Para Wilbert García Cintrón, el área oeste de Puerto Rico quedó “como si hubiesen tirado una bomba” luego del huracán María.

“Es una cosa bien impresionante. Desde que sales de Cabo Rojo, pasando por Mayagüez y Añasco, la constante de todo el tramo son casas y negocios destruidos. Entre Aguadilla e Isabela hay una fila donde todos los postes están en el piso, todos, todos…, relató el residente de Cabo Rojo, quien llegó hasta la Redacción de El Nuevo Día y Primera Hora para narrar lo que ocurre en el occidente de la isla.

Al preguntarle cuál es el ánimo de la gente en la zona contó que “se nota que hay ansiedad por la falta de suministros”.

“Tanto en los garajes como en los supermercados no hay agua. La gasolina está escasa; las filas de las pocas gasolineras que están abiertas son de horas. Ayer yo hice una fila de siete horas para echar $20 de gasolina y en algunos lugares solo dejan echar $10. Sí ves filas largas, pero la gente está tranquila y hablando, la gente comparte”, detalló García Cintrón.

El ciudadano que trabaja por cuenta propia como administrador de sistemas de información agregó que “estamos pidiendo que usen el Puerto de Mayagüez para llevar suministros. Escuché por una emisora de radio que la senadora (del distrito Mayagüez-Aguadilla) Evelyn Vázquez dijo que ya el ‘Coast Guard’ (Guardia Costera) autorizó a usar ese puerto”.

Según García Cintrón, la falta de comunicación en toda el área oeste no permite que bajen los niveles de ansiedad entre sus residentes.  

“No sabemos si hay esfuerzos de enviar camiones, no sabemos si van a usar el aeropuerto de Aguadilla y el de Mayagüez. Es una frustración y una impotencia; no sabemos cómo van a llegar las cosas”, indico tras mencionar que los únicos medios de comunicación a los que tienen acceso en la zona son dos emisoras de radio locales.  

En cuanto a lo ocurrido en Cabo Rojo tras el paso del fenómeno atmosférico, el hombre de 41 años señaló que la carretera PR-100 estaba totalmente obstruida por árboles en dirección de Mayagüez hacia Cabo Rojo. “Ya los vecinos limpiaron esas áreas y hay un carril disponible que nos permite transitar. Si sales de Cabo Rojo hacia Mayagüez están ambos carriles disponibles”, aclaró.

“El sector de Joyuda está irreconocible. Muchos restaurantes que estaban en la costa, ya no están. Hay mucha residencia sin techo. El mar se metió bastante en Joyuda, pudieron haber pasado dos o tres días después del huracán que no hubo paso a Joyuda. Ahora mismo sí (hay acceso), pero podrían haber áreas que hay que pasar con dificultad”, añadió sobre el pueblo costero.

Acerca del reconocido barrio Boquerón, García Cintrón dijo: “Lo que me han dicho es que el poblado de Boquerón está destruido totalmente, que muchos negocios se afectaron”.

No obstante, pudo observar que en el casco urbano de Cabo Rojo “no hay grandes daños”.

Por otra parte, expresó que en cuanto a incidentes criminales no ha escuchado que hayan ocurrido robos o agresiones. “Siempre hay policías ayudando a dar paso (en la carretera)”, agregó acerca de la presencia policiaca en el municipio donde hasta el momento no se han reportado fatalidades asociadas al paso del huracán María.

Finalmente, García Cintrón afirmó que varios hospitales de la zona, como el Hospital Metropolitano de Cabo Rojo y el Hospital de la Concepción -en San Germán-, están abiertos. Sin embargo, los hospitales “Bella Vista y Perea (en Mayagüez) no están operando con toda su capacidad porque hay problemas con el (abastecimiento de) diésel (que utilizan los generadores eléctricos)”.