Puerto Rico tiene 78 municipios, sin embargo, si le preguntas a cualquier puertorriqueño cuál es el municipio #79, sin titubear te responderá: Nueva York.

No existe una ciudad en el extranjero que sea más nuestra que Nueva York, no sólo por ser el lugar donde más puertorriqueños viven fuera de la Isla, sino por su importancia y presencia en nuestra historia nacional. Según el último censo realizado en el 2000, allí hay 1,011,316 personas que se identifican como puertorriqueños.

Todos sabemos que para la década de 1940 y 1950, miles de hermanos se marcharon a esta ciudad, la inmensa mayoría por razones económicas. Sólo basta con recordarnos de la película “La Guagua Aérea” y ya nos hacemos un cuadro. Pero, la realidad es que la relación entre Nueva York y nuestra patria es mucho más antigua. Décadas antes de que Estados Unidos invadiera la Isla en 1898, ya existía una comunidad puertorriqueña establecida y activa en Nueva York: médicos, maestros, ejecutivos, comerciantes, periodistas, patriotas, poetas, intelectuales, entre muchos otros. A finales de los 1800, ningún lugar era más conocido por nuestros inmigrantes que la Botica Peraza, del comerciante puertorriqueño Domingo Peraza. Este lugar era conocido por los boricuas como el “Consulado de Puerto Rico”, porque allí se les daba ayuda, hospedaje y orientación para empleo a todos los compatriotas que recién llegaban de la Isla.

Son muchísimos los momentos importantes de nuestra historia nacional que de una forma u otra se desarrollan en esa fascinante ciudad. Del mar de cosas que nos une, déjenme mostrarle varias gotitas.

– El puertorriqueño Eugenio María de Hostos dirigió el periódico La Revolución (diario proindependencia Cuba y Puerto Rico) mientras trabajaba como maestro de francés y traductor para la Editorial Appleton.

– Bautizaron el centro de investigaciones de la cultura africana más importante del mundo en honor al educador puertorriqueño Arturo Alfonso Schomburg.

– Antonio Vélez Alvarado diseñó nuestra bandera nacional en su apartamento de la calle 23, #219.

– 59 puertorriqueños reunidos en el Chimmey Hall seleccionaron y adoptaron la bandera creada por Antonio Vélez Alvarado como la bandera nacional de Puerto Rico (la monoestrellada). Nuestra amada bandera nació en Nueva York.

– En 1929, en un restaurante de Harlem, Rafael Hernández compuso su obra “Lamento Borincano”.

– La prestigiosa Joyería Tiffany diseñó el escudo intruso. Un natimuerto escudo que los norteamericanos impusieron a Puerto Rico en sustitución del antiguo escudo del cordero.

– El actor negro más cotizado de su época, el puertorriqueño Juano Hernández, comenzó a brillar como bailarín, cantante y actor de radio en CBS y NBC.

– La ganadora del Oscar, el Grammy, el Tony y el Emmy, la puertorriqueña Rita Moreno, comenzó su exitosa carrera como actriz en Broadway a los 13 años de edad.

– El único hispano en ganar el Oscar al Mejor Actor, el puertorriqueño José Ferrer (quien se mudó a los 6 años de edad junto a su padre), creció y se desarrolló.

–Nació el sello de salsa más famoso de todos los tiempos, Fania, con sus cantantes estrellas: Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Pete “El Conde” Rodríguez, Adalberto Santiago, Bobby Cruz, Santos Colón y Cheo Feliciano, todos boricuas.

–Nuestros hermanos puertorriqueños crearon la famosa Parada Nacional Puertorriqueña de Nueva York, considerada la parada nacional más grande de país alguno en todos los Estados Unidos.

Los puertorriqueños han dejado una huella impactante en la capital del mundo que nos enorgullece a todos. Quien ame a Puerto Rico y a su historia, tiene que amar a Nueva York.