CAGUAS.- Soldados de la Reserva del Ejército de los Estados Unidos pasan largas horas para ayudar con el suplido de diesel que urgen los hospitales que operan con generadores eléctricos.

Para un hospital como HIMA San Pablo de Caguas, que tiene más pacientes de lo normal después del huracán María, incluyendo a cientos que están conectados a ventiladores, de no llegar el combustible pudiera tener un desenlace nefasto.

“El despacho de este combustible para nuestro hospital en Caguas es sumamente significativo”, expresó Marangely Matos, oficial de calidad y cumplimiento corporativo.

“Nosotros, como único hospital que está operando en la región de forma normal, hemos estamos recibiendo una gran cantidad de pacientes de otros hospitales que han cerrado”.

Relacionadas

Hoy recibieron 6,000 galones, lo que se suma a otros 8,000, lo que se traduce en cuatro a días más de energía eléctrica.

Al igual que San Pablo, casi todos los hospitales del país están en la misma situación.

Dada la demanda extraordinaria, los militares tuvieron que entrar para ayudar con la distribución, superando una serie obstáculos que convierten el proceso en un verdadero operativo militar.

Después del papeleo, la misión comienza con una reunión en el Fuerte Buchanan para organizar la logística, que incluye la decisión de adónde irá cada camión.

Asimismo, esta planificación incluye la coordinación de la seguridad estatal que los acompañará. En el caso de hoy, estuvieron escoltados por oficiales armados del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE).

Después llegaron a las instalaciones de PUMA en Cataño, donde llenaron los tanques en un proceso de que tomó casi una hora, antes de partir hacia Caguas, enfrentando problemas de tapones.

Al llegar a los hospitales, suelen encontrar problemas de dar con el personal adecuado que los lleve hasta los tanques. Hoy no fue el caso, pero tuvieron dificultades con la compatibilidad de las mangas y las tomas de los tanques, lo que extendió el llenado a varias horas.

Pese a todo, para los militares puertorriqueños que participan en la operación de la Reserva del Ejército, poder ayudar en estas circunstancias es una satisfacción.

“Dejo a mi familia, pero estamos contentos de poder ayudar, sabiendo que hay gente que necesita de este diesel para seguir respirando”, manifestó el sargento Ismael Morel Santiago, especialista en el transporte de combustible.

“Es un poco estresante, porque dependemos del equipo para que funcione y siempre aparece cualquier tipo de situación, pero estamos bien capacitados”, afirmó. “Tenemos un grupo de compañeros que están dispuestos y capacitados para enfrentar esta situación. Y vamos a hacer todo lo posible y que esté a nuestro alcance para suplir esta necesidad”.