No atender el problema de la pobreza infantil le cuesta a Puerto Rico 4,418 millones de dólares anuales, lo que representa el 4.3 por ciento del producto nacional y un costo per cápita por niño pobre de 11,536 dólares.

Dichos datos fueron presentados este martes por el Instituto del Desarrollo de la Juventud de la isla, en Washington, D.C., ante un foro auspiciado por el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, su presidente Raúl Grijalva y la comisionada residente Jennifer González.

Las cifras están contenidas en el estudio "Un futuro de pobreza infantil en Puerto Rico: cuánto nos cuesta y qué podemos hacer", que fue presentado recientemente en la isla por el IDJ.

El mismo revelaba el costo económico de no atender las repercusiones de la pobreza infantil en la isla, así como diez medidas que podrían reducirla en un plazo de 10 años.

Por el contrario, el estudio revelaba que atender la pobreza infantil requeriría una inversión máxima de apenas 2,700 millones anuales durante 10 años.

En Puerto Rico el 58 por ciento de los niños y niñas viven bajo el nivel de pobreza y un 37 por ciento en pobreza extrema.

Esta cifra duplica el porcentaje de pobreza infantil que impera en el estado más pobre de Estados Unidos: Misisipi, que tiene una taza de pobreza infantil del 30 por ciento, de acuerdo al análisis.

Entre las políticas públicas propuestas por IDJ para abordar la pobreza infantil están la expansión de los empleos subsidiados por el gobierno para jóvenes, madres y padres; fortalecer los sistemas de cuido y niñez temprana; y la extensión del crédito federal por hijos a familias con uno y dos niños.

El estudio de IDJ fue respaldado por 18 organizaciones que representan diversos sectores en Puerto Rico: entidades de base comunitaria, el sector privado, el sector civil, asociaciones profesionales y organizaciones filantrópicas.