¡Ya son diez!

Parece que fue ayer que miles de hombres puertorriqueños dejaron a un lado sus inhibiciones y tabúes y corrieron en busca de la milagrosa “pastillita azul”.

No era para menos. Las noticias eran excelentes. Salía por primera vez al mercado un medicamento oral para tratar lo que hasta entonces se conocía como “impotencia”.

Y, hasta ese momento la impotencia se trataba con inyecciones e implantes.

Los hombres no sólo invadieron las oficinas médicas provocando que en el primer mes de venta se prescribieran sobre 500 mil recetas, sino que también comenzaron a hablar de sexo con otros hombres y el término “impotencia” —hasta el momento con implicaciones negativas— comenzó a llamarse por su nombre médico: disfunción eréctil.

Se trató del momento que marcó la revolución del sexo masculino.

“La Viagra representó una verdadera revolución no solamente en el caso del tratamiento de la disfunción eréctil... fue tan poderosa como la evolución de los contraceptivos orales”, indicó a PRIMERA HORA el urólogo José Ferrer.

Así como los anticonceptivos liberaron a la mujer, la Viagra desató las cadenas que ataban a muchos hombres y a sus parejas a una vida sexual poco placentera.

“Se hizo un estudio sobre la vida sexual entre la población de edad avanzada y se ha visto que muchos aún continúan teniendo una vida sexual activa con su pareja”, señaló sobre los beneficios Iván Figueroa, gerente de Asuntos Clínicos de la farmacéutica en la Isla.

Viagra salió al mercado estadounidense un día como hoy, en el 1998, de la mano de la farmacéutica Pfizer para tratar la disfunción eréctil, condición que afecta casi al 50% de los hombres entre los 40 y los 70 años.

La disfunción eréctil ocurre cuando un hombre tiene problemas para lograr o mantener una erección durante un tiempo lo suficientemente prolongado para el acto sexual. La razón es que no fluye suficiente sangre hacia el pene.

En estos diez años, Viagra no sólo ha logrado proporcionarles placer sexual a muchos hombres, sino que también ha permitido la detección temprana de condiciones que afectan el sistema cardiovascular y que se manifiestan por primera vez a través de la disfunción eréctil, como lo son la diabetes y la hipertensión.

Esta detección a tiempo evita complicaciones, como un ataque cardiaco o una apoplejía cerebral.

Igualmente, ha ayudado a aclarar que, contrario a lo que se pensaba, sólo el diez por ciento de los casos de disfunción eréctil son producto de trastornos psicológicos.

La fórmula original del medicamento, cuyo ingrediente principal es el sildenafilo, se ha mantenido intacta desde su incursión en el mercado.

De hecho, la farmacéutica no ha “contemplado” el desarrollo de una nueva fórmula. Hasta el año 2012, Pfizer tiene la patente del medicamento, lo que impide la fabricación de versiones genéricas, indicó Figueroa.

Atrae a los más jóvenes

Sin embargo, su uso sí ha evolucionado. Cada vez hombres mas jóvenes que no padecen ninguna condición médica deciden darle una probadita en busca de una mejor actuación en la intimidad.

“Piensan que si se toman una pastillita, van a garantizar un mejor performance en el sexo”, indicó Ferrer tras aclarar que una dosis mayor no es sinónimo de una mejor erección.

“Es algo psicológico. Los jóvenes no van a tener mejor erección con Viagra que sin ella y tampoco van a poder tener sexo más veces que lo que podrían normalmente”, añadió el urólogo.

Figueroa, por su parte, admitió esta nueva modalidad, aunque dejó claro que el medicamento fue fabricado para tratar una condición médica y no para “diversión”.

“(Viagra) no es de uso recreacional. No avalamos ese tipo de conductas, porque es una irresponsabilidad”, señaló.

Los lugares donde los jóvenes podrían conseguir la pastilla azul podrían ser variados. Pero, la realidad es que en Puerto Rico, como en otras partes del mundo, se puede adquirir de forma ilegal.

Aunque el medicamento se consigue en la calle o a través de la Internet a un precio mucho menor, el comprador podría estar colocando su vida en riesgo, ya que el origen y calidad de la pastilla es altamente cuestionable.

“Podría tratarse de una pastilla de talco o de algo peor”, indicó Ferrer.

Una pastilla de Viagra podría llegar a costar hasta $29, dependiendo de los miligramos.

También hay quejas

Así como miles de hombres agradecen los milagritos que ha hecho en su vida la Viagra, hay quienes maldicen su fabricación.

Según informes de prensa, son muchas las mujeres que culpan al medicamento de la ruptura de un matrimonio que hasta el momento era plácido.

El doctor Ferrer, sin embargo, dijo que la culpa no es del medicamento sino de la sociedad en la que vivimos. “Hombres que eran mujeriegos se recogieron al percatarse de que padecían de disfunción y, de repente, con la salida del medicamento, volvieron a sus andadas porque vieron que podían mantener una relación sexual”, dijo el galeno.

Actualmente, Viagra cuenta con dos grandes rivales que salieron al mercado en el 2003: Levitra y Cialis. El primero llegó al mercado de la mano de Bayer y el segundo de Lilly.

Pfizer asegura que estos medicamentos no han mermado el número de consumidores de Viagra, el cual se estima a nivel mundial en 35 millones.