Aunque Puerto Rico posee un ambiente tropical en el que es común tener altas concentraciones de hongos, episodios de fuertes lluvias o huracanes, que dejan inundaciones o filtraciones de agua en los hogares, aumentan las especies de estos diminutos organismos a los que los humanos podrían estar expuestos para agravar las condiciones de salud.

El profesor universitario Benjamín Bolaños Rosero, catedrático del Departamento de Microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, explicó que “la exposición a hongos es constante en Puerto Rico. Estamos respirando diariamente miles de esporas de hongo, porque afuera, (al aire libre), los niveles de hongo promedio de Puerto Rico son 34,000 esporas. Es lo que respiramos por lo menos durante todo el año, 34,000 esporas por metro cúbico de aire. Ese es el promedio de hongos en el exterior, o sea que es imposible evitar la exposición a los hongos”.

Pero, un reciente estudio asociado al paso del huracán María por la Isla reveló que este problema por exposición a hongos se agrava dentro de los hogares si son afectados por inundaciones, filtraciones de agua o humedad.

De hecho, se detectó que las inundaciones en una comunidad en San Juan generadas por el devastador fenómeno, que azotó la Isla en septiembre de 2017, hicieron que se desarrollaran varios hongos tóxicos, que pueden causar en el humano inflamaciones en las vías respiratorias.

Junto a este hongo hay otras especies recién descubiertas en Europa y que son catalogados como “raros”.

Colonias del hongo Aspergillus.
Colonias del hongo Aspergillus. (Suministrada)

Bolaños y la doctora Lorraine Vélez Torres, quien realizó el estudio como parte de su tesis, explicaron a Primera Hora la importancia de la investigación que iniciaron desde el 2018 hasta el presente, ya que la misma no ha concluido.

“Esta investigación nos proporciona tener una base de los hongos que tenemos luego de estos desastres, como son los huracanes y en estas casas que fueron afectadas por inundaciones y por la entrada del agua en el contexto de Puerto Rico”, subrayó Vélez Torres.

Por lo general, los hongos que se encuentran al aire libre son los basidiomicetos.

Bolaños indicó que la presencia de este hongo en la Isla es más del doble que en Norteamérica.

El profesor universitario Benjamín Bolaños Rosero, catedrático del Departamento de Microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico
El profesor universitario Benjamín Bolaños Rosero, catedrático del Departamento de Microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico (Suministradas)

Pero, tras el huracán María lo que se encontró dentro de los hogares afectados por el agua fueron múltiples especies de Aspergillus. Este “es un hongo filamentoso que se encuentra en el ambiente. Puede estar en diferentes áreas, tanto como el aire, el suelo y en la tierra. Este hongo filamentoso es pequeño, es microscópico. No lo vemos, pero respiramos la espora diariamente, si es que están en el ambiente. Ha sido asociado en la literatura y en otros estudios con incrementos en alergias en personas que están inmunocomprometidas y personas que padecen del sistema respiratorio que son sensibles a este hongo”, detalló la doctora.

Bolaños añadió que este hongo Aspergillus está presente en todo el planeta, desde el polo norte hasta el desierto del Sahara. Lo novedoso del estudio es que detectó al menos 28 especies del mismo, que se repetían entre los hogares o en lugares que no hubieran estado presentes en la Isla.

“Este estudio se centra en la identificación de especies de Aspergillus en hogares afectados por el agua en San Juan, utilizando métodos basados en cultivos y moleculares. Aspergillus es un contaminante común en interiores de ambientes dañados por la humedad, y algunas especies están asociadas con riesgos significativos para la salud”, se explica en la publicación de la investigación.

La doctora Lorraine Vélez Torres
La doctora Lorraine Vélez Torres (Suministradas)

“Nuestros hallazgos subrayan los desafíos de la identificación de Aspergillus en ambientes interiores afectados por el agua después de un huracán, y enfatizan el valor de integrar técnicas fenotípicas y genotípicas para una identificación precisa de especies. Estos resultados contribuyen a una mejor comprensión de la composición fúngica y sus posibles implicaciones para la salud pública en entornos afectados por desastres”, añade.

Entre las especies detectadas, se incluyeron aquellas que causan la enfermedad de “aspergilosis”, que es una infección en el sistema respiratorio.

El estudio, sin embargo, no contempló el efecto que estos hongos encontrados en las viviendas afectadas causó en el ser humano.

Más allá de avances científicos logrados, esta investigación en lo que ayuda a los boricuas es a conocer la vulnerabilidad de los ambientes a los que están expuestos cuando se inunda su hogar o cuando enfrentan filtraciones de agua.

El catedrático explicó, en primera instancia, que estos hongos Aspergillus pueden crecer con tan solo tener problemas de humedad en el hogar. No necesariamente ocurra un huracán.

El problema es lo que representa estar en contacto con este tipo de hongo la mayor parte del tiempo en el seno del hogar, sin saberlo. Es que este crecimiento de hongos es difícil de detectar en superficies como cemento y madera. Bolaños indicó que en el “gypsum board” es donde principalmente se puede observar el cambio de coloración o manchas que alertan la presencia de hongos.

Colonias del hongo Aspergillus.
Colonias del hongo Aspergillus. (Suministrada)

“Cuando tenemos en nuestra casa un crecimiento de hongo, esa exposición puede ser cien o mil veces mayor a esa exposición natural en el exterior. Cuando ese hongo ha proliferado dentro, crecen esas manchas en la superficie, esas manchas liberan las esporas que se suspenden en el aire y obviamente es una situación de salud pública porque estamos respirando constantemente y el hongo llega a la mucosa, a los ojos, a la nariz, a la garganta, a los pulmones y va a producir síntomas de irritación, de gotereo nasal, picor en los ojos, dolor de garganta, tos y, entonces, obviamente uno quiere evitar esa exposición a un proceso inflamatorio que ocurriría a nivel del pulmón. Uno no quiere eso para vivir”, detalló Bolaños.

Por tal razón, Vélez Torres comentó que los hallazgos de esta investigación pueden ocasionar que la población conozca del problema y tome medidas para evitar daños a su salud.

¿Qué hacer?

Ambos expertos recomendaron a los boricuas, si enfrentan inundaciones, filtraciones de agua o problemas de humedad en el hogar, es a desinfectar con cloro y a secar bien todas las superficies. Este secado puede ser con aspiradoras que succionan el agua.

Además, se debe desechar de inmediato en un vertedero muebles, colchones y otros artículos de tela o madera mojados. Es que la investigación detectó que en las casas que se acumularon escombros en el patio también había una alta presencia de Aspergillus en los alrededores.

Utilizar un deshumidificador, así como un purificador de aire con filtro EPA también son recomendados para evitar los efectos dañinos de este hongo.

Además, los resultados obtenidos en esta investigación “les permite a los profesionales de la salud, a las agencias de salud pública, tomar decisiones más informadas sobre la información que usted va a llevar a la población sobre qué medidas tomar luego de eventos como el huracán o como inundaciones, fuertes lluvias, o si tenemos un problema de filtraciones en nuestra casa, qué medidas tomar para limpiar, monitorear y prevenir a exponernos a estas esporas de hongo en nuestras casas. Que en nuestras casas o en los ambientes interiores, nosotros pasamos como un 70% de nuestro día, pasamos mucho tiempo en ambientes interiores. Así que nos estaríamos exponiendo, si tenemos un problema, todo el día en nuestro hogar, cuando dormimos, cuando estamos allí”, concluyó la doctora.