La ola de calor que se registra en la Isla no ha afectado de manera drástica la producción de leche fresca en la Isla, coincidieron el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, y el presidente del sector de leche de la Asociación de Agricultores, Manuel Enrique Martínez Arbona.

Ambos indicaron que la baja en producción que se registra es la habitual para los meses de verano, cuando el estrés causado por el calor hace que las vacas produzcan menos leche. Por ello, González Beiró señaló que no será necesario importar leche, por el momento.

Martínez Arbona detalló que “los reportes más recientes que hemos recibido nos demuestran que el comportamiento de reducción de producción de leche cruda en finca en las pasadas cuatro semanas fue el habitual para la temporada de verano. La diferencia (baja) entre la producción esperada versus la producida real fue de apenas -0.49% en las primeras dos semanas y de -1.91 % en las pasadas dos semanas. Habría que esperar para ver si el impacto de la ola de calor se verá más adelante”.

González Beiró, por su parte, aludió a que los niveles de producción no están tan distantes a pasados años.

Explicó, sin embargo, que sólo están comenzando esta época en que baja la producción de leche. Dijo que el mes en que suele ya agravarse la situación es para finales de octubre.

Dijo que habrá que ver si, ante la situación de calor que se vive, para ese mes o antes ya habría que comenzar a traer leche para suplir a plantas procesadoras de queso y otros lácteos, no así para venderla como “leche fresca”.

Asimismo, González Beiró aceptó que vienen del año de menor producción de leche de los pasados tres años fiscales. Específicamente, en el año fiscal 2020 hubo una producción de 228,514,012 cuartillos de leche, en el 2021 unos 233,954,643 y en el 2022 de 216,269,270.

El secretario explicó que cuando llegó al Departamento de Agricultura emitió una orden para paralizar el importe de ganado desde los Estados Unidos. Dijo que, en la actualidad, se enfocan en la cría de ganado boricua, que se espera comience a producir leche entre diciembre a febrero próximo.

“Nosotros paramos de incentivar que se trajera ganado a Estados Unidos y comenzamos a incentivar la crianza local. Eso, a corto plazo, nos da una disminución en producción que va a comenzar a aumentar a partir de enero o el próximo año, cuando entren las primeras vacas o vaquillas que nosotros incentivamos en el 2021″, sostuvo.

Dijo que lo que se busca es que las vacas estén más aclimatadas al calor.

“Estamos trabajando con la genética en el esfuerzo para tener el animal adaptado a nuestro clima y vamos a tener otras iniciativas que vamos a estar anunciando próximamente para genética de ganado tropical y que pueda resistir mucho mejor el calor, junto a otras iniciativas que va a tomar el Departamento para adaptarlo al cambio climático”, sostuvo.

En cuanto al ganado para carne, González Beiró dijo que el efecto de calor no se precisa de inmediato, excepto en la necesidad de conseguirle pasto fresco por la sequía. Dijo que este ganado se cuida por unos dos años antes de matarlo para la venta de carne.

¿Qué hacen los ganadores ante el calor?

Por otro lado, Martínez Arbona señaló que, ante este episodio de calor, “los ganaderos aseguran el bienestar animal en las vaquerías velando porque el ganado esté cómodo en esta temporada con sombras, agua y alimento disponible en todo momento. Muchos ganaderos incluyen abanicos y rociadores de agua en sus salas de espera para aumentar el confort de los animales”.

“Cabe destacar que a nivel de fincas los ganaderos están atendiendo la falta de forraje suficiente y no han podido completar prácticas de abonamiento de los predios debido a la ola de calor”, agregó.

Por otro lado, el líder de los ganaderos informó que Agricultura tomó medidas cautelares para atender estos tiempos. Comentó que se implantó un sistema de pago equitativo, el cual ha impactado favorablemente a la totalidad de los ganaderos.

“El pago por cuartillo producido neto de retenciones promedia 88.4 centavos y se paga un diferencial por calidad sobre el Grado A. La ORIL (Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera) ha separado $3.4 millones para distribuir entre ganaderos que exceden los parámetros de calidad. También se creó un programa de incentivos para el establecimiento y renovación de pastos, incluyendo fondos para compra de abono, cuido y crianza de animales adaptados al calor”, explicó.