No bajen la guardia con los huracanes
Cuidado que venga uno y nos parta por la mitad

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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El hecho de que los meteorólogos hayan pronosticado que vamos a tener una actividad ciclónica poco activa, no significa que no se desarrolle un fenómeno atmosférico de gran intensidad y que por no estar preparados nos parta por la mitad, arrasando con vida y propiedad.
No se puede bajar la guardia y hay que tener listo un plan familiar. Hay que estar prevenido para la eventualidad de la interrupción de luz y de agua. Hay que abastecerse de alimentos no perecederos, entre muchas otras precauciones.
Ernesto Morales, del Servicio Nacional de Meteorología, expuso que lo que se está pronosticando es una temporada poco activa. La razón de esto es que el Niño se espera que se desarrolle para julio, entre verano y otoño.
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“Esto lo que va a hacer, es que el ambiente no va a estar favorable al desarrollo de estos sistemas, a través de la cuenca del Atlántico. Aún así, este pronóstico solo habla de la cantidad de huracanes, de la actividad ciclónica y no de las áreas afectadas por estos sistemas”, indicó.
Por lo tanto, agregó, solamente toma un sistema para vernos afectados.
“En 1992, un año que se pronosticó como bien poco activo, un sistema que se desarrolló fue el huracán Andrew, categoría cinco, que fue uno de los más destructivos en Estados Unidos”, dijo.
“Es relativo decir si fue una temporada tranquila o activa, ya que solo toma un huracán para vernos afectados”, apuntó.
¿Pudiera variar el pronóstico?
No va a variar. Siempre queda un espacio para cambios en el pronóstico pero los expertos están viendo que va a ser un año bastante tranquilo.
El hecho de que el pronóstico hable de un año poco activo, recalcó, no quiere decir que el ciudadano no debe prepararse. Es un buen ejemplo para preparar su plan de emergencia familiar.
Tienen que estar listos.
El meteorólogo aconsejó que no bajen la guardia pues son fenómenos naturales normales a través del trópico. Cuando inicia temporada, hay cosas básicas. La temporada pico es desde las últimas dos semanas de agosto y las dos primeras de septiembre.
Que no esperen al último momento, manifestó.
“Deben prepararse desde mucho antes. Los pasados años hemos tenido sistemas fuera de la temporada pico, como lo fue Chantal y Ernesto, que ocurrieron en la última semana de julio y la primera de agosto”, advirtió.
En tanto, Miguel Ríos, director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead), aludió también a lo sucedido con el huracán Andrew, que fue el primero de la temporada de 1992, y fue uno de los más destructivos del sur de la Florida y el más costoso de Estados Unidos.
“Costó $ 2,900 millones”, destacó.
“Lo primero que aconsejamos es que tengan su plan familiar; que inscriban a los familiares con algún tipo de discapacidad en la Línea 311, para que toda las oficinas de manejo de emergencia de los municipios puedan tener el listado, en caso de tener que ser desalojado para proteger su vida y la propiedad”, observó Ríos.
Entre los consejos básicos, mencionó el limpiar el patio de las casas y alrededores, para eliminar objetos que puedan convertirse en proyectiles, en caso de un huracán y que vayan preparando todo los alimentos no perecederos, sus linternas, todos los materiales que ellos compran para pasar estos momentos, cuando no hay agua ni luz.
“La familia tiene que tener abastecimientos para suplir sus necesidades. Recomendamos que lo hagan desde ahora, para que no tengan que hacer compra a última hora”, acotó.
Lo otro importante, indicó, es que todas las personas deben tener una certificación médica de los tratamientos que reciben, para que en caso de tener que ser llevados a un refugio, podérsele dar seguimiento.
“Es bien importante que aquellas personas que viven en área susceptibles a inundación, tengan dentro de su plan familiar como primera opción, el poderse moverse con familiares”, puntualizó.