al Plan Marshall que puso en marcha Estados Unidos para Europa occidental a mediados del siglo pasado.

Después del huracán Irma, el multimillonario Richard Branson abogó por un Plan Marshall para todo el Caribe.

Esos reclamos cobran ahora más fuerza que nunca.