Si necesitas tus lentes durante la mayor parte del día, seguramente ni recuerdes que los llevas puestos. No obstante, usar espejuelos puede ser incómodo en muchas situaciones, como cuando realizas actividades físicas o cuando te los tienes que quitar para leer o comer.

Por eso, prescindir de los lentes es un acto liberador para muchos que desean emanciparse de todo lo que conlleva usarlos, como protegerlos de golpes, limpiarlos o evitar que se pierdan en el lugar menos pensado.

Desde el año 1990, existe una alternativa quirúrgica para corregir la vista. Conocida como Lasik (acrónimo de Laser-Assisted in Situ Keratomileusis), es una de las técnicas más utilizadas para la corrección de ciertos defectos en la refracción del ojo por medio de láser.

Debido a su seguridad y reproducibilidad, el Lasik se ha convertido en una verdadera revolución en la oftalmología moderna, que consigue el efecto deseado moldeando la superficie anterior de la córnea con un tipo de láser ultravioleta.

Los anuncios publicitarios aseguran que la cirugía Lasik puede “reducir o eliminar la dependencia a los anteojos o lentes de contacto” y que “la visión mejora casi de inmediato”. Sin embargo, no se hace mucha publicidad de los inconvenientes.

Según una encuesta del Centro Nacional de Investigación de Consumer Reports que se realizó a 793 adultos que se sometieron a una cirugía de corrección de la vista, más del 50% aún necesita usar espejuelos, por lo menos algunas veces. Además, son comunes los efectos secundarios, como los ojos secos o ver halos, destellos y resplandores alrededor de las luces.

Eso no quita que un alto porcentaje de los operados se sienta muy satisfecho con los resultados. Esto se debe, en parte, a las razones que cada uno tenía para someterse a la cirugía.

Por ejemplo, la mayoría de los encuestados por Consumer Reports lo hizo por estar cansados de usar espejuelos. Les seguía el grupo que deseaba ver con claridad el reloj de cabecera cada mañana. Otros deseaban liberarse de los inconvenientes que causa usar y cuidar los lentes de contacto.

Al final, sin embargo, algunos de estos no se libraron por completo de usar sus lentes una que otra vez.

Por eso, si contemplas someterte a una cirugía correctiva de la vista, busca información en la página www.fda.gov (bajo “lasik”) y conversa con otras personas que se han sometido a la cirugía.

 ¿Soy un buen candidato?

Lista de cotejo

Tu visión debe haber sido estable durante el último año. Debes tener por lo menos 18 años y, si eres mujer, no estar embarazada ni en periodo de lactancia. No debes sufrir de ninguna enfermedad que impida la cicatrización (por ejemplo, diabetes) o tomar medicamentos que lo hagan. No te sometas a la cirugía si padeces de ojos secos. Según las personas encuestadas por Consumer Reports, las que sufrían de miopía antes de la cirugía estuvieron ligeramente más satisfechas con los resultados que las que al principio tenían hipermetropía o astigmatismo.

¿Cómo encuentro un buen cirujano?

Infórmate bien

Busca un oftalmólogo acreditado por la Junta Estadounidense de Especialidades Médicas (verifica en www.abms.org) que haya realizado varias veces el procedimiento que tienes planeado. Los encuestados se mostraron más contentos en los casos en que sus doctores se reunieron con ellos antes y después de la cirugía, registraron su historial médico y medidas de la vista (grosor de la córnea, tamaño de la pupila, producción lagrimal), y les explicaron en detalle los riesgos y beneficios. Escoge con cuidado.

¿Mi seguro la cubrirá?


Ahorra por si acaso

Quizás tu plan médico no cubra la operación porque la cirugía es discrecional, pero consúltalo con tu compañía de seguros. Muchos centros de cirugía Lasik ofrecen descuentos. Los costos varían ampliamente. El precio estándar a nivel nacional para ambos ojos, con cualquier descuento, es de aproximadamente $3,314.

¿Cuáles son mis opciones?

Hay varios procedimientos

En la cirugía Lasik, se corta y se levanta una capa de la superficie de la córnea; con el rayo láser se da nueva forma a la córnea subyacente y se regresa la capa a su lugar. La recuperación es generalmente la más rápida. En la queratectomía fotorrefractiva (PRK), el cirujano retira capas de tejido de la capa externa de la córnea antes de darle nueva forma. Generalmente, se aconseja la PRK a personas con córneas delgadas. En cambio, en la cirugía queratomileusis epitelial con láser (Lasek), la superficie externa se desprende antes de utilizar el láser y luego se vuelve a colocar.