El perfil del corrupto boricua: la mayoría son hombres y, contrario a la percepción genereral, también jóvenes.

Un estudio realizado por la Oficina de Ética Gubernalmental con los expedientes de la agencia por más de dos décadas reveló que los que infringen la Ley de Ética en Puerto Rico, en un 68%, son varones y, otro dato interesante, llevan poco tiempo en el servicio público.

El Gobierno no “los daña”, porque según los datos suministrados por la directora de Ética Gubernamental, Zulma R. Rosario, los corruptos, en su mayoría, llevan en la gestión pública cinco años o menos.

Aquellos con más de 20 años en las agencias sólo están representados en la estadística con un 2.60%.

Las figuras de alta prominencia, como los Víctor Fajardo y los Freddy Valentín, salen en las portadas de los periódicos, pero ésa tampoco es la norma.

En Puerto Rico, la corrupción no es una profesión de “cocorocos”, sino de personal de las capas medias.

Del total de casos investigados, el 48.9% pertenecía a ese último grupo, mientras los funcionarios de alta jerarquía apenas alcanzaban el 11.25%.

Los supervisores no suelen encabezar tampoco las estadísticas del delito, ni se da en la Isla un patrón de corrupción organizada.

Los actos son individuales y el beneficio se concreta mayormente en el otorgamiento de contratos. Luego le sigue la obtención de dinero en efectivo, los nombramientos, otro tipo de privilegios y diversas oportunidades económicas.

En cuanto a las violaciones de ley más recurrentes, la principal es la relacionada con los informes financieros, ya sea porque no se radicaron, se radicaron tarde o se omitió información en los mismos.

Los delitos relacionados al manejo de fondos, se han dado principalmente con el uso ilegal de las tarjetas de crédito.

Sobre el tema del nepotismo, quedó evidenciado que los corruptos de la Isla a quienes más les “dan la mano” es a sus propios hijos, seguido de sus hermanos, primos hermanos y sobrinos.

En la lista también aparecen los cónyuges anteriores, un dato curioso que Rosario comentó que a veces tiene que ver con el interés de pagar la pensión alimentaria por otras vías.

La Ley de Ética Gubernamental también se viola en el manejo de la propiedad, principalmente con el mal uso de las computadoras.

En el ámbito político, los violadores utilizan los deberes y facultades del cargo para su propio beneficio; luego le sigue la venta de boletos y, tercero, está el uso de equipos tales como los vehículos de motor, que usan en campaña.

Rosario dio a conocer el informe en la Cumbre Interagencial Anticorrupción que se llevó a cabo ayer con la participación de autoridades estatales y federales.