La organización de recreación histórica, Real Cuerpo de Artillería, Inc., ha sido blanco de insultos y reclamaciones por tener en su posesión un cañón similar al robado el jueves de una plazoleta frente a la Universidad Politécnica en Hato Rey.

En una carta dirigida a Inter News Service (INS), que circuló inicialmente la noticia del robo del cañón, José A. Pereda Maduro, presidente de Real Cuerpo de Artillería, Inc., indicó hoy que ayer mismo ellos realizaron una actividad durante las exequias fúnebres de un compañero de ellos en Mayagüez.

 “Ante la escaza redacción inicial que hizo el periodista que cubrió la noticia del cañón y ante la exposición que tuvo nuestro cañón por toda la autopista PR-52, las llamadas no se hicieron esperar.  Desde decirnos pillos hasta epítetos censurables que hemos recibido señalándonos como los responsables del robo del cañón de Hato Rey.  Inclusive personas que nos vieron en las inmediaciones de la Funeraria Martell en Mayagüez nos han llamado preguntando si el cañón que teníamos en esa ocasión es el que se robaron de Hato Rey”, indicó.

 “Ante cientos de Agentes del Orden Publico nos presentamos, como lo hemos hecho en tantas ocasiones y sin ningún problema. Para ello estamos debidamente licenciados y autorizados como exige la ley”, escribió el profesor Pereda Maduro.

Explicó que su grupo posee “un cañón del calibre ‘de a 6’, totalmente restaurado para ser utilizado con pólvora negra.  Pesa con toda su cureña 1,440 libras, posee sus muñones y tiene su cascabel intacto. Las pruebas de metalurgia apuntan a una edad estimada de 310± años, ubicándose entre 1690 y 1710. Se conoce de donde se extrajo el material férreo para su fundición, datos históricos todos verificables”, explicó el Presidente de Real Cuerpo de Artillería, Inc.

El cañón robado es del siglo XVIII y es propiedad del ICP. Según la persona que denunció el robo, el arqueólogo Juan Vera Vega, el cañón pesaba aproximadamente 4,000 libras. Este relató que durante el reinado de Felipe V (1700-1746) se emplearon cañones de varios calibres y de distintas clasificaciones (culebrinas, cañones y pedreros), de los cuales muchos llegaron a Puerto Rico.

La artillería de tierra durante la colonización española en la isla comprendía cinco calibres, de 24, 16, 12, ocho y cuatro libras (que se llamarían después calibres de ordenanza y perduraron hasta mediado el siglo XIX).

La mayoría de los cañones presentan escudos que aluden al rey, con frases como “Violati fulmina Regis” (Los rayos del rey ofendido) y “Ultima ratio Regis” (La última razón del rey).

Hasta el momento se desconoce qué tipo de cañón fue el que se robaron desde la plazoleta.

Pereda Maduro dijo que al descubrirse el cañón por la Universidad Politécnica, que se encontraba cubierto de maleza en los terrenos de la antigua clínica de pacientes mentales, conocida como La Juliá que ocupó lo institución educativa, él y el arqueólogo Vera Vega hablaron sobre la posibilidad de restaurarlo, pero determinaron que por las condiciones en que se encontraba y el gran peso del mismo no era factible para que su organización lo hiciera.  

 “Sabemos que tenemos nuestros detractores mal intencionados y también aquellos que por ignorancia dicen y escriben desinformación, y de igual manera aquellos que se dicen ser expertos y que tampoco lo son que han tratado de relacionar a nuestro grupo con el robo o desaparición de dicho cañón; todo lejos de la verdad.

“Si en algo se ha distinguido este grupo Real Cuerpo de Artillería, Inc., es precisamente en eso, rescatar, defender y dar a conocer los tesoros históricos, patrimonios del Pueblo de Puerto Rico.  Eso lo hemos hecho a gran costo y sin la ayuda de entidades que reciben fondos públicos para ello, incluyendo al propio Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP)”, escribió Pereda Maduro.

Señaló que su grupo posee ese cañón “desde mucho antes que se promulgara la ley de protección de recursos arqueológicos” y se utiliza “para educar sobre la historia de nuestro país, Puerto Rico, tarea que le corresponde a entidades que reciben fondos para ello y no lo hacen”.

“Por lo tanto deseamos aclarar que el Real Cuerpo de Artillería, Inc., no está relacionado en absoluto con la desaparición o hurto de dicho cañón.  Nunca ha sido práctica de nuestro grupo, Real Cuerpo de Artillería, Inc., el saqueo de tesoros históricos. Por el contrario, estamos dispuestos como lo hemos hecho antes en colaborar con las autoridades en todo lo que entiendan pertinente para encontrar el referido cañón y brindar nuestro asesoramiento a los efectos de su restauración”, afirmó Pereda Maduro.

Para aclarar dudas o cualquier pregunta relacionada a la historia militar de Puerto Rico se pueden comunicar vía correo electrónico a rcasjpr@prtc.net, indicó.