No hay casa pa’ tanta gente
Oferta de propiedades a bajo costo no alcanza para suplir demanda que hay en la zona sur tras los sismos

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Los damnificados por los terremotos que afectan a la zona suroeste del país tienen pocas o casi ninguna opción para conseguir un hogar seguro cerca de lo que fue su comunidad antes de que sus residencias quedasen agrietadas o destruidas.
Según consultas realizadas por Primera Hora a vendedores de bienes raíces, tasadores y posibles compradores del área, hay escasez de viviendas para alquiler y de bajo costo ($80,000 a $125,000).
“No es que no hay. Hay pocas y la mayoría de las propiedades no son de bajo costo. No hay la cantidad que se necesitan y en el precio que se está solicitando”, señaló la presidenta de la Asociación de Realtors de Puerto Rico, Caridad Quiroga.
El gobierno le ha solicitado a los realtors y a los bancos este listado de propiedades disponibles para la venta o alquiler, pues ha trazado un plan para reubicar a los damnificados en viviendas adecuadas antes de que comience la temporada de huracanes en junio. La fecha que se establecieron como meta para eliminar los campamentos, en el que las personas duermen bajo carpas o en casetas de acampar, es el 24 de marzo.
Según estimados dados a conocer por el gobierno a finales de enero, se necesitan unas 800 propiedades para reubicar a familias que habían perdido por completo su hogar o que las estructuras sufrieron daños menores.
Sin embargo, las alternativas con las que se cuentan están por debajo de la alta demanda que hay en la zona. La situación se complica cuando las personas que andan en busca de un lugar para vivir que no haya sido afectado por los sismos se percatan que los precios de propiedades han aumentado en medio de la crisis.
“La gente se está aprovechando. He llamado para rentar y están pidiendo $1,000 de renta. ¿Usted sabe lo que es eso? No, hombre, no”, afirmó una ingeniera, de 56 años y quien solicitó no ser identificada por su nombre.
La mujer, quien perdió su residencia en Guánica, contó que ahora duerme en un “camper” en lo que consigue una nueva vivienda.
“Estoy bañándome en una caseta. A ese nivel estamos”, afirmó.
La ingeniera explicó que busca una casa de bajo costo, porque teme a que su inversión se pierda con otro sismo. Indicó que las opciones que les ha dado el banco en la cual ya fue precualificada son propiedades de $200,000 y $300,000.
“Yo después de haber perdido una casa tan valiosa, en este momento, no estoy para eso”, señaló.
Bajo inventario
Esta alta demanda de residencias en la zona afectada por los sismos llegó en momentos en que el inventario que había disponible era, de por sí, bajo.
Quiroga informó que el listado de propiedades que prepara la Asociación de Realtors para entregarle al gobierno esta semana, tras una solicitud hecha por la gobernadora Wanda Vázquez, es de “entre 150 a 200 propiedades que se pueden encontrar fluctuando, no en el ‘range’ de $80,000 a $125,000, tal vez de un poco más”.
La experta también dijo que es normal que el precio de las propiedades ascienda cuando hay alta demanda.
Mientras, la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos, Zoimé Álvarez Rubio, precisó que en la zona afectada por los sismos los bancos tienen disponible 72 propiedades reposeídas. No indicó cuáles son los precios.
Explicó que el bajo número se debe a que los bancos solo retienen un 20% de los préstamos hipotecarios que realizan. La otra gran parte de los casos están en instituciones bajo el Goverment Sponsored Mortgage Company, como los FHA, Freddie Mac o Fannie Mae.
Mientras, “los alquileres están más difíciles”, planteó la presidenta de la Asociación de Realtors.
Quiroga no pudo ofrecer una cantidad de viviendas en alquiler en la zona afectada. Sin embargo, dos de los realtors del área consultados, el atleta Javier Culson y Vicente Muñoz, indicaron que no hay propiedades.
“Hay mucha gente llamando con ‘voucher’ y Sección 8 y sinceramente no hay, porque no son pueblos (con tradición) de alquileres. En Yauco, Guánica y Guayanilla no hay nada”, expresó Muñoz.
El problema de que no haya propiedades para alquiler es que los damnificados por los sismos están tomando en cuenta este factor para decidir marcharse hacia los Estados Unidos.
“La gente está pensando en alquilar o irse. La opción de vivir en otros pueblos no es para ellos. Si no consiguen donde están o en su entorno, prefieren irse. Ese es el efecto que yo he visto”, afirmó, por su parte el vendedor de bienes raíces y tasador Víctor Maisonet Rivera.
De hecho, Primera Hora contactó a varios vendedores de propiedades y expusieron que las tienen alquiladas en lo que logran venderlas.
Por ejemplo, Rika Monfort, quien tiene una propiedad en venta en el área urbana de Yauco por $75,500, explicó que no ha logrado salir de la propiedad, porque “la gente lo quiere más económico. Pero es una casa que está en el centro del pueblo y como no he tenido apuro de dinero, pues le sigo sacando en renta casi $700 mensuales”.
Aceptó que vive preocupada de que la vivienda colapse a causa de los sismos.
“Estamos así día a día. Todos los días vivo pensando si esta que vivo o aquella (que vende) van a seguir en pie, si la voy a poder vender o seguirá en renta, pero hay que esperar hoy a ver qué va a pasar mañana”, comentó.
A buscar alternativas
Para resolver el problema del poco inventario de propiedades, Quiroga abogó por la unidad de voluntades.
“La solución a lo mejor no la tenemos de frente a nosotros, pero definitivamente hay que buscarla. Hay muchas propiedades que están abandonadas y hay que hacer estudio de quiénes son los dueños. Sabemos que en los cascos urbanos hay muchas propiedades abandonada. Hay que poner esas propiedades en condiciones y utilizarlas. Entiendo que podría ser una de las alternativas que tenemos”, sostuvo.
También expuso que el gobierno debe identificar las casas afectadas por los sismos que se pueden mejorar para que sus dueños puedan retornar a ellas.
Reveló, de paso, que en las reuniones en las que ha estado se ha comentado sobre la alternativa de tomar escuelas o edificios grandes que se puedan convertir en apartamentos.
Primera Hora solicitó una reacción del Departamento de la Vivienda para conocer qué otras opciones habría disponible para reubicar a los damnificados, pero no hubo respuesta.
Se siguen vendiendo casas
Pese a este cuadro, el mercado de las ventas de propiedades no se ha detenido en el suroeste del país.
Álvarez Rubio y Quiroga rechazaron que los bancos hayan decidido paralizar los préstamos hipotecarios en la zona afectada por los sismos, como se ha comentado.
La vicepresidenta de la Asociación de Bancos explicó que las hipotecas son un negocio para estas instituciones y que su objetivo es “seguir ganando dinero”, por lo que no es real que detengan el mercado. Explicó que “las cualificaciones se reducen a la capacidad de pago”.
Por su parte, la líder de los realtors lo que expuso es que el proceso para cerrar una hipoteca se ha tornado más lento.
“Los bancos están aguantados por los temas de seguro. Las aseguradoras están analizando caso a caso y ahí se da el seguro o no se da. Están tomando todos los casos uno a uno, con debidas inspecciones y regulaciones. Se están demorando un poco más por las regulaciones. Esas inspecciones adicionales van a alargar el proceso”, expuso.
Culson, por ejemplo, expuso que la semana pasado tuvo tres cierres de propiedades en Ponce y Peñuelas.
“Hay movimiento de venta después de que la propiedad no haya tenido daños estructurales”, expuso.
Lo que ve reflejado el mercado es que personas de la clase media se han retractado de comprar propiedades en el área afectada por los sismos.
“El mercado de la clase media, ese sí está asustado y se ha aguantado bastante”, afirmó Muñoz, al indicar que estas personas son las que regularmente buscan viviendas entre los $150,000 a $250,000.
Añadió que “el mercado de $300,000 se sigue mercadeando y vendiendo”.