Guánica.- Las réplicas, algunas fuertes y otras más suaves, que siguen reportándose en el suroeste del País, llevaron a una familia de la barriada Esperanza de este municipio costero a denominar el campamento familiar que improvisaron en una de las salidas del pueblo, como “Villa Temblores”.

Doña Sonia Lugo Vázquez vigilaba esta tarde la improvisada vivienda a la intemperie donde pernoctan su hija, Madeline Feliciano Lugo y su yerno, Carlos Arena y otro matrimonio del vecindario guaniqueño.

“Entre todos le pusimos el nombre a este campamento porque sigue temblando. Hay veces que en el día hay 4 ó 5 fuertes. Esta mañana hubo uno fuertecito”, sostuvo.

Doña Sonia no duerme en el campamento, pues dijo que se queda con un hijo en la casa del suegro de éste en el barrio Fuig del pueblo. “Vengo aquí a diario para estar con mi hija. Vivimos todos en Esperanza, mi casa es de madera, pero parte del piso que es de cemento se abrió”, relató.

Añadió que en el patio de la casa de su hija, también de cemento y madera, hay una enorme grieta que los tiene preocupados.

Aunque el pueblo ya tiene servicio de energía eléctrica, Doña Sonia dijo que en ocasiones “la luz va y viene”. 

En el campamento casero, dos casetas sirven de dormitorios y otros toldos cubren el techo de la improvisada cocina en la que había una estufita de gas y sobre una mesa plegadiza, varios alimentos enlatados, agua y otros suministros.

“Tenemos fe en Papito Dios en que todo se calme, que todo se aplaque y que podamos volver a las casas”, sostuvo Doña Sonia. La mujer confía en que su pueblo, que luce desolado y en el que abundan los campamentos familiares al aire libre, “se vuelva a levantar”.