Pa’l correo con gallos, grillos y pollitos
Boricuas aprovechan el servicio postal para enviar animales como cualquier correspondencia a otras jurisdicciones en los Estados Unidos.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Miles de cartas y paquetes son procesados diariamente a través del Servicio Postal en Puerto Rico. Pero, ¿sabía usted que muchos de los envíos incluyen animales vivos?
Pues, sepa que este tipo de encargo -al cual se le aplican ciertas restricciones y requisitos específicos de empaque- es más común de lo que pudiera imaginar.
Así lo indicó a Primera Hora Martín Caballero, gerente de Mercadeo del Servicio Postal en el Caribe, al señalar que aunque parezca curioso son muchos los boricuas que utilizan el transporte de correo para enviar animales a otros destinos fuera del País.
“Lo más que vemos que se manda desde Puerto Rico son gallos, pollitos, patos y grillos”, detalló.
¿Grillos?, ripostamos con asombro.
“Sí, grillos… y muchos viajan desde aquí para Estados Unidos”, aseveró al indicar que los clientes explican que estos pequeños insectos son utilizados como alimento para otras mascotas como, por ejemplo, las culebras.
Otro animal que se envía con frecuencia por correo son los gallos.
Y, ¿son de pelea?, indagamos.
“Bueno, ahí no sé. Las personas no pueden decirnos eso. Ellos aseguran que son de exhibición o para crianza. Y algo curioso es que se envían muchos para Nueva York y para Texas… en Texas parece que gustan mucho los gallos de aquí”, agregó.
Sobre el envío de gallos que sean de pelea, Fred Soltero, veterinario asistente de distrito 2 del Departamento de Agricultura federal, aclaró que su envío está vedado.
“Está prohibido enviar gallos de pelea a los Estados Unidos, porque el deporte no se permite allá. No se pueden enviar. Lo que se hace es que si el veterinario lo examina y lo describe como un gallo de exhibición o de crianza, entonces se puede enviar, pero el veterinario se arriesga a perder su certificación y a unas multas si lo envía con una clasificación que no es la verdadera”, explicó el funcionario.
Soltero añadió que el estado que recibe al gallo o cualquier otro animal a través del correo tiene derecho a no aceptarlo y se podrían imponer multas a quien los mande.
Considerando que los gallos y los grillos son los animales de mayor frecuencia de envío es posible suponer el escándalo que provocan en los almacenes de las oficinas postales.
“Cuando están todos juntos es un ruido terrible. Se quedan con el correo. A veces uno oye a los gallos kikirikeando y el canto de los grillos por otro lado. Parece un concierto magno”, añadió Caballero riéndose.
No todos los animales
De otra parte, Ana Álvarez, especialista en envío comercial del Servicio Postal federal, aclaró que el correo no acepta el manejo y franqueo de todo tipo de animales. Tampoco estos pueden viajar con comida o agua.
Entre las excepciones se incluyen mascotas como gatos o perros pues el traslado a su destino final es mínimo de dos días y “animalitos como estos no sobrevivirían sin alimento tanto tiempo”.
Al mismo tiempo, indicó que “los animales tienen que enviarse bien abastecidos, por lo que es responsabilidad de la persona darle comida y prepararlos para que puedan aguantar por lo menos dos días en lo que llegan a su destino”.
Necesitan certificación
El reglamento establece que tampoco podrían ser enviados hamsters, conejos, ratas, ardillas, serpientes, tortugas, arañas o reptiles venenosos, entre otros, por razones de salubridad establecidas por el Departamento de Recursos Naturales y el Departamento de Agricultura.
Y es que un dato importante es que cada empaque de animales debe tener una certificación de un médico veterinario.
“No pueden salir del correo sin esa hojita en la que se garantiza que no hay peligros de transporte con ese animalito”, expresó Álvarez.
Según explicó el veterinario Víctor Oppenheimer a Primera Hora, las restricciones del correo al exigir un certificado de un médico especializado “garantiza que el animal esté en total salud y que no tienen ninguna bacteria que pueda exponer a la comunidad a ser infectada y a crear una crisis de salud”.
Especificó que las aves que se envíen por correo tienen que estar vacunadas contra influenza aviar y la enfermedad de Newcastle.
“Este es un virus que, básicamente, debilita las poblaciones de fincas de aves y causa gran mortalidad. En Estados Unidos este virus ha causado pérdidas millonarias”, dijo sobre la enfermedad de Newcastle.
Importante el empaque
“El transporte de paquetes que contengan animales vivos es limitado y debe ser acordado previamente. Y como ocurre con otro tipo de correspondencia, este servicio solo se puede hacer a través de Priority Mail Express y bajo las condiciones de las guías y tarifas expuestas por el correo federal”, explicó Álvarez.
Detalló que el empaque en el que se envían los animales es confeccionado con un cartón especial, resistente a la intemperie y con unos agujeros que evitan que estos se asfixien.
“Es una caja que tiene unos rotitos y una mallita que permite que (los animales) puedan respirar sin que puedan escapar”, especificó la funcionaria.
Se aconseja que los interesados en enviar por servicio postal animales acudan al Correo General, en Hato Rey. Si quieren solicitar el servicio en algún otro correo, deben hacerlo en horas de la mañana.
“Lo recomendamos de esa forma porque de aquí (Correo General) salen directamente al aeropuerto”, manifestó.
Ojo con los ilegales
Por otra parte, Oppenheimer destacó la importancia de controlar tanto el envío como la llegada de animales que hayan sido prohibidos.
“El problema es que se envían muchos animales ilegales, como la tortuga de orejas rojas que tiene salmonella y he oído que hay mapaches -que se han enviado- que comúnmente transmiten el virus de la rabia”, dijo el veterinario.
Mencionó que uno de los animales prohibidos que más está llegando a Puerto Rico es el erizo de tierra.
Cualquier duda respecto al tema puede aclararse a través de la página www.usps.com.
Las reporteras Istra Pacheco y Femmy Irizarry colaboraron con esta historia.