Un grupo de maestros de la escuela Marcelino Canino de Dorado está bajo investigación del Departamento de Educación por implantar sin autorización una organización escolar que supuestamente no cumple con los requisitos curriculares para el nivel intermedio.

El director del plantel, Ángel Castro Domínguez, señaló hoy que el consejo escolar y la facultad solicitaron a Educación una dispensa de un año para cumplir con los requisitos, pero la misma fue denegada por entenderse que existe una opción para poder implantarlos.

"Finalmente, tras un proceso de mediación infructuoso de parte del director, los maestros iniciaron sus labores en salones y horarios que no les corresponden, que son de la organización escolar del año pasado, y que no cumplen con los requisitos —aparte de que crean un ambiente escolar inadecuado", señaló en un comunicado en el que no precisó el número de educadores bajo investigación.

Según Castro Domínguez, por las condiciones particulares de la escuela, incluida una construcción de salones adicionales que no se ha iniciado, se propuso una organización escolar combinada que permite la integración de los nuevos requisitos aplicables a los estudiantes de séptimo grado.

La mencionada organización escolar cuenta con el aval del distrito y la región educativa, mas no del consejo escolar ni de la facultad.

"Los maestros adujeron en un principio problemas con la construcción y la falta de salones, para luego rechazar la aplicación de las cartas circulares que establecen el tiempo que dedicarán a tareas docentes", explicó.

Añadió que la dispensa solicitada por los maestros fue denegada "a la luz de que existe una opción que cubre los requisitos curriculares y la construcción ha sido pospuesta, por lo que no interrumpe los trabajos".

Ante la acción de los educadores de implantar la organización escolar del año pasado, el director solicitó una investigación a la División Legal para determinar si las acciones de la facultad conllevan faltas administrativas y violaciones al reglamento de personal docente.

El secretario de Educación, Rafael Aragunde Torres, declinó hablar sobre la investigación hasta que ésta finalice, pero exhortó a los maestros a mantener el diálogo con el director y los demás niveles del Departamento de Educación en favor de los estudiantes.

De acuerdo con Aragunde, en el caso de esta escuela de Dorado como en otros casos, su agencia está en la disposición de hacer modificaciones en las organizaciones escolares según las necesidades de cada plantel, pero advirtió que no es negociable el ofrecimiento de cursos que son requisitos curriculares.

"Los cursos añadidos a nivel intermedio y superior están ampliamente justificados por las destrezas y conocimientos que nuestros estudiantes necesitan para ser exitosos en el mundo universitario y laboral. No ofrecerlos por incomodidad de horarios, por ejemplo, es negarles innecesariamente una ventaja competitiva que les urge en el mundo de hoy", manifestó.

Aragunde reconoció que el proceso de adaptación toma tiempo y que no todas las escuelas cuentan con la infraestructura ideal para el nuevo currículo, pero afirmó que ello no debe ser obstáculo para hacer el mejor esfuerzo por ayudar a los jóvenes a obtener el éxito académico.

"Son factores que debemos ir trabajando sobre la marcha, de manera colaborativa, dando ejemplo a los estudiantes de que es posible superar las limitaciones para alcanzar la meta", elaboró.

La escuela de Dorado se une así a la Escuela Superior Muñoz Rivera de Utuado y a la Escuela Sergio Ramírez de Añasco, cuyos maestros, padres y estudiantes se oponen a la nueva organización escolar implantada por el Departamento de Educación.

Ya 17 maestros y un trabajador social del plantel de Utuado fueron suspendidos sumariamente por negarse a dar clases bajo la nueva organización escolar.