Más que los medicamentos y el oxígeno que entraron en el cuerpo de Jillianzka Otero Rodríguez para librar la batalla contra el coronavirus, fue el apoyo emocional que recibió por parte de su familia, y del personal de salud que la atendió, lo que impulsó su total recuperación.

Y es que el temor a no despertar, a no volver a estar con los suyos la atormentó en medio de la dificultad respiratoria.

“Pasaron noches que yo llamaba a mis familiares y les decía: ‘siento que no voy a amanecer’… Si no llega a ser por mis familiares y amistades, por ese apoyo... El equipo de enfermeros y doctores entraban rápido y me decían que respirara…”, relató la paciente en una entrevista con el analista político Jay Fonseca en “Día a día” (Telemundo).

El analista político Jay Fonseca entrevistó a la joven maquillista.
El analista político Jay Fonseca entrevistó a la joven maquillista. (Captura (custom credit))

Desde su habitación en aislamiento en el Hospital Industrial en el Centro Médico en Río Piedras, a través de una videollamada, la primera paciente puertorriqueña recuperada del COVID-19 dijo que el pasado 20 de marzo llegó a la institución con fiebre y una “tos boba”. Allí le realizaron la prueba para detectar COVID-19 y resultó positiva.

“Tenía fiebre, mucha fiebre y algo de tos, una tos boba. Mi papá y mi tía me insistieron para que viniera al hospital”, contó. Al pasar tres días y escuchar el diagnóstico confesó que sintió mucho miedo. De inmediato la movieron al área de intensivo y comenzó tratamiento, que se basó en un medicamento que se utiliza para tratar la malaria y antibióticos.

Lo peor, como experimentan otros pacientes, era la respiración corta. Ahí llega la desesperación.

“Siempre antes de acostarme llamaba a mi papá y a mi tía, y ellos oraban conmigo y le pedía a Dios que pueda amanecer… Yo tengo tantos planes, decía: ‘yo tengo que terminar. Permite que mañana pueda amanecer…’”, contó Jillianzka, quien al otro día agradecía por un día más de vida.

A preguntas de Jay Fonseca, la paciente dijo que nunca fue intubada, aunque sí se consideró en varias ocasiones. “Yo no quería, les decía (a los médicos) ‘déjenme una noche más’”, y al final no fue necesario.

Confesó que fueron las oraciones y la fe, porque “yo creo en un Dios de sanación” lo que la mantuvo en pie. Recalcó que el apoyo que ha recibido en el hospital, “porque ellos son y han sido mi familia”, fue vital.

Durante la entrevista, la también maestra, compartió imágenes del personal médico que le acompañaba en su cuarto, y muchos más que se asomaron por el cristal. La imagen le hincha el pecho a cualquiera.

Todos saludaban efusivamente, mientras los aplausos en el canal se hacían presente.

Uno de los enfermos subrayó la importancia del apoyo familiar hacia el paciente, ya sea a través de videollamadas. “Lo más importante es el contacto con los demás. Eso es lo que nos da esperanza”, indicó.

Los enfermeros que la atienden hicieron énfasis en la importancia del apoyo familiar.
Los enfermeros que la atienden hicieron énfasis en la importancia del apoyo familiar. (Captura (custom credit))

Otro compañero aprovechó para dar las gracias a “todos los enfermeros que, como yo, estamos batallando para salir de esta enfermedad. A los familiares de nosotros también, porque también lo sufren. ¡Vamos pa’ adelante!”.

La joven, quien labora en el aeropuerto -como maquillista en el concesionario MAC- no puede identificar dónde se contagió. Sí indicó que se hizo un rastreo para analizar a las personas que tuvieron contacto con ella. Una resultó positiva al coronavirus.

La noticia de que venció la enfermedad la recibió ayer y rápido el vídeo que evidencia ese indescriptible momento recorrió las redes sociales.

Por lo pronto, Jillianzka pasará unos días más en el hospital, se le repetirá la prueba para confirmar el resultado negativo y donará plasma que sería utilizado en el tratamiento de otros pacientes y lograr que se recuperen.

Luego de ser dada de alta, deberá permanecer 14 días más en cuarentena en su hogar y trabajar en el fortalecimiento de sus pulmones y sistema inmunológico.

“Mi recomendación es quédese en su casa, salga lo menos posible y a los familiares de los pacientes les digo que tengan fe, si cree en Dios, en el Universo, en lo que sea, tengan su fe bien fuerte porque habemos gente que nos salvamos, no todo es oscuro, no todo es malo. Oren por nosotros, hay fe, hay fe de salvación”, finalizó.